CORØLARIO {Stony/Ironstrange}

De dedo en dedito

Tony estaba arreglando algunos papeles para dar de alta a Peter, así que estaba en el piso de abajo, charlaba con Strange mientras firmaba aquellos papeles

—¿De verdad?

Tony rió suavemente —Sí, dijo que quería hacer una fiesta e invitar a todos sus amigos, así que sí, Wade entra en esa lista

—¿Y como lo buscaras?

—No lo sé— Firmó una hoja más —Nunca supe nada de él

—¿Ni padres, ni nada?

—No, nada de nada. Peter nunca me dijo algo que me ayudara a saber más sobre él

—Supongo que por eso nunca te cayo bien

—Tienes razón

—Además intenciones extrañas con Peter

Rió ampliamente —Agh... Sí, maldito niño precos

Stephen correspondió su risa y por un momento Tony pensó que quizá estaría bien si volvieran, realmente parecía como si no hubiesen terminado, a excepción de que ahora las conversaciones de sentían un tanto incómodas. Pensaba en eso hasta que sintió que Stephen jalaba de su manga lo que lo extraño, levantó su mirada y este solo lanzó un vistazo hacia atrás de él para darse la vuelta e irse. Tony interpretó aquello como un obvio "mira quién está atrás" así que volteó ya con la idea de quién podría ser

—Tony...— Habló el rubio en cuanto lo vio girarse —Hola, no pensé encontrarte aquí abajo

Pudo notar un pequeño ramo de rosas que Steve llevaba entre las manos y sonrió —Te había contado que ya darán a Peter de alta, ¿no?

—Oh, sí, es verdad. ¿Arreglando algunos papeles?— Tony asintió con suavidad —Ah, yo... Te traje esto

La sonrisa de Tony se alargó ampliamente y recibió el racimo —Gracias, te juro que ya no las pisaré

Steve rió nervioso y sobó su nuca —Y... ¿Cuando dan de alta a Peter?

—Mañana en la mañana, se suponían que sería hoy en la tarde pero no sé por qué decidieron que mejor no

—¿Y tú qué preferías?

—Hoy en la tarde, la verdad es que siento que ya llevamos mucho tiempo aquí

—Bueno, es que es la verdad

Rió —Sí, pero ya nos iremos. Ya no tendrás que venir todas las mañanas

Sólo bastó esa pequeña oración para que Steve sintiera el balde de agua fría caerle encima

—Rayos, es verdad. ¿Cómo te seguiré viendo?

Tony sonrió de medio lado —¿Quieres seguir viéndome?

—Por supuesto que sí. Eres como aquellas obras de arte que no importa cuántas veces ya la hayas visto, sigues deteniéndote una y otra vez

El castaño rió avergonzado pero sin duda algo coqueto —Pues... Podríamos seguir viéndonos, no sé... Salir a algún sitio

—¿De cita?— Preguntó emocionado

—Jajaja, puede ser. Depende de ti— Tony dio un ligero paso hacia delante logrando avergonzar al Capitán

—Sí... De cita...

Ambos se miraron como si quisieran decirse más o quizá besarse o abrazarse, incluso tocarse. Se miraron como sí fueran todo y nada

—¿Qué te parece si vamos a comer?— Rompió, Tony, aquella tención