1. Comienzo

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—Me arrepiento de haber acabado así.

Obito no quiso abrir los ojos por el simple hecho de saber que estaba con vida. Sintió el frío pasto por todo su rostro y pecho, estaba desnudo desde la cintura hacia arriba (recordó vagamente el porqué se había roto su polera mientras luchaba contra Kaguya) suspiró y se dio media vuelta para quedar tirado boca arriba, alcanzando a ver las ramas de los árboles y algunas pocas estrellas.

Ahora, volviendo a su desgracia: Estaba aún con vida.

—¿Qué más quieres de mí, mundo? — susurró con un ligero enojo, literalmente sus últimos recuerdos eran que estaba apunto de morir mientras le decía a Naruto que se arrepentía de todo lo que hizo y que confiaba en que él pudiera llegar a ser Hokage -cosa que yo no pude-.

El Uchiha ya no tenía ganas de vivir, simplemente así y de la nada aparecía en medio de un bosque aún con vida.

Que cruel mundo.

Cerró su puño con fuerza, enterrando sus uñas en su piel hasta que sintió algo tibio rodar por su palma.

Dolor, identificó. Dolor físico.

Si sentía dolor era porque estaba vivo, pero el dolor de su palma era el único dolor superficial que sentía, cosa que para él era algo totalmente contradictorio a lo último que recordaba estar haciendo. Deberían de dolerle los ojos, abdomen y todo el cuerpo, pues se estaba casi convirtiendo en nada, fue como si las heridas de su última batalla hubieran sido curadas sin razón alguna.

Supo claramente que no podía quedarse mirando el cielo hasta morirse de hambre por dos razones:

1° Tenía que averiguar qué había pasado.

2° No podía morirse de hambre. (Aunque quisiera, maldito cuerpo implantado con células milagrosas)

Mientras tanto Minato y Fugaku  fueron a las coordenadas que el Tercer Hokage les había dado, hace unas semanas habían recibido una profecía. Vendría alguien del futuro justo esa noche y a esa hora y ambos estaban encargados de encontrarlo sin importar que.

El rubio de ojos azules, Minato Namizake, se encontraba bastante nervioso al recordar como su sensei había ido con el tercer Hokage a contarle la novedad.

A Minato se le hacía bastante difícil poder creer aquello, alguien venido del futuro... aunque bueno, teniendo en cuenta la existencia de jutsus, chakra, bestias con cola y demás no era algo tan extraño.

La profecía no era muy exacta, parecía ser más bien una advertencia para lo que se venía.

"Alguien del futuro llegará a Konoha causando gran impacto" había sido prácticamente el mensaje.

Después de una extensa investigación por siete días se había llegado a la conclusión de que cambiar el futuro era imposible, por lo que no entendían la clase de impacto que habría aunque  por su puesto que la Aldea estaba preparada por si esa persona planeaba un ataque, tenían las medidas necesarias y justas.

Aunque claro, ni Minato ni Fugaku estaban preparados para ver quién era esa persona del futuro.

Lograron reconocerlo de inmediato, un hombre boca arriba mirando el cielo, cabello negro, ojos negros y una cicatriz en todo el lado izquierdo de su cara. Se trataba de Uchiha Obito.

Estaba muy cambiado, alto y fuerte (lo podían notar gracias a la falta de ropa del Uchiha futuro)

Obito al escuchar pasos se levantó lentamente de donde estaba, cuando levantó la mirada no pudo evitar horrorizarse ¡estaba viendo gente muerta!

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