Cap IV. Mala mañana, no tan mala

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El incesante y repetitivo sonido de mi reloj me levanta de mi sueño, no es sino hasta que presiono el botón con la palma de mi mano que el molesto ruido se detiene.

Un poco más lucido me percato que faltan solo cinco minutos para que sean las ocho, supongo que es una buena oportunidad para aprovechar mi mañana, teniendo en cuenta que las clases inician entre las 10:45 y las 11 AM.

Creo que podría aprovechar a conocer la piscina, tal y como me lo pidió el enfermero, pero antes sería correcto darme una ducha.
Para ello me dirijo al baño al final del pasillo, sorpresivamente ni Thom ni Kenzo se han despertado aún, o bueno, por lo menos no parece que estuvieran despiertos aún.

Una vez me encuentro en la ducha, aprovecho para estar a solas con mis pensamientos, ya que es un momento de soledad que puede disfrutarse de esa manera.

No niego que parte de mi deseaba que esto solo se tratara de un sueño, una pesadilla o algo similar, que tarde o temprano despertaría en mi habitación y luego iría a la práctica de fútbol, pero me temo que eso ya no podrá ser.

Finalmente soy consciente de que mi vida anterior ha quedado en el pasado, y aunque quisiera, no podría volver a ella.

La rabia de pensar en eso solamente se canaliza a través de mi puño apretado, el cual utilizo para dar un golpe seco a la pared.

—Kjjj.. mierda...— evidentemente eso no fue la mejor idea que digamos, pues a cambio de ese desahogo obtuve daño en mis nudillos. —Maldita sea... Solo espero que este día no sea tan pesado..—

Una vez finalizado mi baño me alistó con mi ropa y me dispongo a salir en busca de la piscina, o bueno, en alguien que con quién pueda hablar para usar la misma, más precisamente.

No demora más de unos cuantos pasos cuando una llovizna comienza a caer sobre todo el colegio, como si el día estuviera complotando contra mi persona.

—Ah perfecto.. gracias..— apresuró mi pasó lo más rápido posible, aunque sin correr necesariamente, para poder llegar a la piscina lo más seco que me sea posible.
A medida que avanzó la lluvia no hace más que intensificarse, haciéndo que me arrepienta de haberme levantado temprano el día de hoy.

Me veo obligado a incrementar mi andar, por lo menos hasta que pueda refugiarme de la lluvia, de igual manera estoy cada vez más cerca de la piscina.

A medida que me voy acercando a la puerta mi cara se va transformando por completo, pues mientras la distancia de acorta, un cartel se hace cada vez más claro, no es hasta que detengo mi andar que puedo leer lo que el mismo dice.

"La piscina permanecerá cerrada por el día de hoy
Lamentamos las molestias causadas y agradecemos la comprensión"

—Aahhh! Maldita sea!— de nuevo desahogo mi irá golpeando la pared, pero en mi estupidez, olvido que ya me lastime esa mano más temprano.

—Kjjj mierda!— evidentemente dos golpes son suficientes para que mis nudillos sufran heridas, aunque son graves, comenzaron a sangrar. No es una cantidad exagerada, pero no me hace mucha gracia andar con mi mano manchada de rojo por ahí.

—¿Sucede algo?— Una melodiosa voz llama mi atención detrás mío.
Al voltear me encuentro con una chica de cabello dorado, ojos de un llamativo color miel, la cual luce el uniforme escolar con toda elegancia y prolijidad. Un análisis más concreto, hace percatarme de que la chica camina con bastón, aunque no parece tener una notoria deficiencia motriz más allá de cojear levemente.

—Eh.. si.. solo vine a ver si la piscina estaba abierta pero vi que no.. por desgracia.. asíque supongo que ya me voy..—

Katawa Shoujo Un Nuevo Comienzoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن