Provocador || Gustabo García

Debilidad. -14

" Que valiente te ves temblando de miedo, pero arriesgándote a vivirlo."

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Desperté aturdida por el golpe que se me estaba siendo propinado.

Me costó abrir los ojos, ya que la luz que había a mi alrededor era inmensa. 

Llevé una mano a mi frente, sintiendo algo frio correr por ella, al verla, noté que estaba sangrando.

Mi vista estaba nublada, pero pude ver a Gustabo y el oficial delante de mi, ambos arrodillados.

Fruncí el ceño y miré a la persona que al parecer estaba sosteniendo mi cabeza, agarrando mi cabello con fuerza.

No había notado hasta ese momento el hecho de que estaba arrodillada, y no por mi propia acción.

- Que  cojones esta pasando.

Miré a Gustabo, pero el no parecía estar en si, asi que pasé mi mirada al oficial; que estaba sangrando también.

- Los secuestramos para mandar un mensajito a Conway bonita, y tu seras la maldita mensajera.

El hombre se paró delante de mi, obstruyendo mi visión, la persona detrás de mi jaló mi cabello, levantando mi rostro, haciendo que miré a quien me estaba hablando.

- Joder, con que tú eres el que manda aquí, dime, ¿no tienes los cojones para ir y decirle estas mierdas al superintendente en la puta cara?

Este no era el mismo hombre de antes, el derrochaba autoridad, y por supuesto, egocentrismo. 

Estaba claro que quería golpearme después de eso, pero se aguantó las ganas.

Sonrió, y se agachó, para luego agarrar mi mandíbula, haciendome abrir la boca, dando un vistazo sobre mis labios.

- ¿No te bastó con el golpe que te dió mi hombre? Porque si te va que te golpeen puedo hacerlo con gusto.

Acerqué mi rostro al de el, dejando algunos centímetros de distancia, y haciendo que mi cabeza duela un poco mas. 

- A mi me van muchas cosas, pero te aseguro que los hombres que no tienen los huevos de decir las cosas en la cara, me dan puto asco. 

Sonreí y volví mi cabeza hacia atras, aliviando el dolor de mi cabeza.

Esperaba un golpe, un tiro, o algún insulto.

Pero el solo sonrió, soltando mi rostro, y parándose.

- Te aseguro que nos volveremos a ver muñeca. 

Lo miré incredula, pensando que ojalá que si, asi le dispararia tantas veces que ni su puta madre lo reconoceria. 

Lleve mi vista a Gustabo, quien miraba con el ceño fruncido la situación, algo confundido.

Apuesto que se le está bajando el efecto del alcohol.

- Bien, esto se está alargando demasiado, disparen.

Todos apuntaron a los dos chicos delante de mi, y mis sentidos se alarmaron ante esto, moviendome para poder golpear al chico de atras mio, cosa que no pude hacer.

Pero algo llamó la atención de todos, el oficial se levantó, y se puso por delante de Gustabo, cubriendolo.

- El no esta siquiera consciente de lo que está pasando, no es un oficial, matenme a mi nada mas, el no recordará nada de esta mierda.

Miré al que estaba al mando, que pareció debatirselo unos segundos, para luego caminar hacia Gustabo, y darle un culatazo, dejandolo inconsciente.