Capítulo 21 "En la boca del lobo."

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Tumbó el papeleo que yacía en su mesa, enojado, sus cómplices lo miraron sin entender. Agarro su cabello con furia, ¿por qué Gema había aceptado ser novia de ese imbécil?, se suponía que era solamente suya. No sabía qué clase de estupidez planeaba, pero no podría vencerle, estuvo muchos años planeando su secuestro y cada vez está más seguro de hacerlo pronto, Ángel no podría disfrutar por mucho tiempo a su mujer, no se lo permitiría.

— Emma prepara las cosas, en unas horas iremos a por Gema.

— P-Pero señor, ¿por qué ahora y no la otra semana como habíamos planeado? —interrogo la joven confundida.

— Porque ahora es novia de ese idiota y no permitiré que toque lo que es mío, por eso debemos actuar pronto —ella asintió y se retiró dejando la puerta entreabierta—. ¿Jackson puedes ir por las armas que se encuentran en mi otro despacho? Gracias.

Se desparramo en la silla que se encontraba detrás suya, agotado.

Su plan era secuestrar a su pequeña y llevársela muy lejos, donde nadie la pudiera encontrar nunca, ya tenía los pasajes: la tendría que esconder en el pueblo por algunos días, hasta que llegue el día de subir al avión, pero eso no era un problema para él.

— Tome —le arrojo un cuchillo y una escopeta que ágilmente agarro en el aire, sonriendo—. Emma nos está esperando en la camioneta.

Caminaron a paso lento hasta adentrarse en el vehículo, cuando este arranco y luego de unos minutos aparco fuera de la casa de Gema, se permitió suspirar. Ahora solo debían esperar a que llegara la noche.

— Estén muy atentos, tenemos solamente una oportunidad y si fallamos, no les perdonaré sus miserables vidas —amenazó Jace.

— ¿Usted entrará a buscar a la muchacha? —se animaron a preguntar, el contrario solamente asintió.

— Ustedes me esperaran aquí, con el cloroformo —les dijo luego de unos minutos en silencio.

Luego de mi cita con Ángel todo el mundo se presentó en mi residencia con la excusa de que querían saber cómo me encontraba, cuando era demasiado evidente que querían saber que paso exactamente en nuestra salida.

Planeaba seguirles el juego, si ellos no me preguntaban, yo no les soltaría la sopa.

Mientras Alec y Carolina hacían bebidas para todos, el resto se dedicaba a elegir qué película ver, me dirigí a la cocina en busca de un vaso de agua y antes de entrar escuché la conversación de mis amigos.

— Cuando recogí a Ángel se veía muy emocionado y sonriente, por lo que decidí llevarlo a casa y avisarles a ustedes para que averigüemos lo que ocurrió en esa cita —así que Carolina empezó, no pude evitar reír ante la idea de imaginarme como harían para sacarme esa información.

Agite mi cuerpo, suspire e ingrese en el lugar, me serví un vaso con agua y volví a salir, sin decirles absolutamente nada. Me senté en el sofá junto a Ian, junto nuestras manos y dijo:

— Ya no aguanto más, dinos que ocurrió con Ángel —automáticamente se acomodaron todos mis amigos para escuchar lo que contestaba, inclusive los que se encontraban en la cocina se acercaron para escuchar mejor.

No quería contestarles, no porque no confiara en ellos; sino porque sentía muchísima vergüenza, le había besado.

— Puedes contarnos, Gem. Somos tus amigos —me animo Luke, le sonreí en agradecimiento.

Aun estando algo insegura proseguí a contarles todo, hasta el más mínimo detalle de lo ocurrido, todos escuchaban atentamente para luego darme su opinión al respecto.

El dueño del cristal IWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu