CORØLARIO {Stony/Ironstrange}

Arca de Regeneración

Tony no hubiese despertado esa mañana si el sol no cegara sus ojos, con un leve quejido se tallo y revolcó en su cama, termino boca abajo y con la almohada sobre su nuca; no duró mucho tiempo así, pues saberse despierto y con su habitación alumbrandose cada vez más le generaba una sensación de incomodidad. Tony rodó una vez más hasta la orilla del otro extremo de su cama, ahí se detuvo sólo un poco antes de que cayera al suelo y de un modo descuidado se arrebato las cobijas de su cuerpo, bajó uno de sus pies en seguido del otro, sobó su pecho desnudo, tallo uno de sus ojos, bostezó y entonces se decidió a cambiarse. Viernes comenzó con los datos típicos de la mañana, como la temperatura, clima, hora y fecha, la cual nos apuntaba un bello sábado de febrero, soleado pero fresco; los sábados de Tony eran armas de doble filo, o podían ser muy buenos o podían ser muy malos, si tocaba la primera, entonces se la pasaría con su hijo viendo alguna película y mejorando su traje y reactor, pero si tocaba la segunda opción, entonces lo más probable es que recibiría una llamada de Pepper en cuanto dieran las 12, hora a la que le faltaba muy poco para llegar. Una vez que se sentía apto para andar por su casa (o sea unos pants grises, playera de su empresa y claro está que descalzo) salió en dirección a la habitación de su hijo, empujó con suavidad la puerta que ahora ya había dejado atrás, se sentó a un lado de su pequeño hijo y observó por unos segundos su respirar; un pensamiento vino a su mente, quizá sólo era cosa de Tony, pero su hijo, apesar de ser adoptado tenía gran parecido con él; Tony decidió moverlo y llamarle, quería que desayunaran juntos, además ya no era temprano y no quería mal educarlo como a él para que siempre se quede dormido y llegue tarde a su trabajo. Peter no tardo mucho en despertar y en cuanto Tony pudo ver sus ojos abrirse un poco, comenzó con la charla

—Buenos días, niño— Volvió a darle un empujón —¿Ya viste el reloj que tienes de aquel lado?

—No...— Dijo somnoliento

—Pues míralo, porque ya es tarde

—Pero es sábado

—¿Y? ¿Acaso los sábados no desayunas?

—Sí— Se dibujo una sonrisa en sus labios

—Pues a levantarse— Tony inicio una seción de cosquillas y entonces los revoloteos y risas de Peter no se hicieron esperar —A levantarse, a levantarse

—Ya... ¡Ya! Papi...— Hablo entre risas —... Me levanto, me levanto

—¡Bien! Levántate mientras yo preparo el desayuno, ¿te parece?

—¡Sí!

—Vale, te espero abajo

Tony dejo a su hijo, quien se quitaba las cobijas con mucha lentitud dentro de su cuarto, mientras se disponía a preparar un rico desayuno, aunque esa idea de desayuno perfecto se fue por la borda en cuanto abrió la nevera, ¿qué es lo que podría hacer? Era la pregunta que rondaba por su mente en ese momento, giro su rostro para ver la alacena en donde guardaba las donas, estaba a un paso de dirigirse parara allá, pero no, quería hacer algo más que solo sacar donas de la alacena, así que regresó a la nevera y con la misma emoción con la que la había abierto tomo una caja de waffles y el jugo de naranja, justo en el momento que los sacaba del aparato, su hijo bajo para sentarse en la isla

—¿Waffles? ¿Te despertaste con el pie derecho, papi?— Pregunto con una sonrisa

Tony rió —Así es— Coloco sus platos sobre la mesa —¿Qué quieres, chocolate o miel?

—¡Chocolate!

—Buena elección

Tony fue hasta la alacena al lado de la de las donas y saco el chocolate líquido, de paso tomo dos vasos en los que sirvió jugo para ambos. Decidieron comer ahí, en la isla y después irían frente a la televisión a ver si había algo; el pequeño termino de desayunar primero y emocionado fue a ver alguna caricatura en el televisor; Tony estaba por terminar y en cuanto lo hizo levantó los platos y vasos para juntarlos en el lavadero, tenía que lavarlos pues aún no contrataba a nadie para ese trabajo después de lo sucedido, pero tampoco pensaba contratar a alguien y no le preocupa.