Secuestrados

Desaparecidos

La luna estaba cayendo mientras que el sol empezaba a salir

Los padres de la chica Erizo, se encontraban llegando a su hogar. Al llegar, bajaron del auto y entraron a la casa. La madre subió las escaleras y fue hacia el baño, mientras que el padre fue hacia la cocina para servirse un vaso de agua

Jim, al llegar a la cocina, se percató de que había un plato roto en el suelo, lo que lo dejo muy extrañado

-¡Cariño! ¡¿rompiste algún plato antes de irnos anoche?!- preguntó en voz alta para que su mujer la oyera

-¡No!, ¿¡por que preguntas!?- respondió desde lo lejos

Jim no respondió y sólo fue a buscar la escoba para recoger los restos del plato

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Mientras tanto, unos kilómetros alejados, un erizo se encontraba llegando a su departamento luego de una noche pesada en el trabajo

-¡Erizo! ¡ya llegué!- exclamó al entrar a la habitación, sin embargo, el chico no recibió respuesta por parte de su hermana *Seguro sólo está durmiendo * pensó

Daniel fue a donde se encontraba su cama, sólo para toparse con la sorpresa de que Erizo no estaba ahí

-¿Erizo?

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Jim fue a la sala a buscar la escoba y la pala para recoger, sin embargo, antes de tomar la escoba, se percató de que una de las sillas estaba tirada y justo al frente, había una ventana rota

Jim empezó a preocuparse, pues empezaba a creer que les había robado. Jim subió las escaleras y entró rápidamente al cuarto de él y su esposa, quitó uno de los cuadros familiares. Detrás se encontraba una pequeña caja fuerte. Colocó un código y vio como había una gran cantidad de dinero. Jim suspiró de alivio

-¿Que pasa? Te oí venir muy rápido- preguntó la mujer, quien estaba recién llegando al cuarto

-Parece que intentaron robarnos, pero por suerte, no encontraron el dinero- explicó -De todos modos, revisa el resto de la casa por si falta algo- la mujer asintió con la cabeza y salió de la habitación

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Mientras tanto, Daniel estaba entrando en pánico al ver como su hermana no estaba después de haber revisado. Empezó a preguntar en el departamento si alguien la había visto salir, cosa la cual fue en vano, pues nadie la había visto

Daniel, sin tener mas opciones, pidió para revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad

En la pantalla de la cámara de la entrada, a las nueve de las noche, el gerente había salido corriendo por una alarma que había sonado. Justo después que el gerente abandonara su puesto, la pequeña salió del sitio a escondidas

-Por dios Erizo, ¿donde rayos te metiste?