Juntos

Desatados

(NA: Buenas a todos, siento mucho la espera. Sigo viva, estaba sin inspiración, pero vuestros comentarios me hacen reír mucho. Así que me he animado a escribir de nuevo. Tened en cuenta que empecé a escribir esta historia cuando todavía era muy joven, así que probablemente la narrativa será algo diferente. No me odiéis por ello. XD.)

(NA: me alegra ver que habéis estudiado los datos de las criaturas y habéis averiguado las adivinanzas. Eso está bien, sois aplicados.)

(NA: no, la sombra extraña no es Lucius ni Voldemort.)

(NA: creo que en algún momento ha habido alguna confusión respecto a si ya les habían atado antes a estos dos. No, es la primera vez.)

Y allá vamos...

Draco seguía a Harry por el bosque. (Lo que, en realidad no era tan buena idea como se vería a continuación.) Harry, por su parte, seguía a Puk. O en realidad seguía a una cosa que volaba y que según Harry era Puk. La cosa es que, aunque llevara las gafas puestas, entre tanto caminar, revolcarse en el suelo, etc., etc., las gafas de Harry estaban bastante sucias. Por su parte, Puk, iba hacia donde él creía que estaba el pantano de las Sluagh. Según recordaba la última vez que había estado allí, era por ese oscuro y tenebroso camino lleno de árboles medio muertos al fondo a la derecha.

- ¿Falta mucho? -preguntó Harry. Solo quería lanzarse a luchar, capturar al bicho y largarse de allí cuanto antes. Le estaba empezando a picar todo el cuerpo y aunque se rascara, no paraba. Empezó a murmurar para sí mismo y se agachó a coger una piedra que le pareció bonita. A veces hacía cosas sin sentido, pero al final entendía por qué las estaba haciendo, aunque al principio no lo supiese, así que, simplemente, hizo lo que su cuerpo le pedía. Que en ese momento era coger piedras bonitas del suelo y molestar a Puk.

-No, no, esta justo ahí al final. - replicó Puk.

Draco no acababa de sentirse completamente seguro del todo y algo en su cabeza le empezaba a rondar. Y le estaba empezando a picar el cuerpo. A su alrededor ya no había casi luz. Las sombras de los árboles los envolvían en un manto de oscuridad y frescor... y algo fétido. Sí, definitivamente estaban llegando a algún lugar con agua, pero parecía más bien un pantano.

- ¿Puk? - Draco decidió a hablar por fin- ¿Cuándo fue la última vez que fuiste al lago de las Sluagh?

-Oh, fue hace solo unos días. Para espiar sus movimientos y llevar información.

Harry no dijo nada, pero bostezó. Le picaba un brazo. Vio una piedra azul en el suelo que le recordó a Ginny por alguna razón. Se agachó y la cogió.

-No sé porque estoy tan cansado. Aún es de día, pero siento como si hubiesen pasado más. Espero que el próximo lugar tenga un lugar donde dormir.

Al oír esto, Draco se paró.

-Puk, cuando dices "solo unos días", ¿te refieres a días humanos o días de hadas?

El hada se lo quedó mirando y se rascó la cabeza.

-Creo que no entiendo esa información.

Harry los miró a ambos, guardándose las piedras en el bolsillo derecho.

-Es fácil, ¿Cuántas lunas pasaron por el cielo desde que lo viste?

-Ah, solo dos lunas.

Draco estaba mirando el cielo. Sacó la varita e hizo un hechizo de tiempo.

-Harry...

Harry cerró los ojos. Presentía que no le iba a gustar lo que le iba a comunicar el rubio. Masajeó las piedrecitas en su bolsillo para calmarse.