Jugando con las apariencias (Lay)

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-Quiero que investigues algo ¿serás capaz de hacerlo? -pregunto esperando una respuesta rápida.

-Sabes que puedes pedirme lo que quieras gege -le conteste-. Pero estoy ocupado con la investigación que nos mandaron, tendrá que ser secundario.

-En realidad tiene que ver con esa misma investigación -Luhan dejo caer sobre la mesilla de mi salita una carpeta de color pardo-. No quiero meterte prisa, pero es para ayer.

Abrí la carpeta encontrándome con una foto del niñero de su sobrina en grande. Mire la foto con interés, sin entender lo que quería que hiciese. Pensaba que jamás le dejaría a su sobrina en manos de alguien en quien no confiase de verdad. El amor que le procesaba a esa criatura era infinita.

-El resto de la información la tienes dentro de la carpeta. Es sencillo y como mucho tardaras una hora en recolectar toda la información que necesito -se levanto y dejo mi casa sin decir nada más. Aquel comportamiento tan extraño no tenía nada que ver con el Luhan que yo conocía. El Luhan amable que sabía perdonar y hacer rabiar a la gente con su gran inteligencia. El que me había ido a visitar no era más que un chico preocupado y cascarrabias anteponiendo sus propios intereses ante el de los demás.

"¿Serás capaz de hacerlo?". La pregunta que la noche anterior me había preguntado mi buen amigo no hacía más que darme vueltas en la cabeza. Tenía la certeza de que no era más que una de las estúpidas provocaciones que sabía que no funcionaban conmigo. ¿Funcionaban? No sé, porque ahí estaba yo en la casa de los Oh haciéndome pasar por un asistente social que iba entrevistando a las familias para mejorar su vida en el barrio.

Nada más saber mi identidad, falsa, me habían dejado entrar sin ningún tipo de problema, ofreciéndome y todo algo para tomar. Lo cual rechace con gentileza.

-¡Sehun! -grito la señora Oh para llamar a su hijo-. ¡Ven aquí ahora mismo! Un señor del ayuntamiento quiere hablar con nosotros -se escucharon unas rápidas pisadas por el pasillo antes de ver entrar al pequeño niñero de Luhan en la sala.

A primera vista no me reconoció pero en cuanto se sentó en frente de mí su cara de sorpresa se hizo notar. Fingí la misma sorpresa que la suya, pronunciando una delicada sonrisa al final.

-Pensaba que eras el niñero de la sobrina de Luhan -dije con cierta suavidad sin dejar la sonrisa de lado.

-Hoy... hoy me ha dado el día libre -sonrojado bajo la mirada desviándola de mí, llevándola al suelo.

-Cierto, hoy tenía el día libre para hacer cuanto quisiese, no como otros -invente ya que había tenido que dejar a la pobre niña con Minseok y con Tao para hacer unos recados. Sabía que Minseok haría un buen trabajo cuidando de ella ya que los niños se le daban realmente bien pero ¿Tao? Aunque en cierta manera nuestro maknae fuese lindo y un encanto, los niños no eran lo suyo ya que cada vez que cogía un bebe este le vomitaba encima, de ahí que siempre que agarraba uno (porque lo agarraba y no cogía) lo hacía a la distancia, como si manteniéndolo lejos de él fuese a hacer que volase.

-¿Ha visto que hijo tenemos, señor Zhang, que se dedica a trabajar en vez de a estudiar como un chico de su edad? -el tono del padre fue despectivo, claramente no aprobaba que su hijo estuviese trabajando en vez de estudiando en su tiempo libre.

Sehun pareció aun más avergonzado ya que apretó los puños y agacho aun más la cabeza escondiéndose de todo.

-Yo... es que... debo... -murmuro por lo bajo sin llegar a pronunciar una frase entera.

-No debes de hablar de dinero delante del señor Zhang -le replico su madre con la misma severidad que su padre-. Solo se puede hablar de dinero cuando a uno le sobra. ¿Verdad, señor Zhang?

La mirada de los tres se dirigió hacia mí, esperando mi respuesta. Sonreí como una persona amable sabía hacer y asentí.

-De los problemas financieros solo se ha de hablar con los amigos más allegados y con los amantes o parejas -respondí con tranquilidad, sin inmutarme al hablar-. Si no les importa empezaremos ya con el cuestionario ¿sí?

Los dos padres asintieron a la vez que yo sacaba un papel con unas cuantas preguntas que iban con el tema en el y con otras preguntas que aunque pareciesen normales no lo eran. Al principio todo pareció tranquilo, sin ningún percance. Note como se ponían ciertamente nerviosos entre ellos con las preguntas clave que había puesto en el cuestionario.

El matrimonio se miraba entre ellos y luego a su hijo; dirigían su mirada a mí con una fingida sonrisa y respondían con amabilidad. Fingí no enterarme de nada, si no fuese porque iba a aquella casa con un objetivo en particular no me hubiese dado cuenta.

-Y por ultimo... ¿consideran el barrio peligroso? ¿Han visto alguna agresión últimamente?

Se hizo el silencio hasta que escuche a Sehun suspirar para tranquilizar su propia respiración. Fije mi mirada en él y le sonreí ladeando la cabeza hacia un lado. Intuitivamente el correspondió a mi pequeño gesto de amistad y cercanía.

-No, no hemos visto nunca una agresión en el barrio -respondió el señor Oh con seriedad. Volví mi mirada hacia él, le dedique otra superficial sonrisa y apunte en el papel.

-Bien, eso era todo -les informe ordenando mis papeles antes de meterlos todos en mi maletín-. Mañana les llamaran para corroborar que han participado en esta pequeña encuesta -saque una tarjeta falsa del bolsillo del traje que llevaba y se l ofrecí-. Cualquier cosa pueden llamar tranquilamente y consultármelo en persona.

Me levante del asiento y con una pequeña reverencia me despedí y me acompañaron hasta la salida. Espere a estar lo suficientemente lejos para sacar mi móvil y teclear el tercer número de mi lista rápida.

-Y ¿bien?

-Tus suposiciones eran ciertas. ¿Qué harás ahora? -pregunte con cuidado para no enfadarle.

-No te preocupes, no estoy loco.

[Hunhan] LuminescentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora