Cuando uno de los criminales más buscados en todo Europa, lo convocan para el secuestro de cinco chicas millonarias en Madrid, España, no duda ni un segundo en aceptar la oferta.
Lo que no penso fue en que quizá no terminaría su misión.
¿QUIÉN DIJ...
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Cornelio abrió la puerta, alguien le hizo retroceder varios pasos al ser empujado.
- Oh vaya... que bonito ¿eh? - Axel le sonrió. Primero mirándolo a él, y luego pasando sus ojos por toda la anatomía de Lú - te la estás pasando bien?
- ¿Qué co.ño estás haciendo aquí? - Cornelio caminó hasta él, colocándose instintivamente delante de Lú.
-Solo vengo a decirte que yo ya cumplí con mi pu.ta parte del trato. - lo miró a los ojos. Estaba tenso y sofocado. Tal vez buscaba respuestas. - pero veo que tú no moverás ni un solo dedo hasta que te la hayas tirado.
- Lárgate.
- No te bastó con que la otra vez te dejaran molido? Vah.. Cornelio, no te hagas el hombre conmigo, que no te queda.
- ¡Que te largues!
- Por ella? - le preguntó Axel, astuto, pues Cornelio no sabría que responder. La señaló con un dedo e intentó irse a pasos lentos hasta Lú, que se ocultaba detrás de Cornelio.
- Que bonito cu.lo tiene tu amiga...
-Si no te vas, no dejarás de llorar cuando te rompa los huevos, imbécil.
- Lindo eh? Porque no se lo dices Cornelio, dile que al final vas a terminar enterrándola en el lugar más podrido de todo Sonora...
A Lú le entró un escalofrío. De alguna u otra manera empezaba a confiar mucho en Cornelio, tanto...como para afirmar que no la tocaría, que no se atrevería a matarla.
- Es a ti a quién no voy a dudar en romperle la cara. - Cornelio lo empujó, el cuerpo de Axel se balanceó en su sitio, retrocediendo un par de pasos. - no te metas en mis problemas hijo de pu.ta... - lo empujó de nuevo, esta vez más fuerte. Sus músculos estaban tensos. No soportaba que nadie le dijera lo que tenía que hacer. Que alguien le diera órdenes. Y lo peor...que lo dejaran mal parado en frente de una mujer, en este caso.. de Lú. Axel fue a dar a la pared con el siguiente empujón,. optó por retroceder. - ¿me has escuchado? - le preguntó Cornelio, hablándole a Axel.
- No me das miedo, hijo de p.uta.
-Perdona? - lo pegó fuerte a la pared, dándole un golpe duro en el estómago. Axel se quedó sin respiración, para luego volver a reaccionar. - será mejor que te vayas si no quieres terminar peor... vale? - le preguntó. Axel no le respondió, prefería guardar silencio, que a hunmillarse más. Cornelio se le acercó al oído, lo cogió de las fronteras de su camiseta, levantándolo levemente.
- No te metas con ella, está claro? Te expliqué muy bien el primer día quien estaba a cargo de quien... - se le acercó al oído. - y ella es mía.
-Te está envenenando.. lo único que lograra es que te metan a la cárcel, no seas tan imbécil...
- Yo sabré que hacer.
- Será tarde.. - Cornelio lo bajó. El cuerpo de Axel volvió al suelo, ligeramente asfixiado. - Cuando quieras cambiar de opinión... - Axel miró hacia atrás, donde aún seguía observándolos a los dos, sin escuchar nada. - Ella ya te habrá cambiado para siempre.......
