Capítulo XVI: Cómo vencerlo

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La noche anterior había acabado en un completo fracaso

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La noche anterior había acabado en un completo fracaso. Alex y yo jamás habíamos creído que el demonio se saldría de su juego original. Ni siquiera sabíamos cómo había descubierto que Norman había escrito los diarios, aunque nos alegraba haberlos salvado. Por desgracia, no podíamos decirle al padre de Alex que los teníamos, no sin antes leerlos.

El hombre estaba destrozado, parecía que habían matado a la persona más amada de su vida. Norman estaba tan ensimismado con su dolor que no había notado cuando Alex llevó a Bob al veterinario, tampoco cuando regresó con la mascota con las patas enyesadas.

—Me preocupa mi padre, es como si alguien hubiera muerto —susurró Alex, con los ojos clavados en su progenitor.

Estábamos en la habitación de mi amigo, asomados por la ventana, viendo hacia el patio. Norman salía y entraba del galpón. Se encontraba juntando los restos del trabajo de su vida.

—Ese estudio junto con esos libros eran como otro hijo para él, es como si hubieran matado a tu versión en papel —traté de ejemplificar para que lo comprendiera.

Aunque a mí me parecía que Norman exageraba. Era una persona inteligente, todo lo que importaba no le sería muy complicado de recordar y, si no lograba hacerlo, siempre podía repetir los viajes y encontrar los detalles que no había notado la primera vez que estuvo en el lugar. Además, todo el mundo sabía que para eso servían los respaldos digitales, si él no hubiera sido tan paranoico, en ese momento no tendría nada que lamentar.

—No creo que sea para tanto...

—En la noche estuvo llorando mientras que los bomberos apagaban el incendio —obvié—. Él no está en una posición en la que puedas defenderlo, Alex.

El moreno hizo una mueca con los labios y despegó la mirada del cristal para dirigirla hacia mí.

—En cuanto mi padre salga de allí, debemos ir a buscar los diarios en la casa del árbol, para comprobar que el demonio no se los llevó.

—Lo sé. —Dudé por unos segundos y finalmente me decidí en contarle lo que sospechaba—. Anoche no tuve ni una sola pesadilla, Alex.

—¿Qué quieres decir?

—El demonio estuvo aquí, ocupado, y yo no tuve ninguna pesadilla. —No encontraba las palabras exactas para expresarme.

—Si quiere meterse en tu cabeza, tiene que concentrarse solo en eso... —razonó Alex.

Asentí, conforme con su capacidad deductiva.

—Debemos encontrar una forma de distraerlo más seguido —expresé un poco emocionada.

Solo había sufrido dos noches de pesadillas y charlas de su parte, no necesitaba más.

—Tal vez en los diarios encontremos algo. —Me arrebató el celular de la mano y lo desbloqueó. Fruncí el ceño, era imposible que supiera mi contraseña, la había cambiado el día anterior—. Le estoy enviando un mensaje a tu tía, ella va a poder distraerlo un poco hasta que nosotros busquemos los diarios —me explicó—. Listo, dice que en unos minutos viene.

Noche de tormenta (completa)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon