Juntos

Ammemait

"Amemait: en casi todo el mundo ha sido relegado al terreno del olvido, pero los egipcios lo conocen bien y lo temen mucho más que al hipopótamo o al cocodrilo. Esta criatura posee el enorme torso del hipopótamo, larga cola de cocodrilo, patas, zarpas y melena de león y mandíbula y hocico del anterior reptil.

Sus hábitos de alimentación son similares a los del cocodrilo, pero se sabe que también ha cazado hipopótamos. Se oculta en el barro, entre los juncos, donde pasa su mayor parte del día, y hay constancia de que haya volcado barcos y devorado a los pasajeros.

Esta criatura se dibujaba en los bestiarios religiosos como un castigo divino para simbolizar el justo castigo de los pecadores.

El amemait se conoce también en Asia. Sus derivaciones son los makara y los kalamakara."

Draco frunció el ceño. No había más. Qué raro. Esperaba más información sobre las derivaciones asiáticas.

Cerró el libro y esperó a que Potter terminase de copiar.

Harry dejó la pluma.

-Bueno, creo que con esto hemos terminado por hoy, ¿no?

-Potter. Llevamos tan solo quince minutos aquí. De verdad, no puedo creer que seas tan vago.

-Pero si hemos tenido que buscar el libro, hacer un resumen...eso es mucho esfuerzo... además hace un día precioso. ¿Ves?- Harry señaló el cielo que se veía tras la ventana de la biblioteca. Despejado y sin nubes. Completamente azul.

Draco le miró enfadado.

-Eres un vago redomado, Potter.

-Ya. ¿Qué?¿Nos vamos?- Harry se levantó.

Draco no tuvo más remedio que seguirle.

-La próxima vez vas a buscar tú. Me das muchos sermones de niño bueno, pero a la hora de ponerte a trabajar...

-Oh, cállate.- le pegó un empujón.

Draco le dio un codazo.

Así, entre codazos y empujones, fueron por el pasillo, hasta encontrarse con Albus Dumbledore.

-¡Director! Por fin ha llegado... ¿nos levantará el castigo?- Harry le miraba suplicante. Draco frunció el ceño. Parecía que no le gustara estar con él. - Hace un día estupendo para volar...y así no se puede montar en escoba.- señaló las cuerdas.

Dumbledore los miró evaluando.

-Mh... me temo que su actitud no haya cambiado en mi ausencia, señores. Si no recuerdo mal estaban peleándose de camino aquí..

Draco abrió los ojos como platos.

-¡Qué va! Estábamos... estábamos bromeando. Si nos llevamos muy bien, ¿verdad Harry?- cogió a Harry del brazo. El moreno asintió.

-Mh... ya veo. Bien, si se siguen llevando así durante el resto del curso, tal vez no tengan que pasar el verano atados. Hasta la vista.

Y se fue a su despacho.

Draco, aún agarrado al brazo de Harry, le miró.

-¿Pretende dejarnos así hasta el verano?

-Eso parece.

Draco sacudió la cabeza y arrastró al Gryffindor hacia fuera.

-Vamos.

La verdad era que hacía un buen día. Demasiado sol para ser otoño y los alumnos estaban tirados todos en la hierba, separados. A un lado Hufflepuffs y Ravenclaws y al otro Gryffindor y Slytherin.