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Acabó de publicarse su nuevo video, creyó que tal vez sería buena estrategia de marketing subirlo justo el día después de declarar que le gustaba cry, o tal vez no era marketing y era buen momento para publicarlo. De todas maneras ya lo tenía grabado hace bastante.
Ahora la morena se encontraba acostada en la alfombra en el piso de su habitación, le parecía uno de los sitios más cómodos en los que podía estar y ahí podía pasar horas. Esta divagando para encontrar algo interesante que ver en Internet, su última opción fue twitch y en esa es en la que se quedó dado que vio que sus amigos estaban en directo, específicamente entró al de cry claramente no por favoritismo, no.
Estaban jugando fornite y todavía no se podía creer que habían convenido a natalan de jugar eso.—PERO, HIJO DE PUTA NO ME MATES—le gritó natalan a su contrincante que después de una ardua batalla le mató.
Todos rieron, les hacía gracia que era más fácil matar a natalan que el juego en sí.—Hey, ¿cry todavía estás soltero verdad?—preguntó komanche alargando la "o".
Cry trago en seco, no tenía ni idea alguna que responder y no quería cagarla, pero lo hizo.—Si, de echo.
—Tengo unas amigas que te pueden interesar, digo por si quieres—sugirió el komanche, no quería ver a su amigo soltero toda la vida y trataba de ayudarlo.
—Presentamelas.
Alice quedó en blanco, no tenía por qué demostrarle su enojo, no tenía, pero lo hizo.—"Y yo soy una pelotuda"—sonó el bot de los bits indicando que ya habían llegado los que ella acababa de mandar.
Todos empezaron a reír, era grosero pero de alguna u otra forma les había dado gracia la desgracia de su amigo y el huevo que había acabado de cavar para su tumba.—Creo que se enojo tu morra, eh cry.
Lo qué más le había dado disgusto y enojo a Alice era que la noche anterior habían hablado y habían quedado en ver que pasaba o en palabras de cry "prácticamente salir" pero claramente eso ya se había acabado, y ella se lo hizo notar a cry con un montón de likes en su conversación de whatsapp ¿algo muy inmaduro? si, pero en ese momento no estaba para pensar.
Alice bajo de su habitación hacia la puerta de entrada bajando lo más rápido que pudo sus escaleras, no quería quedarse más tiempo ahí y quería desahogarse con alguien. Tomó su bolso y su teléfono, pensaba en tomar las llaves de su auto pero no estaba en condiciones de manejar y probablemente chocaria.
Emily notó su prisa y se retiro de la cocina para ir al recibidor y ver que hacía su amiga.—¿A dónde vas tan apurada?—cuestionó la rubia.
—Casa de ari—respondió antes de cerrar la puerta detrás de ella.
La casa de Ari y Juan se había convertido en su lugar seguro, siempre la recibían cuando estaba triste o cuando estaba enojada, eso amaba de ellos y ellos amaban que Alice contará con ellos o que llorara en su casa y no en un bar.
Al llegar ari le abrió la puerta enseguida, estaba enterada de lo que pasó y dudaba en que la morena no fuera a su casa esa vez.—Ven aquí pequeñita—le extendió sus brazos ari de par en par pasas que se metiera en ellos y pudieran tener un abrazo el que alice necesitaba pasa empezar a llorar.—Dame una coca, quiero ahogar mis penas—le dijo a su amiga finalizando el abrazo. Mientras esta iba por su bebida por lo menos está vez con cero alcohol, alice revisaba su teléfono viendo que tenía uno o varios mensajes de él chico de los ojos azules queriendo disculparse.
