Cuando uno de los criminales más buscados en todo Europa, lo convocan para el secuestro de cinco chicas millonarias en Madrid, España, no duda ni un segundo en aceptar la oferta.
Lo que no penso fue en que quizá no terminaría su misión.
¿QUIÉN DIJ...
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Cornelio abrió sigilosamente sus labios, dejando entrar el acogedor aliento de Lú en su boca. Los apretó, y Lú hizo lo mismo, mientras acurrucaba más sus brazos sobre los hombros de Cornelio.
- Sabía que serías tú quién no cumpliría el trato.. - Susurró él, con una bonita sonrisa entre sus labios.
- Tenía ganas de besarte. - admitió ella. A Cornelio le dio un ligero regocijo en el corazón. En ese momento ninguno de los dos sentía la necesidad de fo.llar o algo parecido. Más bien, esas ganas habían desaparecido. Lo único que él deseaba en ese momento era sentir sus bonitos labios besar los suyos. - puedo.. - ella se acercó de nuevo.
- Sabes que sí! - le afirmó él, apretándole la nuca para que ella pudiera besarlo más intensamente. Se separó unos segundos. - puedes besarme las veses que quieras... - Lú se rio, una risa pequeña, de felicidad, de simple ternura... jo.der... ese momento parecía de dos típicos crios enamorados, algo que ellos dos... no eran?
- Metámonos juntos. - le dijo él. Y le volvió a sonreír. Lú sintió que veía la sonrisa más linda del mundo. Sí, siempre la había tenido, pero era ahora donde empezaba a notarlo.
- Pero hace frío.. ahora fue Lú quien rozó suavemente sus labios sobre los de Cornelio, sin llegar a besarlos.
- Claro que no Lú, - le dijo él, y ligeramente caminó hasta la ducha abierta, con Lú delante de él. Ella trato de resistirse, pero eso solo hizo que Cornelio ahora la cargara de la cintura para meterse al agua con ella. Lú entre abrió los labios. Jo.der, el agua estaba heladísima, que lo sentía hasta en los huesos. Él también sintió un remezón en todo su cuerpo por el frío, pero lo resistió para que Lú no lo notara. De pronto el agua caía sobre los dos, a pesar de que esta estuviera fría... había un calor ligero entre los dos, que los mantenía unidos, que hacía que ese momento fuera jo.didamente increíble. Cornelio bajó la mirada, las gotas de agua caían con fuerza sobre el cuerpo de Lú por lo que podia ver borrosamente sus manos en medio del agua. Intentó palmarlas. Acariciando su braz0, sintió un cosquilleo en el estómago. Lú estaba buscando sus manos, y cuando por fin las encontró, las enlazó con las suyas.
- Ya no hace tanto frío. - le dijo mientras sus dedos se tocaban. Lú negó con la cabeza ante su comentario. - al menos para mi no...
- Para mí tampoco...
- Excelente... - susurró él, sonriéndole, y entonces Lú también lo hizo. Le sonrió. Mientras sus manos se tocaban y se entrelazaban bajo el calor de sus cuerpos. No dependía de ninguno de los dos lo que pasará luego... el momento...era perfecto. La besó. Los labios de Lú estaban helados, aún no se podía creer como había soportado tanto tiempo bajo el agua más helada del mundo. Lú entre abrió los labios, Cornelio introdujo su lengua, tibia y acogedora en su boca. Por fin sentía un poco de calor. Poco a poco los dos fueron alejándose del agua, y de lo fria que era esta, mientras ninguno se atrevía a dejar de besar al otro. Ya no había explicación para lo que pasaba en ese momento. Cualquier otro que estuviera viendo esto.. pensaría y afirmaría que no se trataba solamente de el simple criminal y su secuestrada... si no... de una relación mucho más fuerte que aquella.
