La traidora

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La cabeza de Drake daba vueltas y los oidos le pitaban, parecía que todo a su alrededor se movía a camara lenta, pero él no podía dudar. Dentro estaba Sam, el cuerpo de Drake se agitaba como si tubiese miles de hormigas recorriéndole todo el cuerpo de arriba a abajo.

Cuando entró en la enfermeria quedó cegado por la luz, era mucho más llamativa que antes. Sus ojos se fueron acostumbrando rapidamente a la luz que sabía que ella proyectaba, toda la habitación estaba irreconocible, los instrumentos médicos estaban totalmente rotos y los cristales de las vitrinas estaban desperdigados por el suelo, aquello parecía en toda regla una explosión, pero el único detonante había sedo Sam.

esta estaba elevada en el aire mirando a Drake con sus ojos que no paraban de cambiar de color, ella veía miles de imagenes en su cabeza, imágenes que pasaban veloces, de acontecimientos futuros, pasados y presentes. Era capaz de verlo todo a la vez y cada vez entendía menos.

Veía a una pareja feliz, veía como su padre la entrenaba hace pocos años, veía a Drake mirándola en ese mismo momento con cara seria y estudiando que hacer y veía a los Licaón, miles de ellos, agrupándose, contra ella. Las demás imágenes passaban demasiado rápidas, solo era capaz de captar detalles, sangre, luz, llanto, felicidad, oscuridad y muerte.

Notó que alguien la abrazaba.

-Vuelve conmigo Sam, vuelve conmigo.- Drake la había agarrado y la bajaba lentamente, ella volvió lentamente en sí, alejándose de las imágenes en su cabeza. Drake seguía suplicando que ella volviese en si, ella le devolvió el abrazo y notaba como la sensación de ser invadida por la luz desaparecía. Le encantaba el abrazo que él le brindaba, pero no tenía tiempo de perderse en su olor y en aquellos ojos suyos. Tenía que ser la chica fría a la que no le interesaban los chicos, ni los abrazos, ni sus labios...

Se alejó lentamente de su abrazo y vió la habitació destrozada y a Mara y John con la boca abierta mirándolos. Ella se levantó para hablar con ellos, Mara se escondió detras de su padre con la cara llena de terror y John se puso tenso ante la cercana presencia de Sam, eso le dolió a la pobre chica, aquello no lo había sido meditado, ella también había sufrido.

-Papá, tranquilo.-Drake le habló, estaba sentada detrás de Sam y sumirada seria calmó un poco a su padre, pero Mara seguía sin fiarse del todo.

-Es un monstruo papá, mira lo que ha hecho, los próximos seremos nosotros- El corazón de Sam se apreto casi doliéndole, ¿cómo podría decir eso? Drake parecía apunto de explotar, pero antes de que ninguno de los presentes pudiese decir nada una mujer de alta estatura y cabello negro y rizado cogió a Mara de los hombros y le dió un bofetón.

-Eres estúpida ¿cómo se te ocurre decir eso?- Mara se le quedo mirando y las lágrimas empezarón a brotar de sus ojos.-Eres debil Mara.

-Pero...- la voz de la chica sonaba cortada y ninguno de los allí presente sabía que hacer o que decir, a todos les había pillado por sorpresa.

-Largo de aquí.

-Mama..

-AHORA

Mara salió corriendo de la habitación mientras lloraba y Jonh miró a aquella mujer que Sam desconocía quien era.

-Helena ¿qué has hecho?

-No vengas con esas John, esta chica ha matado a un Licaón solo con tocarlo y ha destrozado nuestras instalaciones médicas. Mírale la cara John- Este lo hizo, en la cara de la chica había dolor y odio, el color de sus ojos volvía a cambiar.-Crees que no hubiese podido hacer lo mismo con tu hija.

Sam se sentía más dolida aún, ella no era un montruo, es cierto que había dejado insconsciente a más de una persona o había roto un par de huesos, pero sería incapaz de matar a una persona, mucho menos a alguien que la había ayudado.

El cazadorWhere stories live. Discover now