𝘽𝙤𝙮 𝙒𝙞𝙩𝙝 𝙇𝙪𝙫 ᵏᵒᵒᵏᵍⁱ

15

Aquella tarde del lunes, luego de que
entrenaran en el gimnasio, el clima en
Seoul fue agradable como para ir al parque a compartir juntos la tarde.

Se situaron debajo de un árbol algo
apartados de los demás para no incomodar a nadie y colocaron un mantel de picnic en el suelo para acostarse sobre ella

Yoongi se acostó junto a Jungkook,
recargándose contra su pecho mientras su novio acariciaba su brazo.

No necesitaban palabras para expresar
cuanto amor sentían por el otro, sus
mismas acciones lo demostraban.

Jungkook comenzó a jugar con los
mechones de cabello de Yoongi, llamando su atención

—¿hmm?

Jungkook sonrió, negando con su cabeza

—Nada

Yoongi se acostó a su lado, mirando en
su dirección al igual que Jungkook.

Los dos hicieron contacto visual, algo
para nada incomodo. A través de aquellas miradas se repetían el uno al otro que se amaban mucho.

Jungkook observó con detenimiento a
Yoongi, observó su cabello desordenado y adorable a la vez, luego sus hermosas
cejas pobladas y cayó de nuevo en sus
almendrados ojos que reflejaban el amor que sentía por él

Observó sus labios con detenimiento,
lucían sedosos, suaves y atractivos como la primera vez que se vieron

Oh cielos, aquella vez

Fue un cambio radical para Jungkook en su vida

El azabache colocó una mano sobre su
mejilla, haciendo a Yoongi sonreír. Le
gustaba aquellas redondas mejillitas cuando sonreía. Volvió a mirar esos ojos que lo cautivaron la primera vez que lo vio, como si fuese la cosa más hermosa que haya visto en su vida

De los ojos de Jungkook irradiaba amor,
Yoongi lo percibía. Ahora más que
nunca

El peliverde miró los labios del azabache, carnosos suaves al tacto. Colocó su pulgar en ellos, acariciándolo lentamente, pasando por su tierno lunar bajo estos y luego a su otro lunar en la nuca.

Luego acarició sus mejillas hasta dar con una cicatriz, ¿como se la había hecho?

—¿Qué te pasó aquí cariño? —pasó su
pulgar por la cicatriz

Jungkook sonrió al recordarlo

—En primaria, una vez, una niña le había pedido a otra una tijera... la niña se lo tiró, pero no tenía buena puntería, así que me cayó a mi

Yoongi hizo un puchero y luego mordió
sus labios, llamando la atención del
mayor.

Yoongi continuó acariciando el rostro
de Jungkook, pasando sus dedos por su
hermosa nariz hasta llegar a sus cejas, sus hermosas cejas y redondos ojos llenos de amor, luego acarició su cabello azabache, enterrando sus dedos entre sus hebras mientras le daba masajes, hasta que sus dedos tocaron la oreja de Jungkook

El mayor sonrió al sentir aquellas caricias en su punto débil, amaba como los dedos de Yoongi danzaban en parsimonia por el lóbulo y el hélice de su oreja

Los ojos de Yoongi no podían parar de
deleitarse con la belleza de su novio al
igual que Jungkook.

El mayor abrió sus ojos lentamente cuando Yoongi apartó sus dedos de su oreja y los colocó en su nuca.

El queria hacerle saber que el dueño de la belleza en todo este universo era él, quería que supiera cuan perfecto e importante era para él su presencia en su vida.