Prueba

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Después de unos minutos de silencio, Dumbledore alzó las manos en un gesto que pedía claramente calma.
- Bien, de acuerdo. Tranquilizaos. A ver Harry, dame esa carta. - pidió el director amablemente. Harry obedeció y se la tendió.
Mientras Dumbledore leía, Snape se había acercado a Draco y le había puesto una mano en el hombro. Harry no lo sabía, pero Severus directamente le estaba leyendo la mente para ver qué ponía en la carta.... Y cosas más interesantes (aunque algunas ya las sabía) Draco por su parte estaba muy quieto y preocupado. Miraba a Severus y Dumbledore como pidiendo ayuda y se mordía el labio inferior. Él no quería la marca, ni quería servir a Voldemort... pero su padre... si no lo hacía se pondría furioso y además podía resultar peligroso, Voldemort podría, podría....
- Muy bien, chicos, no hay ningún problema. – dijo Dumbledore sonriendo amablemente tras sus gafas.- podéis estar tranquilos y volver a vuestras ocupaciones.
- Pero...Lucius...- protestó Harry.
- Potter – le cortó Snape- supongo que ya sabrá el hechizo y antídoto para cada uno de los animales de la lista...- dijo separando la mano de Draco. Harry cerró la boca.
- Os sugiero que sigáis con ello – prosiguió Dumbledore- lo demás no importa. Nadie puede aparecerse en Hogwarts, Harry. Y si viene por su propio pie, le veremos. No hay que temer nada. Ahora, seguid buscando, ya queda poco tiempo y... bueno, creo que no pasa nada porque lo sepan, ¿no Severus?
Snape apretó los labios.
- No, supongo que no. Potter, Malfoy, Granger, Weasley. Escuchad con atención. Va a haber una... especie de cacería. Dentro de tres días deberéis haber aprendido hechizos contra cada una de las criaturas y, por supuesto, las características de cada una. - al ver que los chicos no respondían, añadió- Porque se os soltará en medio del bosque, debidamente hechizado para emular los habitat de cada uno, y tendréis que llegar hasta el fondo del bosque para superar la prueba.
- Pero...- Draco parecía confuso- ¿qué es lo que demostraremos en la prueba, exactamente?
- Absolutamente todas vuestras cualidades, señor Malfoy. Todo lo que habéis aprendido este curso, los hechizos de desarme, paralizante, las pociones, todo.
- ¿Pociones?¿Es que vamos a llevar un quit de pociones por el bosque para cada animal?
- No sea estúpido, Potter. Como ya he dicho, el bosque sufrirá algunos cambios. En cuanto estéis seguros de qué poción utilizar, bastará con que digáis su nombre para que aparezca. Pero solo tendréis una oportunidad. Una poción por animal. Los hechizos son ilimitados. Espero que halláis estudiado bien.

Cuando salieron del despacho estaban un poco conmocionados y se habían olvidado por completo de la carta de Lucius. ¿De verdad les iban a soltar en el bosque, rodeados de bestias, con las varitas y pociones y solos?

- Creo que es una brutalidad y totalmente innecesario.- Hermione se había cruzado de brazos al llegar a la sala común de Gryffindor. Draco se había dejado arrastrar, siempre atado a Harry.
- Piénsalo, Granger.- dijo de pronto- Después de enfrentarte a un dragón?¿tendrás miedo de un mortífago?
Hermione tuvo que darle la razón.
- Oh, no, dragones otra vez no, por favor.- dijo Harry en un suspiro.- Esta vez no tendré mi escoba para escapar.
- Pero tendrás conocimientos que antes no tenías.- dijo Hermione.
- Lo que sigo sin entender es para qué sirve todo esto. – dijo Ron repatingado en el sofá.
- Yo creo que es como en el ejército.- musitó Harry pensativo- Quieren saber si estamos preparados para lo peor. Observar al enemigo, conocer sus costumbres y puntos débiles, saber cómo atacar. Es igual que lo que...pasará en la guerra. Porque habrá una. Y estaremos en medio.- al final bajó la cabeza, decidido a no pensar en ello, pero sabiendo que no tenía remedio.
Todos estaban callados, cada uno en sus propios pensamientos, mirando el fuego o la nada. Draco miraba al techo pensativo.
- Pues ahora que lo sabemos, deberíamos terminar de encontrarlos cuanto antes, saber cómo vencerlos. Bien, Potter, nos vamos.
- ¿Eh?¿Dónde?
- Estamos atrasados en hechizos de ataque. Vamos a ver a tu querido licántropo.
Harry parpadeó, pero tuvo que levantarse, pues Draco ya estaba andando y la cuerda mágica tiraba de él. Se despidió de sus amigos y siguió al rubio.
Cuando llegaron al despacho del profesor Lupin, la puerta estaba abierta. Al asomarse Harry vio una sombra que le resultaba familiar.
- ¿Sirius? – susurró. Pero la sombra ya no estaba. Se adentraron en la clase.
Remus Lupin estaba sentado en el escritorio, escribiendo algo y haciendo copias. Cuando los vio llegar, levantó la cabeza y sonrió.
- Chicos. ¿Qué tal?¿Queríais algo?
- El profesor Snape nos lo ha contado todo.- dijo Harry yendo directo al grano- Queríamos aprender algunos hechizos más para saber...defendernos contra los animales. Porque no creo que un aturdidor sirva contra un dragón.- agregó.
Lupin sonrió como solo él sabía hacerlo. A Draco no le gustaba que hiciera eso mirando a Harry. Se sentía celoso.
- Pues si, como tú dices, habrá animales que no acusarán efecto, así que tendréis que saber exactamente la capacidad y fuerza de cada uno, antes de lanzar el hechizo.
- ¿Y cómo sabremos eso? – preguntó Draco de mala gana.
- Fácil. Con un hechizo muy sencillo que muestra el potencial de tu enemigo, su aura. Si el aura es fuerte, debéis tener cuidado. Además tendréis que ver de qué color es.
Cogió uno de los pergaminos que estaba haciendo y se lo tendió a los chicos.
- Este esquema lo tendréis que memorizar. Cada chico tendrá uno hasta el día de la prueba.
Harry y Draco miraban el pergamino. Era extraño.

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