Well... why not?

CAPÍTULO 5

—¿Y bien Lucía? —le pregunto, ya que aún no me ha respondido, puedo ver que está nerviosa y se coloca un mechón de pelo detrás de la oreja.—Las demás están en el coche y si tardamos demasiado se van a preocupar...

—De verdad, no creo que sea el mejor momento para hablar, vamos a celebrar el cumpleaños de Claudia... En cuanto volvamos prometo que te explicaré lo que pasa.

—Está bien —no sé lo qué le tiene que estar pasando para que no quiera contármelo pero decido ignorarlo durante lo que queda de noche.

Volvemos con las demás y empezamos a disfrutar, de camino al karaoke suenan varios temazos de David Guetta y Avicii. Claro está que nuestras voces cantando les suman mil puntos a favor, no tardamos mucho en llegar y deciden bajar para hacer la pequeña cola que hay para entrar mientras yo busco aparcamiento, así luego puedo entrar más rápido. Esta vez la que decide quedarse conmigo es Estela, cantamos un par más de canciones hasta que encuentro un sitio y tengo que parar la música para poder escuchar el pitido de la marcha atrás. Una vez aparcada, dejamos la furgo atrás y echamos a andar hacía el local. Le explico que esta mañana me he bañado en el mar y que ha sido genial porqué no había nadie y tenía la playa para mí sola. Le he ofrecido ir mañana por la mañana con todas y me ha dicho que no podremos, debe notar mi cara de sorprendida, ya que dice

—Tía esto es un secreto, osea no se lo cuentes a las demás, sobre todo a Claudia...—no sé que debe ser tan importante como para no poder decírselo pero me hace prometer que no diré nada.

—Te prometo que mis labios están sellados, ahora cuéntamelo, que me has dejado con toda la intriga. —Estela se me acerca y me susurra el misterio a la oreja, estoy impactada.

—¡Tía no puede ser! ¿Es enserio? —le pregunto, ya que no me acabo de creer lo que acaba de decir.

—Tan cierto como que Harry Potter es la mejor saga del mundo.—sé que ama esos libros y las películas aún más, osea que eso confirma la duda. Dios mío la que nos espera.

En ese momento me manda un mensaje Paula preguntándome que dónde estamos y le digo que en unos dos minutos llegamos. Una vez estamos todas reunidas de nuevo entramos al karaoke. Este sitio es enorme, en la web había visto varias fotos pero nada se compara a la realidad. El techo debe de medir unos diez metros, ya que se pueden apreciar unas bolas de discoteca en lo alto, hay muchísimas luces, creo que son leds de colores. A nuestra derecha está la barra con todo tipo de alcohol, veo que hay bastante gente de nuestra edad y muchos chicos. Delante de nosotros tenemos la mesa de pinchar del DJ, el cual tiene bastantes tatuajes y el pelo recogido en un moño. A su lado hay una especie de escenario donde hay dos chicas dándolo todo, están cantando una canción en francés. Encima del escenario hay un gran cartel electrónico donde pone con letras que van cambiando de colores "Vitaa - Game Over ft. Maître Gims", supongo que es la canción que está sonando.

María nos pide que la sigamos hasta una mesa muy elegante, es redonda y tiene seis taburetes alrededor. La mesa está vestida por un precioso mantel blanco y por un centro de flores, son preciosas, es una combinación entre rosas, lirios y margaritas. De la nada aparece un camarero que nos da las gracias por haber venido y nos toma nota de lo que queremos beber. Todas piden bebidas alcohólicas menos yo, ya que tengo que conducir y alguna tiene que cuidar del grupo. Por otra parte no me gusta mucho el alcohol por lo tanto no es mucho sacrificio para mí no tomarlo.

—Chicas, ¿Qué os parece si nos subimos al escenario y cantamos todas una canción?—No lleva aquí ni cinco minutos y Claudia ya quiere salir a darlo todo.

—Lo que mande la cumpleañera.—le respondo con una carcajada —¿Qué canción quieres que cantemos?

—¡Best song ever de One Direction! Podemos irnos turnando para cantarla y todas nos sabemos el baile.—Parece muy segura de su elección con lo cual me dirijo a la máquina dónde se piden las canciones e inscribo mi nombre, el número de personas que somos y la maravillosa canción.