𝗳𝗼𝘂𝗿𝘁𝗲𝗲𝗻

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[after]

Alice despertó, extrañada por el simple echo de que no estaba en la habitación de su hotel. Sabía de quien era esta habitación como la palma de su mano, la había recorrido por cielo y tierra la noche anterior como con otras mil habitaciones que tenía la casa. Era la habitación de pedrito, estaba en su cama, en la cama de pedrito, recién despertando y estaba asustada, ella hacía muchas cosas cuando estaba enojada y esperaba no haber echo una boludez. Traía un hoodie puesto, suponía que era de él.

Pedrito salió del baño de su habitación, acababa de bañarse.—Te despertaste al fin, dormís mucho.

—¿Cojimos?—preguntó Alice, indiscreta.

Pedro trago en seco, no se podía hacer a la idea, pero le hacía gracia.—Ni en tus mejores sueños, gila—sacó un poco de ropa de su cajonera.

—¿Qué hize anoche?

—Terminaste con tu ex, lloraste, te fuiste, casi te matas y eso.

Pedro se acercó a ella, sentándose en la cama y ella se acercó a él, sentándose también.

—Soy una pelotuda—se tapó la cara con las manos, se moría de vergüenza.

El se acercó a abrazarla, ella correspondió, luego de un rato se dio cuenta de que el estaba semi-desnudo y mojado y ella estaba en una cama que no era la suya, se sentía incomoda.

—Estoy bien sola, siempre fue así.

—Sos muy fuerte, darling—dijo Pedro.

—Ya vete a cambiar de una vez por amor de dios—lo empujó, Alice.

—Regresame mi hoodie—continuo el.

—Opa. Si, bueno eso, no va a pasar.

Salió de la habitación y fue directo a subir las escaleras, encontrándose con unas amas de llaves limpiando la casa, antes de entrar a la cocina que era su gran meta para llegar, saludo a las amas de llaves y se adentro a la cocina. Tomo una manzana y se recostó comiendo la sobre la encimera, mientras revisaba su teléfono. Alice quería que se la trahara la tierra cada vez que recordaba lo que había pasado anoche, era una pelotuda y se lo estaba recordando cada dos segundos.

Ni corta ni perezosa llamó a su manajer, a la cual le pidió el grandisimo favor de que si le podía conseguir el primer vuelo que saliera a Monterrey. Terminó la llamada.

Dejó de dar vueltas por toda la cocina y se paró a colgar.—Gracias, me avisas cualquier cosa nena.

Pedro entro a cocina, en busca de algo que desayunar, era el único que vivía en esa casa y estaba consciente.—A dónde vas pelotuda.

—Monterrey—contestó.

—No flaca, vos quedate aquí conmigo, mira que me siento re solo—trató de convencer a su amiga de que se quedara en aquel país, sin embargo ella no cambiaría de opinión—, dale ¿si?

—Vine por el, me voy por el—salió de la cocina, a buscar sus cosas por la casa, por que no tenía ni idea de donde chota estaban—, además tenes a robleis.

—Boe, sos re pesada, dejame acompañarte al menos.

✾ ✾ ✾

Alice sabía que cry ya había despertado, unas 10 llamadas y 100 mensajes lo indicaban. No le respondió ni una sola de los mensajes ni atendió a las llamadas, estaba dolida y necesitaba espacio, todo el qué la sociedad pudiera darle en ese momento.

—Veni acá y despedirte bien flaca.

—Te voy a extrañar, veni a México, mi casa es tu casa—lo abrazó, no sentía la necesidad de zafarse de tan cálidos brazos y se quedó ahí por unos minutos. Se sentía como si en ese momento solo fueran ellos, ese abrazo había causado algo dentro de los dos, no se iban a despedir para siempre pero dolía como si así lo fuera, tal vez era eso. Se separó de los brazos de Pedro, lo miró a los ojos y un revoltijo de cosas se cruzaron por su mente, solo le hizo caso a una de esas cosas, a la que también Pedro le había echo caso. Alice reaccionó primero, tomó en sus manos la cara de su amigo encunandola y acercandola para chaparse a su amigo, él corresponde.

Finalmente ella se alejó, dejandolo a él solo en el medio del aeropuerto confundido por su lo que acababa de pasar era real, que no era un sueño, lo que él había esperado se había cumplido y literalmente podria saltar de la felicidad en ese momento. Alice por otro lado no podía dejar de sonreír, había causado algo dentro de ella y lo admitía, pero aún así no le quedaba duda de que alguien debió haber tomado una foto, había sentido el click de una cámara momentos atrás y podía reconocerlo, tal vez era una buena ocasión para darle celos a cry, no quería jugar con los sentimientos de Pedro, nunca haría eso pero algo muy dentro de ella si quería que cry viera esa foto y dijiera algo al respecto, muy al fondo era venganza.



—littlangxl.

𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐀𝐓𝐈𝐍𝐀 ━ xcryحيث تعيش القصص. اكتشف الآن