8.1. Octavo acto; primera parte

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Luz de día

Otoño del presente año 3020.

De manera sorprendente, Loki y Fandral lograron arreglar varias de las fallas que presentaba Vili en apenas un par de días —sin dormir y subsistiendo de café, o té negro muy cargado en el caso de Loki—. Sin duda, la anterior experiencia que había tenido con Valhalla había ayudado a que el proceso fuera más rápido; con los avances en la tecnología y una extensión parecida al software que Valhalla utilizaba para el buen funcionamiento de sus gráficos, Loki logró desarrollar un programa que se adaptara a las necesidades de Vili en menos de un día.

Desde luego, todo el equipo de Fandral necesitó ser renovado y optimizado, eso sin duda había ayudado bastante a que los recuerdos comenzaran a reproducirse de forma más fluida que en un desastroso inicio. Para su cuarto día probando el programa con todos los arreglos que habían hecho, ellos pudieron ver el recuerdo de Fandral como si estuvieran viviéndolo por segunda vez, tan fluido y nítido que casi era aterrador. Para Loki un poco menos que Fandral, después de todo, Valhalla podía tener sus toques más tétricos.

El sólido holograma de un Thor demasiado joven corrió nuevamente por todo el estudio de Loki, los sonidos perfectamente sincronizados con los movimientos del holograma de su hermano, que se detuvo frente a ellos para atrapar el balón de americano entre sus manos y echar a correr nuevamente. Como el recuerdo era de Fandral, se podía ver todo lo que él había visto ese día. Desde las gradas llenas de estudiantes gritando, hasta cada integrante de ambos equipos.

El verde césped artificial de la enorme cancha que no parecía tener fin, hasta el cielo azul sin nubes de aquel verano. Todos los sonidos también se sincronizaron de manera maravillosa con lo que se veía alrededor de todo el estudio de Loki, desde las fuertes pisadas tanto de Fandral como los de los otros jugadores, los gritos excitados de los espectadores en las gradas, e incluso el sonido de la respiración acelerada del propio Fandral, quien también había sido parte del equipo de fútbol americano.

En algún punto del recuerdo, alguien había gritado el nombre de Fandral, haciendo que el chico se detuviera y volteara la mirada, provocando que todo el holograma diera un giro de ciento ochenta grados en el estudio de Loki. El recuerdo entonces se enfocó en Hogun y Volstagg, quienes saludaban alegremente a Fandral desde las gradas más vacías, no obstante, pronto la atención de Fandral cayó en el único chico que no estaba haciendo un alboroto por el partido.

Una versión mucho más joven de Loki se mostró entonces, leyendo un libro de algún tipo, mientras que parecía ignorar todo a su alrededor. El foco de toda esa atención se mantuvo por alrededor de quince segundos, en los que sólo se podía ver a un distante Loki de catorce años leyendo sin que el mundo pudiera tocarlo siquiera. Luego hubo un golpe sordo, haciendo que el dueño de las memorias se tambaleara y el recuerdo se volviera negro.

Si Fandral parecía abochornado alrededor de Loki luego de eso, él no prestó atención. Simplemente parpadeó y dejó salir un suspiro entrecortado cuando su estudio regresó a la normalidad, después de que el recuerdo acabó y los hologramas desaparecieron.

—Es impresionante —murmuró Loki, luego de rápidos segundos de silencio.

Fandral sonrió, demasiado orgulloso de sí mismo.

—Lo es —asintió, quitándose el chip de la sien con sumo cuidado—. Está casi completo gracias a tu ayuda. Calculo que en un año podrá estar listo para ser distribuido y podrá ser usado.

Loki tarareo algo en acuerdo con lo que acababa de decir el otro hombre, aunque realmente no estaba prestando real atención. Su cabeza ya estaba lejos, la punta de sus dedos rozando el equipo de trabajo de Fandral con un gesto pensativo en su rostro; así que en realidad fue una sorpresa cuando levantó la mirada verde para posarla sobre el rostro del rubio y pedir:

The first frosts of autumn; FrostIronWhere stories live. Discover now