𝐒𝐈𝐋𝐇𝐎𝐔𝐄𝐓𝐓𝐄

c a p í t u l o 26

Bucky volvió a observar la foto con atención, con más detalle que antes. Al mismo tiempo buscaba en su mente algún recuerdo que le contara la historia detrás de ésta. Hacía lo mismo con cada foto que formaba parte del pequeño álbum de Celine, pero al final, cerraba los ojos con frustración.

— ¿Nada aún? —pregunta ella sentada a la orilla de la cama— Está bien, no te sientas presionado.

James le devolvió la cálida sonrisa. No entendía como es que ella tenía tanta paciencia, o aún más importante, como es que estaba tan dispuesta a ayudarlo. Es decir, entendía bien que tuvieron una historia, ya habían pasado bastante tiempo desde aquello. ¿Acaso aún sentía algo por él?

Y de pronto olvido por completo las fotografías en sus manos y se encontró a sí mismo preguntándose si había alguien más en la vida de Celine, o si lo hubo en algún momento, antes de que lo encontrara.
No podía preguntárselo directamente obviamente, pero encontraría la forma de averiguarlo.

Y como si el universo conspirara a su favor, casi al final del álbum, estaba una foto en donde aparecía Celine muy sonriente junto a  otro hombre. ¿Era él? Odiaba la imagen de ella junto a otro tipo.

— Así que si tienes a alguien esperándote. —las palabras salieron sin poder detenerlas. Y cuando se dio cuenta de eso, cerró sus ojos con fuerza reprochándose a sí mismo por su curiosidad.

La confusión marcada en sus finas facciones lo hizo arrepentirse más pero no retiró su pregunta, pero no estaba tan seguro de que quería escuchar.

— Oh, no. —la confusión desapareció al ver la foto a la que se refería y sonrió— Es Clint, un buen amigo. Te agradará cuando lo conozcas.

Se sintió avergonzado. ¿Ahora que pensará de él? Seguramente que era un entrometido, y un...

— No te pongas celoso.

Bucky la vió sonreír sin despegar sus ojos de libro en sus manos. Miró la foto de nuevo y frunció el ceño al darse cuenta que ella tenía razón. Estaba celoso.

Y se sintió mal.

Porque lo que había entre ellos pasó hace muchos años, y él apenas recordaba vagamente aquellos días. No podía ofrecerle mucho y no lo consideraba justo para ella, no después de lo mucho que lo ha ayudado.

— Creo que es suficiente por hoy. —dijo, cerrando el álbum de golpe y colocándolo sobre la cama.

La observo por un momento, concentrada, haciendo gestos cada vez que algo en su lectura la impresionaba. Y se preguntó ¿cuántas veces habría sido testigo de esa misma escena? ¿Cuántas veces se habrían quedado en silencio simplemente disfrutando de la compañía del otro? ¿Cuántas cosas no recordaba?

— ¿Quieres salir un rato? —propuso. Sentía la necesidad de pasar tanto tiempo con ella hasta que terminara conociéndola como la palma de su mano otra vez.

Celine por un segundo tuvo una sensación familiar al escuchar esas palabras y sonrió.

— Claro.

{...}

Era algo diferente, y para él, algo extraña la sensación de tranquilidad al estar con ella.
Por primera vez en mucho tiempo se sentía a salvo, a su lado podía olvidar todos los horrores de su pasado y sentirse en paz consigo mismo.

Pero Celine era más que eso.
Era más que un salvavidas y podía comprobarlo a cada segundo.

— Así que... —dijo, haciendo memoria a toda su explicación— Thor es un Dios, Visión es un androide, Bruce se pone verde cuando se enoja y Tony...