𝘽𝙤𝙮 𝙒𝙞𝙩𝙝 𝙇𝙪𝙫 ᵏᵒᵒᵏᵍⁱ

14

En cuanto Jungkook estacionó el auto y
todos bajaron, el azabache volteó a ver a Yoongi

-Bebé -colocó una mano en su pierna, Yoongi volteó en su dirección
rápidamente y apartó su pierna sin
pensarlo -¿está todo bien?

Yoongi asintió

-Entonces dame un besito

Jungkook puso sus labios como un patito y cerró sus ojos. Yoongi comenzó a temblar y trató de pensar rápido. Se acercó un poco y besó sus labios.

Ese beso no se había sentido nada lindo a comparación de los otros antes de formular esa hipótesis en su cabeza

-Vamos, la noche apenas empieza -salió del auto y Yoongi suspiró profundamente

Se arrepentía de haber venido

Caminaron con sus manos entrelazadas, lo cual dejaron de hacer cuando entraron a la mansión. La autoestima de Yoongi a esas alturas estaba a un setenta por ciento y seguía bajando a gran velocidad

Fue difícil buscar un lugar donde quedarse, hasta que unos chicos le ofrecieron espacio. Jungkook se sentó en el sofá Yoongi se sentó a su lado, recargándose en su pecho.

El azabache era muy bromista con sus otros compañeros. A Yoongi le
impresionaba como Jungkook hablaba de lo que sea con sus amigos y en general con quien sea.

Él también intentó decir algo, pero se
sentía intimidado al estar rodeado de
tantos chicos mayores que él metiéndose alcohol y otras cosas que ni quería mencionar.

La mayoría de los que estaban en aquella sala de toda la mansión se fueron a bailar a la pista en cuanto música más vulgar que la anterior comenzó a sonar.

Jungkook miró a Yoongi, pero el peliverde negó con una sonrisa nerviosa. El no sabía bailar.

-Está bien corazón

Se quedó mirándolo por buen rato al igual que Yoongi, e influenciados por el
ambiente del lugar, unieron sus labios

Yoongi trató de olvidarse de todas sus
preocupaciones. Pasó sus manos por su
nuca y enredó sus piernas en su cintura
en un intento de ser un poco más atrevido. Jungkook le siguió la corriente y se colocó sobre el rubio, apoyando sus manos a los costados de su cabeza.

El peliverde comenzó a marearse mientras sentía la lengua de Jungkook en sus clavículas. El olor a alcohol, la excitación que Jungkook le ofrecía a su cuerpo, las risas, la música...

Sus inseguridades, sus preocupaciones

La apuesta

Yoongi colocó sus manos en su pecho
para alejarlo de él nuevamente como
aquella noche en su casa, completamente agitado y nervioso. Jungkook no dejó de mirar sus labios, sediento de más.

-¡Jeon!-un grupo de chicos lo llamó
y este volteó a mirarlos rápidamente,
volviendo a la realidad

Lo estabar invitando a jugar. Yoongi
frunció sus labios, estaba seguro de que
aquellos vasos que tenían en las manos no contenían soda, jugo o agua.

-¿vamos? -Jungkook volvió a tocar sus
muslos, con una gran sonrisa

-Voy al baño -Yoongi intentó sonreírle, Jungkook le correspondió con otra sonrisa y besó su nariz

-¡No demores!

Yoongi asintió, quedándose solo en el sofá

Luego se levantó y se aventuró a encontrar algún lugar donde no hubiese nadie, lo cual parecía imposible. Él necesitaba un lugar para desahogar ese nudo en su garganta.