—Poca diferencia.–Dijo Christian burlonamente en cuando me vio llegar al living donde él se encontraba sentado.

—No te preocupes, la ropa es de Luke.–era mi turno de sonar sarcástica.

—Deja de estar a la defensiva, Ana.–Suspiró.—Necesito disculparme, tenías razón. No tenía porque desquitarme contigo.

—Ya llevabas días así.

—Lo se, sé que tuve esa estupida actitud por días.

—Armaste un escándalo.

—Ana, no soy bueno dando disculpas, nunca tuve la necesidad de hacerlo.

—Christian, no quiero que digas algo solo porque crees que eso quiero oír.

—Estoy aquí porque necesito disculparme.–su voz sonaba sincera, y en sus ojos había arrepentimiento. Se veía tan indefenso que me hacía sentir culpable.

—¿El que estés aquí no te meterá en problemas con tu novia?.–Necesitaba escucharlo de su boca, que él me confirmara su relación.

—Me enteré por ti que tenía una novia.–soltó una risa y yo solo pude fruncir el ceño.—Ana, después de que te fuiste, Taylor me enseñó la nota.

—¿Entonces era un chisme?.

—Algo así.–frotó su cuello, pude notar que estaba buscando las palabras adecuadas.—Si estuve en una cafetería con la mujer que mostraron, pero no fue ese contexto.

—Explícame.—pedí.—Bueno, si tu quieres.

—Es la mamá de Teddy.–Dijo haciendo una mueca.

Ahora si que me quedé helada por la sorpresa, si no fuera porque estaba sentada me hubiera caído. ¿Ella era la mamá de Teddy?, era muy linda.

—Tienes un buen gusto.–tartamudee por la sorpresa. No sabía que más decir y en este momento tan incómodo solo pude decir una tontería.

—¿Gracias?.–Christian se aguantó la risa.

¿Entonces se vio con ella para arreglar su situación?, ¿ya serán una familia?. Mi mente me estaba jugando una mala broma. Ana, tienes que calmarte, Christian va a explicarte. Bueno, de cualquier forma, ¿a ti que te importa?.

—¿Arreglaron las cosas?.

—¿Qué?.—Christian me veía incrédulo.—Por supuesto que no, ¿en serio estás creyendo que yo jugaría a la familia feliz con ella después de que abandonó a mi hijo?.–asentí.—No Anastasia, no me interesa jugar a la casita.

—No entiendo.

—¿Recuerdas la vez que fuimos a casa de mis padres y me ausenté para responder una llamada?.–Recordé esa vez y asentí, desde ese día Christian estuvo actuando muy raro.

—¿Era ella?.—lo interrumpí, ahora era su turno de asentir.

—Si, estuve a nada de colgarle, pero no dejaba de insistir que necesitábamos hablar en persona, sonaba urgente. El lunes que fuiste por Teddy a la escuela, yo estaba en donde ella me había citado.

—En una cafetería de Portland.–yo parecía detective juntando todas las pistas y llenando los espacios en blanco.

—Así es. Y ahí estaba ella, después de 4 años, diciendo que quería conocer a su hijo. Obviamente me negué, tuvimos una pequeña discusión. No voy a alargar esto de más, al final ella me dijo que tenía todo el derecho de estar en la vida de su hijo.

—¿Pero cuáles derechos?.–ahora yo estaba molesta con esa fulana.

—Eso es lo que discutimos, al parecer se cree en posición de exigir algo que no le corresponde y no se merece.–Christian se quedó callado.

—Christian, ¿qué estás ocultándome?.—Yo sabia que había algo más, mucho más.

—Creo que quiere quitarme a Teddy.

—¡¿QUÉ?!.

—Me dijo que si no era por las buenas sería a las malas. Nos iremos a juicio.–Su tono de voz era molesto, pero yo sabía que no era conmigo.

—Oh, Christian.–no resistí más y me lancé para abrazarlo, él se sorprendió un poco.—Perdóname, yo no sabía por lo que estabas pasando.

—Pero eso no justifica la forma en la que te trate.

—Lo sé, bobo. Olvidemos esto.–No quería separarme de él, sé que tenía miedo. Hasta yo tenía miedo.

—Quiero llevarte a un sitio.

—¿Ahora?.

—Puedo esperar, Charlie tango puede esperar.

—¿Y ese quien es?.

—Mi helicóptero.–mis ojos se abrieron por la sorpresa, hoy si que estaba recibiendo muchas emociones.—Pasaré a buscarte como a las ocho.

—¿Qué estás planeando, Grey?.–Christian me dio una sonrisa, algo estaba tramando.

Somos chocolateWhere stories live. Discover now