24

3.2K 286 18
                                    

—¡Jack, que sorpresa!.—lo saludé con entusiasmo, desde el día de ese espantoso evento no nos veíamos. Hablábamos solo por mensajes de vez en cuando y podía decirse que éramos amigos.

—¿Cómo estás?, nunca pensé encontrarte por aquí.–su mirada llegó hasta Teddy, que se encontraba a mi lado sujetando mi mano con fuerza.—¿Es tú hermanito?.

—No.–dije rápidamente mientras me aguantaba la risa.

—Es el hijo de Christian Grey.—Dijo Jack con sorpresa en cuanto reconoció a Theo.

—Es mi amigo, su papá no pudo venir por él y le estoy haciendo el favor.¿Tú qué haces aquí?.–pregunté en cuanto me fijé en el pequeño niño que estaba detrás de él, abrazado a su pierna. Le calculaba la misma edad de Teddy.

—Es mi sobrino, me mandó mi hermana.

—Hola Sebas.–Teddy saludó al sobrino de Jack, y el pequeño respondió agitando su mano con alegria.

—Creo que van en el mismo salón.–comenté mientras señalaba a los pequeños.

—Deberíamos ir a tomar algo un día.–propuso Jack.–Necesito contarte tantas cosas.

—¿Me toca trabajar como doctora corazón?.–Me burlé porque en una de nuestras conversaciones el me comentó que le gustaba alguien de su trabajo, pero que su inseguridad no lo dejaba declararse.–Me encantaría reunirme contigo.

—Perfecto, entonces nos ponemos de acuerdo por mensaje.–Respondió Jack mientras yo asentía a todo lo que decía.

Jack se acercó a mi para despedirse con un beso en la mejilla, pero atrás de mi escuché un grito.

—¡Ana!.—Christian gritó atrás de mi, asustando a los pequeños, a Jack y a mi.

—Creo que es hora de irnos.–le murmuré a Jack, el me preguntó que si estaba segura, al parecer le daba miedo dejarme sola, pero le dije que yo podía controlar la situación.—Nos vemos luego. Me despedí para acercarme a Christian, él caminaba a toda prisa y se veía molesto.—¿Qué haces aquí, Grey?, ¿no que no alcanzabas a llegar?.

—Pues aquí estoy, ¿qué demonios crees que estás haciendo?.

—No sé de qué hablas,pero necesitas calmarte.–hablé en voz baja porque ya estábamos llamando la atención.

—No creas que no vi lo que pasaba, ¿Estás utilizando a mi hijo para conseguir pareja, Ana?.

—¿Que estás insinuando, Grey?

—No te hagas, Anastasia. Te vi con...

—Jack es un amigo.–Interrumpí a Christian, su actitud me estaba doliendo, y me estaba dejando muy desconcertada, ¿por qué está actuando así?.

—Al parecer tienes muchos amigos, todos somos tus amigos. Y qué curiosidad que solo tengas amigos hombres.–Dijo sarcástico.

—No te doy una cachetada en este momento por respeto a Teddy.–señalé al pequeño con mi mirada.–Ya suficiente tiene con el ejemplo que su padre le está dando, ademas que estamos en un estacionamiento y no quiero armar un escándalo.–Christian quería hablar pero levanté mi mano en señal de que no me interrumpiera.—No eres quién para decirme si puedo o no tener amigos, ser mi "amigo" no te da derecho a meterte en mi vida, ¿o acaso yo me he metido en la tuya?, me he involucrado hasta dónde me has dejado.

—Es diferente.

—¿En que es diferente, Christian?, ¿en qué?.—ahora yo estaba gritando.—Jack es mi amigo y en todo caso, si yo quisiera que fuera algo más, ¿a ti que te importa?. ¿Acaso yo me estoy metiendo en tu relación con la rubia?.

—¿De qué estás hablando?.–Dijo Christian haciéndose el confundido.

—La noticia ya está en todas partes, es una lástima que me tuviera que enterar así. Yo respeto que no me cuentes todas tus cosas, pero fuiste tú el que me dijo que los amigos no tenían secretos.

—Te juro que no sé de qué hablas.

—Estoy muy enojada contigo, Christian. Te hice el favor para que al parecer tú pudieras verte con la rubia.—La verdad la mujer misteriosa todavía no tenía nombre para mi.—No es mi responsabilidad, pero aún así aquí estoy, sin reprocharte ni nada y al parecer lo único que tú haces es gritarme por todo. Llevo días aguantando tu estupida actitud, pero no voy a seguir tolerando que te desquites conmigo.

—Ana, yo...

—Ahórratelo, Grey. No hay un "ana" que lo valga. No me voy a meter en tu vida, pero te pido que ahora tú no lo hagas en la mía.—Le aventé la mochila de Teddy para irme con la última palabra.

Me metí a mi coche y le di un golpe al volante, genial, ahora yo también me estaba desquitando con algo que no tenía la culpa.

Mientras más me alejaba del establecimiento mas ganas de llorar tenía, pero quería llorar del coraje. Mi mente a cada rato me recordaba esa escena y mi enojo aumentaba.

Yo no le había sacado en cara que él me estaba utilizando para andar con su noviecita y desatender a su hijo, bueno, hasta hace rato. Pero él si insinuó que yo usaba a Teddy para conseguir algo con Jack. Claro que estaba dolida, se suponía que era mi amigo, ¿cómo puede pensar así de mi?.

Mi celular no ha dejado de sonar, tenia  7 llamadas perdidas de Christian pero por el momento no quería saber nada de él. Apagué mi celular y empecé a manejar hacia mi departamento, ahora lo único que quería era estar sola.

Si avanzábamos 4 pasos, retrocedíamos 5

Somos chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora