Melodrama

Track 3, Lado B. Liability.

"La verdad es que sólo soy un juguete que la gente disfruta hasta que todos los trucos dejan de funcionar y después ellos se aburren de mí."

Liability, Lorde.

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TINE

Se siente avergonzado.

No está dormido, no puede hacerlo pero sabe que Sarawat está a lado suyo. No se mueve, no se ha alejado de su lado. Su habitación en la casa de playa está sumida en un silencio que se rompe solamente con el sonido del mar en la distancia. Quisiera abrir los ojos pero la vergüenza que siente es mayor. Aunque se siente agradecido por lo que Sarawat hizo por él, también se siente mal por haberse puesto en medio de una situación como aquella.

Y es que Mil siempre le dice que ese tipo de situaciones es lo más normal en una fiesta. Jamás puede faltar el chico imbécil que intenta algo más contigo y sus compañeros siempre lo han hecho parecer como un halago. Sin embargo, Tine jamás se ha sentido cómodo con aquello. No le gusta que la gente piense que no es más que un juguete con el que se puede hacer lo que uno quiere si puedes pagar por ello. No le gusta tener que ser parte de ese sórdido mundo que se esconde detrás de las pasarelas. No le gusta que Sarawat lo haya visto así, débil y asustado frente a aquel imbécil que interpretó su amabilidad con coqueteo o como una invitación a hacer algo más.

Tine se siente asqueado de sí mismo. Aunque había estado bebiendo alegremente, la verdad es que no lo hizo lo suficiente para estar borracho. Él sabe que debió hacer algo más. Él sabe que todo pasó por culpa suya, porque siempre es culpa suya que los hombres como aquel estúpido de la fiesta no se puedan controlar, ¿no es así?

Al menos eso es todo lo que los diseñadores y los dueños de los negocios de modas siempre dicen cuando a alguna o a alguno de sus compañeros les pasa lo que estuvo a punto de sucederle a él. No es la culpa de los fans, no es la culpa de las personas que pagan las cuentas: es su culpa, es su responsabilidad porque su belleza es provocativa, porque todo el mundo quiere estar cerca de alguien como él y es él quien debería saber cómo controlarlos. Pero él es débil. Él siempre ha sido débil. Él jamás ha sabido como poder salir de esas situaciones por sí mismo.

Tine siente que un par de lágrimas resbalan por sus mejillas y después de eso, no puede contenerse más. Varios sollozos estremecen su cuerpo y él es capaz de escuchar que Sarawat se mueve más cerca y que, con sumo cuidado, comienza a moverlo un poco, lo llama por su nombre como si intentara despertarlo de un sueño que no estaba teniendo. Es en ese momento cuando Tine abre los ojos y en medio de sus lágrimas, mira el rostro lleno de preocupación del fotógrafo.

La escena de la fiesta vuelve a repetirse y Tine no puede explicarse cómo Sarawat fue capaz de enfrentarse al mastodonte aquel que lo atacó. El fotógrafo es demasiado delgado y sin embargo, los golpes que le propinó al estúpido aquel fueron suficientes para noquearlo. Hay fuerza escondida en Sarawat y Tine nota que se trata solamente de un atributo físico. Aquel chico es fuerte y también es demasiado valiente o un tonto de remate porque arriesgarse a defender a alguien del modo en el que lo hizo con él es algo que un cobarde no hubiera hecho jamás.

Y Tine se siente admirado de pronto, Sarawat le parecía ya un misterio pero ahora, su fascinación inicial es algo más, algo que hace que su corazón se acelere cuando la mirada preocupada de los ojos oscuros del fotógrafo se queda fija en él. Tine se levanta de la cama y se queda sentado ahí, las lágrimas siguen saliendo de sus ojos y Sarawat le ofrece un pañuelo y Tine lo toma pero también toma la mano del fotógrafo quien no se aleja de él, él no lo rechaza. Y ahí está de nuevo, esa calidez embriagadora, esa seguridad reconfortante que los brazos de Sarawat parecen prodigar para él y nadie más que él.