Buenas noches

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Me desperté a la mañana siguiente, con el ánimo recompuesto y lista para volver a mi trabajo.
Tomé una ducha para relajarme y así estar completamente despejada de distracciones.
Salí de mi ducha busqué una toalla y noté que alguien me la cedía.
-Estás tan guapa como siempre- dijo Sherlock con una gran sonrisa.
-¿Qué haces aquí?- dije sobresaltada envolviéndome rápido el cuerpo -déjame adivinar-
-La ducha no funciona- dijimos a la vez.

Aquello nos hizo reír a ambos pero pronto volvimos a ser los gruñones de siempre.
-Déjame terminar y después te dejaré la ducha- dije cepillando mi cabello.
-Está bien- dijo él saliendo.

Terminé de arreglarme y le cedí la ducha para bajar a desayunar.
Cuándo estaba en medio del desayuno Lestrade me mandó un mensaje para que fuera tan pronto como pudiera.
Terminé mi desayuno todo lo rápido que pude y cuando corría a la puerta me choqué con Sherlock.
-Lo siento Sherlock tengo que irme a trabajar- dije bajando la escalera.
-Espero que no sea ninguna de tus amigas- dijo él.

Salí por la puerta me subí al taxi y suspiré evitando llorar. No entendía como se había vuelto tan cruel conmigo y tan maleducado. A pesar de todo lo que me estaba haciendo, mi corazón no era capaz de deshacerse de los buenos momento que viví con él.
Llegué a Scotland Yard donde Lestrade y Donovan me recibieron con un gran abrazo.
-Que alegría que hayas vuelto- dijo Sally.
-No sabes la cantidad de casos que se nos han acumulado en tu ausencia- dijo Lestrade con una sonrisa.
-Sabía que el friki te acabaría usando- dijo Sally acompañándome a mi despacho.
-Deja ese tema Sally- dije entrando en mi despacho- dadme unas horas y acabaré resolviendo todos los casos-

Al poco rato ya tenía resueltos tres de los muchos casos y Tom llegó con una gran sonrisa.
-Buenos días (T/N)_____- dijo Tom dándome un suave beso en la mejilla - te he traído cupcakes para que desayunes -
-Que atento eres Tom- dije con una gran sonrisa agarrando un cupcake rosa.
-¿Cómo has planificado nuestra relación?- dijo con una gran sonrisa.
-No lo sé fue algo que surgió en el momento- dije sonrojada.
-No te preocupes, pero empecemos con buen pie - dijo sentándose a mi lado - parece que no pero cuando te conocí causaste en mi una sensación que ninguna otra mujer me transmitió, eres amable, dulce, simpática, guapa y sobretodo inteligente. Estos dos meses he tenido el gran placer de conocerte más a fondo y cada día que paso contigo estoy más seguro de lo que siento. Te amo (T/N)_______.

No sabía como reaccionar ante sus palabras, estaba emocionada no lo podía negar.
Cuándo miré a Tom por unos minutos me pareció ver el rostro de Sherlock, aquel Sherlock que supo como conquistarme, no pude evitarlo y le besé.
Fue un beso tierno y dulce, sus manos se posaron en mi cintura intensificándolo, mi manos fueron a su pelo despeinándolo lentamente.
Nos separamos para tomar aire y ambos sonreímos.
-Mis pensamientos eran ciertos- dijo con una sonrisa - tus besos saben a gloria -
-Cállate tonto - reí leyendo algunos informes de casos.

Recibí un mensaje de Molly y fuimos a verla a Barts.
-Hola Molly- dije abrazándola - que guapa estás-
-Tú también - dijo ella sonriendo sacando el cadáver de Jane con ayuda de Tom.
-¿Éstas segura de esto?- dijo Tom.
-Completamente- dije secándome una lágrima - es por ella por lo que lo hago -
-Tienes allí todas las pruebas -dijo Molly frotando mi espalda- te dejaremos sola para que las estudies tranquila -
-Gracias chicos- dije con una sonrisa.

Examiné el cadáver de arriba abajo con una lupa. fijé mi atención en su garganta, había algo atascado en ella.
me puse unos guantes y lo agarré era un papel de color amarillo claro.
Busqué el cadáver de Catherine y lo puse junto al de Jane, en su garganta también había otra nota.
las abrí y junté formando dos palabras "Los Sueños".
¿Qué querrían decir aquellas palabras?

Volvimos a Scotland Yard para seguir con el resto de casos.
Pasaron muchas horas, todos se habían ido, miré el reloj eran las 9:00 Pm.
Me froté los ojos y mi móvil vibró con un mensaje.
"¿Dónde estás? es muy tarde -SH-"
Sonreí ante el mensaje y respondí.
"Estoy en Scotland Yard, tenía mucho trabajo acumulado"
A los pocos minutos recibí respuesta.
"¿Quieres que te pase a recoger? me pilla de camino y de paso podemos ir a cenar -SH-"
Mi sonrisa se amplió aún más y respondí.
"Está bien, pero espero que sea un cena tranquila"
Hubo una respuesta después de unos segundos.
"En pocos minutos estaré ahí -SH-"

Recogí mis cosas, me puse mi abrigo y mi bufanda y bajé al hall para esperar a Sherlock, el cuál apareció allí a los pocos minutos.
Salí para irme con él.
-Uh que frío- dije ajustándome mi bufanda al cuello.
-Si, la verdad ¿Cuántos casos has tenido que resolver?- preguntó caminando calle abajo.
- 20 casos - suspiré - y encontré otra pista del asesinato de Catherine y Jane -
-¿Cuál?- dijo sorprendido - me encargué de revisarlo todo no se me puede escapar nada -
-Así que me relevaste en el caso mientras yo no estuve ¿No Sherlock? - dije con una leve sonrisa.
-Bueno, era un caso interesante y sabía que querías resolverlo- dijo sonrojándose, no sabía si por el frío o la vergüenza.
-Gracias- dije abrazando su brazo con suavidad.
-De nada- dijo sonriendo levemente depositando un suave beso en mi cabello - perdóname por ser tan cruel contigo ayer y esta mañana -
-No pasa nada- dije - pero yo no me voy a disculpar -
-Estás en todo tu derecho pequeña- dijo algo triste - ya lo harás cuando creas que es el momento -
-¿Qué tal con Janine? - pregunté con una leve sonrisa aunque eso hacía que mi corazon recibiese un gran dolor.
-Bien, no me quejo- dijo sonriendo levemente - ¿Y tú con... Tom? -
-Muy bien- reí - pero yo si que tengo algunas quejas -
-¿Cuáles?- preguntó con una gran sonrisa.
Me encantaba ver el brillo de esperanza en sus ojos.
-Un día me moriré de una sobredosis de azúcar de tantos dulces que me regala- reí
-Eso no es malo- puso sus ojos de cachorrillo.
-Tom no hace nada mal- dije sonriendo.
El rostro de Sherlock se puso muy serio.
-Bueno algo si- reí - no sabe hacer deducciones correctas -

Ambos reímos y fuimos a cenar a un restaurante italiano.
LA cena fue maravillosa, extrañaba aquel ambiente que había entre nosotros, risas, bromas, sonrisas... no podía creer lo mucho que lo había echado de menos estos dos meses.
Volvimos a Baker de Street a medianoche, estábamos agotados y nos fuimos a dormir cada uno por su lado no sin antes dedicarnos un gran y dulce "Buenas noches"

Cuando te conocí (Sherlock Holmes y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora