CORØLARIO {Stony/Ironstrange}

No todo está perdido

Realmente no estaba muy seguro de cómo había hecho todo lo que tenía que hacer en la mañana, simplemente no se acordaba de nada. Tony se había despertado, quizá con un ligero dolor de cabeza, había servido leche para su hijo y también lo había ayudado a vestirse, él se había vestido, había arrancado el coche, había conducido el coche y había llevado a su hijo hasta la escuela, todo eso y no recordaba como lo había hecho. No había bebido mucho, quizá sí, pero realmente no lo recordaba. Tony no estaba despierto durante todo el tiempo que había tenido en la mañana y aún así, cumplió con sus principales responsabilidades; pero en cuanto llegó, se tumbó en el sofá y volvió a quedarse dormido, hasta que por si mismo se levantara, cosa que le decepciono, esperaba despertar como a las 12 cuando en realidad despertó a las 10, sólo había dormido 2 horas y ya no tenía más sueño; decidió que era buena idea levantarse e ir a visitar a su amiga, pues la noche anterior no la había visto y quería contarle lo que había pasado, sólo volvió a tomar sus llaves y salió caminando de su casa en lugar de conducir.

Tony quería pasar por un café, a ese lugar en donde usualmente solía ir por las mañanas, caminó por la acera y vio algunos puestos de flores, siempre se ponían ahí juntos y olía delicioso pasar por ese lugar.
A unos pasos del café y a unos metros después de esos puestos de colores, apareció de la nada, frente a él, un rostro conocido

—Señor... Tony

—Oh... Amm... Hola

—No esperaba, bueno realmente sí, pero no quiero quedar mal. Ah... Perdón, yo...— Decía con nerviosismo

—Tranquilo, Stephen con ph. Sólo dilo, ¿qué pasa?

Stephen sonrió suavemente —Quería disculparme, por lo de anoche. Fuí muy rápido y yo sé por lo que has pasado y quizá no debí...

—Hey, hey— Tony interrumpió —No tienes por qué disculparte, está bien

—Pero...

—Está bien— Aclaró —Además, te dejé sólo en la fiesta, yo debería de ser quien se disculpe

—No, no, eso no tiene que ser así

—Bueno...— Tony miró la cafetería detrás de Stephen —Qué te parece si te invito un café, para agradecerte

—¿Agradecerme? ¿Por qué?

—Por la mejor noche que he tenido en mucho tiempo

Tony se paseó de una manera sensual, como los gatos, por enfrente de Stephen hasta cruzarlo y dirigirse a la cafetería, fue seguido inmediatamente por el hombre que ahora caminaba a su lado. Entraron para sentarse en una de las mesas cercanas al cristal y una joven les tomo su pedido, que no tardo nada en llegar. Platicaban un poco sobre la noche anterior y ambos se disculpaba y agradecían pero entonces Stephen sin pensarlo realmente, le tomo un sorbo a su café, cual obviamente estaba caliente y se quemó los labios

—¿Estás bien?

—Sí, sí, estaba distraído mirándote

Tony sonrió ampliamente —Una vez, también estaba tomando café distraído, aunque realmente no miraba a nadie, sólo estaba distraído y le tome, pero un buen trago y estaba tan caliente que me asusté y dolió, así que dejé caer el vaso, pero salió peor, me callo en las piernas y...— Tony se detuvo, no quería decirlo, pero ¿y qué? —Lloré, aunque yo lloro por todo

—Creo que está bien que puedas llorar cuando quieras, hay mucha gente que no puede

—¿Tú lloras?

—Humm... No, a veces, sólo cuando me enojo demasiado. Pero por otras emociones no puedo llorar

—¿Y si es por amor?