12. El puente Kannabi

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Lean el capitulo anterior para recordar.

1/2. Esto no significa doble actualización sorreh, sino que es porque este y el próximo capítulo serán cortitos para ya ser más extensos.

La parte dos de esta historia tiene muchos acontecimientos y saltos de tiempo para llegar hacia la generación de Naruto.

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[...]

Él creyó que dolería, él creyó que sentiría cada parte de su cuerpo siendo aplastada, cada vena de su cuerpo explotando por la fuerte presión, cada hueso rompiéndose en docenas de pedazos dentro de él que a su vez perforarian órganos y músculos, y que estos pedazos atravesarían su piel.

Creyó que los pulmones se le destrozaron a tal punto de tan solo tener unos segundos para poder despedirse de sus amados compañeros.

Hasta también pensó que por culpa de la presión en su estómago la sangre acumulada en su garganta no lo dejaría hablar.

No fue así.

En el momento que vio que a Kakashi le caería esa roca encima hasta matarlo Obito lo supo. Fue como una revelación, o una puerta la cual fue abierta repentinamente por un segundo desde el otro lado.

Las palabras de Obito-san habían abierto esa puerta escondida entre la conciencia del menor.

—¿Por qué tienes esa cicatriz?

—Por culpa de una roca.

—¿Y cómo nos pasó eso? Digo, ¿como te pasó? aunque bueno también me pasará a mí ¿no?

—Fue en una misión, había un derrumbe y para evitar que alguien no muriera lo empujamos y salvamos la vida. Quedamos como puré, maldita roca, de vez en cuando la maldigo.

Aquel recuerdo enterrado en lo más profundo de su mente salió a flote cuando vio a Kakashi en peligro.

Obito sabía que en el futuro serían amigos, que su rivalidad u odio injustificado no duraría para siempre, pero para que eso pasara se necesitaba a Kakashi vivo.

Sí, Obito creyó que le iba a doler.

Sin embargo.

No sintió nada.

No había dolor.

No sentía nada.

—¡Obito! —gritó Kakashi con la voz inundada en miedo. Obito solo sonrió con gracia. Solo fue cuestión de tiempo para que Rin también notara la situación y en menos de dos segundos ya tenía a los dos a su lado, con Rin sujetándole la mano y Kakashi tratando de mover la enorme roca que aplastaba la mitad de su cuerpo.

—Maldición —susurró Kakashi al aceptar que sus intentos eran en vano, que nada servía—. Maldición... ¡maldición! ¡maldita sea! ¡maldición, maldición, maldición!

—Está bien Kakashi...

—¡No! —gritó el aludido ofendido—. ¿¡¿Cómo se te ocurre decir que está bien?!? ¡no puedo usar el chidori porque te haría más daño y no soy lo suficientemente fuerte para mover esta maldita cosa!

Rin se tapó la boca con su mano libre y dejó soltar lágrimas silenciosas junto con un sollozo ahogado. Escuchar los lamentos de Kakashi era una agonía brutal.

—Chicos, chicos —trató de calmarlos el Uchiha sonriendo con tristeza—. Váyanse y cumplen la misión, estaré bien.

—¿Cómo es que vas a estar bien? —sollozó Kakashi con un hilillo de voz, sujetándose el pecho con dolor.

—Obito-san —susurró Rin con un poco de esperanza, Kakashi la miró de inmediato, se le había olvidado esa parte por completo. Estaba tan ocupado lamentándose que no estaba razonando—. Obito-san está vivo ¡él nos dijo de forma indirecta que esto pasaría! ¡Sobrevives a esto!

—¿Pero cómo? ¿Cómo se salva de esto? ¡Es casi impo-

—No importa como fue —habló Obito en voz baja, pues era el único tono de voz que podía emplear estando en tal estado—. Solo peleen contra los demás ninjas que quedan y váyanse. Total, sobrevivo, ¿no? Les prometo ir a buscarlos cuando esté bien.

—¡Obito! —se quejó Rin llorando.

—Descuida, quiero esto.

—Promete que volverás.

—... lo prometo.

Kakashi empezó a lamentarse y a quejarse con el viajero del futuro.

Estúpido Obito-san.

¿Qué es lo que trama?

¿Por qué no les advirtió?

¿Por qué desapareció hace un año?

¿Por qué no les contó sobre la tercera guerra ninja?

¡Habiendo tantas posibilidades de detener todas esas tragedias! ¡De usar su poder combatiendo!

¡Maldición! ¡Se notaba que era poderoso! ¿Por qué no hizo nada?

—Rin, necesito que me hagas un favor.

—¿Q-qué?

—Necesito que le des mi ojo a Kakashi.

Y sin saberlo la historia se repetía, pero con dos Obito en la misma linea temporal.

Pero Obito-san tenía un plan.

Que esperaba que no fallara.

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