Drake pudo ver, por la cara de la chica, que ella le reconocía. Ahora podía ver sus ojos y erán verde ¿o marrones? juraría que sus ojos acababan de cambiar de color en un segundo.

-Hola- dijo Drake. Podia notar como las facciones y los músculos de la chica se relajaban, pudiéndola notar más encima suya (cosa que le hacía arder por dentro y se contuvo como pudo de la necesidad de agarrar aquellas caderas que parecía que encajarían perfectamente en sus manos)

-No es por nada, pero estaís en medio de la calle- Ella se sonrojó y se quito de encima de él rapidamente. "Como una persona que acababa de cargarse a tres tipos podía sonrojarse de aquella manera tan bonita"-Hola, soy Mara- dijo tendiéndole una mano a la chica, que la agarró de manera confusa-Hemos venido porque necesitamos hablar contigo.

Drake, Mara y Amanda llevaron a Sam a una cafetería cercana que estaba medio vacia. Drake no era capaz de apartar la vista de Sam y esta le miraba de vez en cuando de reojo, haciendola sonrojar levemente cuando sus miradas se encontraban. Aquel rubor en las mejillas de la chica solo hacía que Drake hirviera más en deseo. Se sentarón en una mesa rodeada por dos sofás, se sentaron los tres juntos y ella justo enfrente de ellos.

-Esto es muy repentino- cuando hablaba, el melodioso tono de su voz parecía acariciar a aquel chico. Por fín podía escuchar su voz.- ¿qué quereis de mi?

-Me recuerdas ¿verdad?- ella le miró directamente a los ojos y una corriente eléctrica paso a través de aquella mirada.

-Sí.

-No te preocupes- dijo Amanda en un tono tranquilo. A Sam le llemaba mucho la atención el aspecto de aquella chica, su pelo era casi blanco y sus ojos grises oscuros, sentada a su lado había otra chica con aspecto desaliñado, pelo negro y el pelo ondulado. Y al lado de ella aquel chico que desvocaba el corazón de Sam.-solo nos gustaría saber algunas cosas. Mi nombre es Amanda, y el de este chico es Drake.

-Yo soy Sam, Sam Black.

-¿Sam?- y Drake se echo a reir, ella quería estrangularlo y estrangularse a si misma por sentirse así por un chico que era como los demás.

-No seas asi Drake- Mara le dio un codazo- Disculpa a mi hermano, es algo idiota.

-Seguro que es el diminutivo de Samantha o algo así ¿no?- pregunto Amanda.

-No- respondió Sam secamente- Es Sam, simplemente Sam.

Los tres se quedaron callados por un momento, el camarero vino a pedir la cuenta y Drake pudo ver como miraba a Sam, le entraban ganas de arrearle. Ella pidió un té y los demás no pidieron nada. El camarero sonrió demasiado a Sam antes de irse.

-Queriamos preguntarte si sabes que paso ayer sobre las ocho de la tarde- preguntó Mara.

-Lo juro agente, soy inocente- soltó repentinamente Sam, Drake se echo a reir haciendo que el corazón de está latiera más rápido.- lo siento, es solo que derrepente dos personas extrañas y un muerto viviente-dijo señalando a Drake- me han metido en una cafetería casi vacía y no paran de hacerme preguntas.

-¿muerto viviente?- pregunto Mara- justo es eso de lo que queríamos preguntarte.

-Esta bien- suspiró ella, el camarero volvió y le dejó el té en la mesa.- Puedes irte- le dijo a este con una sonrisa. Drake se sintió celoso.- Anoche volvía a casa cuando en un callejón algo me llamó la atención y me encontre a...- ella sabía perfectamente el nombre del chico, se le había grabado a fuego en su mente, pero debería restarle importancia-... a Drake, tumbado y sangrando de una manera que daba miedo. Lo subí a mi espalda para llevarlo a un hospital, pero el me pidió que no lo hiciera, no sé porque pero le hize caso, le llevé a mi casa y le limpié la sangre, le curé y le cambié la ropa.

-Hiciste eso tu sola- preguntó Amanda.

-Sí, hay gente que recoge gatitos abandonados y yo recojo personas sin vidas que son perseguidas por perros gigantes.-eso último se le escapó, ella no quería hablar de aquel mostruo, pensarían que estaba loca.

-Lo viste- Drake se levantó de su asiento y fue a sentarse al lado de ella.-Lo viste no es así, de pelaje negro y enorme.

-sí- fue lo único que pudo decir debido a su cercanía.

-Pero Drake, ella..-Sam interrumpió a Mara.

-No solo lo ví si no que tuve que atacarle y huir contigo sobre la espalda.- Drake se puso más cerca de ella, agarrandola del brazo. Su contacto la envolvía de una sensación indescriptibles y el deseo se apoderaba de ella.

-¿que fue lo que le hiciste Sam?- su cara seria cerca de la suya y la manera en la que pronunciaba su nombre ayudaban más a aquella sensación a propagarse por su cuerpo.

-Había un cubo de basura cerca, le dí una patada y le acerté en la cara. Después salí corriendo.

-Eso no es posible- dijo Mara- tu no eres...

Drake, agarró a la cara de aquella chica entre sus manos fijándose en sus ojos. Ella quería quitárselo de encima, no le gustaba como  le hacia sentir, nunca se había sentido así y no sabía que hacer con aquellos sentimientos. Y entonces fue cuando Drake lo volvió a ver de nuevo, volvió a ver como el color de ojos de aquella chica cambiaba de color.

-Tenemos que llevarla con papá- dijo el soltándola.

Se levantó agarrándola de la mano mientras su hermana pagaba la cuenta y salían los cuatro a toda prisa del local. Se montaron en el coche y la llevarón a casa de Drake, ella no sabía que diablos estaba pasando y esto era lo más cercano a un secuentro. Mara conducía con Amanda en el asiento del copiloto, justo detrás Sam y Drake, que agarraba la mano de Sam.

Llegarón realmente rápido, Drake la bajó del coche y la llevó a la casa principal, que era realmente enorme, una mansión, aún cogidos de la mano.

El cazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora