Protect Me (Logan Lerman)

Escuela

Ya era lunes y yo estaba en mi cama mirando hacia el techo, que por cierto , ahora me estoy dando cuenta que estaba decorado con molduras de un color blanco con dorado.

Tomo mi teléfono y veo que son las 7:03 de la mañana por lo cual tuve qué hacer todo el esfuerzo mental y físico para poder levantarme y estar lista para éste nuevo día, en una vida nueva.

Recién a las 7:32 estoy de pie, por lo que pasé directamente a darme una ducha. Es increíble que recién hoy pueda admirar el lugar, ya que ayer cuando llegué solo prepare mi cama y había dormido -o tratando de dormir-hasta hoy, ya que las pesadillas me seguían aún en otro continente.

Cuando me dispuse a buscar en las cajas para ver qué iba a usar el día de hoy me di cuenta que la mayorista de mi ropa es negra, o sea me encanta el color negro, obvio que no soy de esos grupos dark ni nada del estilo, al contrario me encanta My Little Pony y no me avergüenzo.

Me vestí con unas calzas negras y una blusa también negra hasta debajo de mis muslos, llevando siempre el cabello suelto, muy rara vez me lo sujeto, así me siento más libre. Un poco de maquillaje, delineador, mascara de pestañas, gloss y ya estaba lista.

Al bajar las escaleras me encuentro a mi hermano sentado muy cómodamente frente a la gran pantalla que tenemos.

–Veo que no planeas desayunar –me diriji hacia la cocina–

– Simplemente estaba esperando a mi bella hermanita para que me haga los waffles que tanto me gustan –se dio la vuelta regalándome una de sus sonrisas que siempre me hacían caer–

–Manipulador –susurré y comencé a cocinar–

–¡Te escuche! –rió–

Luego de que desayunaramos mi hermano tan amable se decidió llevarme al colegio, que a diferencia de Londres ahí ambos teníamos cada uno su auto.

–Cuídate Lena –sonrió–

–Shhh –hice una seña para que se callara– Si si, nos vemos a la salida, cuidate tu también.

Escuche el motor rugir perdiendose entre las calles de la cuidad.

Nota mental: Soy Megg Flixer.

Había miles de estudiantes afuera de la escuela, aprovechando a socializar estos últimos minutos antes de entrar a clases.

Me diriji hasta la secretaria en donde me atendió una señora de unos 60 años que me dio mis horarios y los nombres de los salones correspondientes. Así que aproveche estos minutos que quedaban para ''familiarizarme'' con el lugar.

Creo que era como toda otra escuela, chicas plasticas, nerds, deportistas, populares, invisibles. Yo en mi anterior escuela era popular pero con los pies en la tierra, o sea era amiga de todos pero no me creía especial ni mucho menos superior. Ya deberían acabar esas clases sociales dentro del instituto, eso no define el tipo de personas que eres.

Sonó la campana sacandome de mis pensamientos, así que mis ojos buscaron en el horario mi próxima clase, Educación cívica, genial empezar el día con leyes, ¿más sarcasmo?

Por supuesto, como tengo tan buena suerte tarde un poco en encontrar el salón, y cuando entré aproximadamente 50 ojos estaban sobre mi, era incomodo, hasta que una voz -supongo la del profesor-rompió el silencio, lo cual agradecí mentalmente.

–Creo que ha llegado un poco tarde señorita –frunciendo el señorita–

–Si, lo siento mucho es que soy nueva y no encontraba el salón –sonreí de lado– no volverá a pasar.

–¿Su nombre? –mientras su mirada buscaba en la lista–

–Megg, Megg Flixer--sonreí para disimular mis nervios--

–Si, aquí estás –anotó algo en su libreta para luego mirarme– adelante ya puedes tomar asiento–

Literalmente corrí hacia el primer lugar disponible que encontré, no quería pasar mas tiempo parada del necesario.

La clase estuvo bien, ya era un tema que conocía así que resultó un poco fácil y se hizo más ligera.

Cuando acabó, salí del salón y me decidi a buscar de antemano el siguiente, ya que no quería volver a pasar eso de nuevo.

Por supuesto que todo no podía salir bien ya que cuando tocó la campana yo todavia buscaba en los pasillos desesperada el salón. Hasta que alguien me toco el brazo, llamando mi atención

–Hola– un chico de ojos marrones me sonrió– ¿Megg cierto?

–Si, así es –sonreí–

–Me llamo Justin –sonrió–estábamos en la misma clase y por lo que veo, llegas tarde tambien a la proxima.

–Pues si –suspire– y tu también por lo que veo.

–Si quieres puedo acompañarte, conozco todo sobre esta escuela , cada rincón –giño el ojo–

–¿De verdad? Gracias –sonrei–

Cuando llegamos a la puerta del salón -que no estaba tan lejos- me despedí de Justin y al entrar no me hicieron tantas preguntas ya que se ve que ya estaban avisados.

Cuando me senté, un papel voló a mi asiento, así que lo abrí...