CAPÍTULO 36

20 4 64
                                    


Desde aquí arriba se puede observar casi todo el parque, las pequeñas luces hacen distinguir a las atracciones de entre los árboles. La luna alumbra con fuerza y una suave brisa agita con delicadeza los arbustos de nuestro alrededor. Hemos tenido una larga conversación sobre por qué ha estado actuando así a lo largo de estos últimos meses. Es muy fuerte y aún por todo lo mal que se lo han hecho pasar, sigue siendo una persona increíble. Estoy con la cabeza apoyada en el hombro de Liam cuando este se mueve repentinamente, parece que va a levantarse.

Flexiona las piernas y se pone en pie, vuelve la vista hacia el suelo y me ofrece una mano para que lo imite. La acepto y doy un pequeño impulso para enderezarme, quedamos cara a cara. Él me mira y da un largo suspiro.

—No me quiero ir de aquí —sonríe y se acerca un poco

—Yo tampoco —digo mirando hacia las pequeñas luces, noto como tira de mí y me coloca a tan solo unos centímetros de él. Debido a la diferencia de altura, quedo justo a la altura de su barbilla, él abre los brazos y me envuelve en ellos.

—Gracias por escucharme —dice mientras me sujeta por la espalda, yo pego mi cabeza a su pecho y asiento.

—No me las des —me separo un poco y añado —nunca olvides lo que vales.

Después de lo que me ha contado, dudo que Liam se valore como es debido. Desde luego no ha sido su culpa, pero me entristece mucho que por el motivo que sea, haya podido llegar a pensar así. Me mira y sonríe, empieza a pronunciar:

—Gra... —y entonces se da cuenta de lo que acabo de decir, se sonroja un poco y añade —perdón, es la costumbre... —Yo me río y él desliza su brazo por encima de mis hombros, le sonrío ante el gesto y pregunto

—¿Volvemos? —Asiente y damos media vuelta hacia el camino por el que hemos venido.

Mientras caminamos por el estrecho sendero reflexiono sobre todo lo que me ha contado. Para empezar Megan no era ni ha sido su novia en ningún momento, como yo pensaba, sino que una de las mejores amigas de su hermana Nicola. Por lo que me ha contado, ella pasaba mucho tiempo en la casa de los Payne y siempre le ha tenido un cariño "especial" a Liam, a pesar de los notorios años de diferencia de edad. Se iba acercando poco a poco y fueron haciéndose más unidos, hasta tal punto de dejar de lado a su mejor amiga para tratar con Liam.

Él no lo empezó a notar hasta hace unos cuatro años, cuando su relación se volvió más "estricta". Ella lo presionaba cada vez más para que le contara todas sus cosas, ya sean aficiones, tareas, amistades y especialmente su vida amorosa. Liam al ser bastante más pequeño no se daba cuenta de nada, no obstante un día ella le pidió salir y esto lo hizo sentir incómodo. Impactado por la confesión de la cual era una de sus mejores amigas, intentó separarse un poco, ya que le agobió la idea de una relación a tan corta edad. Megan no se dio por vencida y siguió insistiendo, hasta tal punto que Liam decició que no quería verla más. Ella se sintió muy ofendida y se puso furiosa, amenazando así a Liam de contar todos y cada uno de sus "secretos".

Durante ese momento de la explicación yo estaba muy confusa, ya que: ¿Qué podría ocultar un niño de apenas catorce años cómo para seguir atado a una relación que no quiere? Así tal cual se lo planteé y él me pidió discreción absoluta sobre el tema, ya que muy poca gente sabe la verdad. Se me vuelve a partir el corazón al recordar las tristes palabras de Liam hace tan solo un ratito.

—"Antes de que todo eso pasara, yo no estaba atravesando un buen momento y debo añadir que la presión que me provocaba Megan tampoco ayudaba. No quiero que pienses que mis actos fueran egoístas, ya que lo último que quería era hacer daño a nadie más."

Well... why not?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora