002

885 101 30
                                    

P R E S E N T E

—Hogar, dulce hogar —suspiré jalando la maleta detrás de mi

—Bienvenida señorita Pheles —exclamó un joven, —el señor Pheles me envió por usted, la llevaré a la casa

—¿No pudo venir? —pregunté con sorpresa

—Tuvo reuniones que atender

—Está bien, gracias —mencioné subiendo al auto

El viaje fue tranquilo, miraba todo con sorpresa, ya no recordaba muchas cosas, aunque solo habían pasado cuatro años.

Cuando llegó a casa agradezco al joven chófer que regresaría a donde papá estaba en reunión, mientras desempacaba. Cuando termino, tomo mi pijama y me doy una ducha, al salir hojeo un libro y me pierdo en brazos de Morfeo. Cuando despierto, ya es un día más y pasan de las ocho de la mañana, me doy prisa para bajar a buscar a mi padre.

—Padreeeee—exclamo bajando las escaleras— Se me hizo un poquito tarde, ¿en qué te ayudaré?

—Buenos días Dai, ¿por qué no das los buenos días antes de gritar por toda la casa? Me ofendes yo no te crie así—dice mientras finge llanto y saca un pañuelo. —Apenas es tu regreso y eres toda una rebelde

Ruedo los ojos y rio levemente.

—Perdonaaaaa—digo haciendo una pequeña inclinación—Solo es que... es la costumbre—respondo encogiéndome de hombros. Y sí, el vivir cuatro años en Londres, sola, me había hecho más independiente.

—Aceptaré tus disculpas, si hoy preparas la cena —sonríe

Lo miro con una mirada de "No hablas en serio, ¿verdad?"

—Pero...

—Oh vamos... —dice, mientras se ve interrumpido por su celular, solo ruedo los ojos— Me tengo que ir Dai, hablaremos de esto por la tarde

—Oye, pero... —intento hablar

—Es urgente cariño, hablamos en un momento —dice besando mi frente y saliendo

Suspiro, era normal aquello. Ya no me esforzaba en reprochar tiempo. Tomó un suéter a rayas, un jean oscuro y unos botines un poco altos, junto a mi única identificación, de exorcista, mientras salía a un super cerca, siendo guiada por el gps.

—Viví hace cuatro años aquí, es normal no saber dónde vivo ya —susurro para mí misma, viendo que el gps me dirigía a un súper algo retirado de casa.

Entro y realizo mis compras, guardándolas en mi mochila. Salí del super y no muy lejos había una multitud rodeando una zona, quizá estén regalando cupones, oh sí yo debo ir.

Como pude me hice lugar entre las personas, que tenían un aura de preocupación al cien, de lejos vislumbre ¿exorcistas?

¿Qué habrá pasado? Como pude me acerqué al área que ya estaba circulada para mantener lejos a los ojos curiosos.

—Dai Pheles, exorcista de nivel superior segunda clase, ¿qué sucedió aquí?

—Señorita Pheles, adelante por aquí, necesitamos doctores —habló uno de los exorcistas que cuidaban el área circundada

—Profesor Toudou...—dije con cierta sorpresa

—¿Podrías ayudarnos con algunos civiles que fueron expuestos al miasma? —preguntó

—C-claro, pero déjeme ayudarle a usted igual, está herido—digo acuclillándome a su lado, tomando algunas de las vacunas que estaban a su lado—¿Qué sucedió profesor Toudou?

—Siento la demora, Yukio Okumura exorcista de nivel medio, primera clase—dijo un chico a nuestras espaldas, mientras lo observaba, él, él me parecía muy, mucho, a decir verdad, familiar.

¿Acaso era Yukio? Disipe mis pensamientos, mientras me levantaba de ahí, para despejar mi mente. Mientras buscaba ayudar a otros civiles expuestos al miasma. Volví a acercarme al lugar donde estaba aquel chico.

—Disculpen—dijo una señora acercándose—¿Qué pasó con mi hijo?

—No debe preocuparse, ya estamos aquí le aseguro que salvaremos a su hijo—dijo otro chico con ojos azules

—No le aseguramos nada, lo mejor es que se preparé—contraataco el chico llamado Yukio

Suspiré, Yukio no era tan cruel, ¿verdad? Me puse al lado de la señora que había ocultado su rostro en sus manos, mientras miraba con una mirada asesina a ese tal Yukio.

Cuando la señora logró calmarse, visualice a Shura.

—¿Shura? —pregunté con un poco de pena

—¿Dai? ¿Eres tú?

Asentí con una ligera sonrisa

—Diablos niña, has crecido demasiado, casi no te reconocía más que por tu voz de bebé —exclamo riendo, solo me reí con ella

—Bueno, debo decir lo mismo. Tu estilo woah, ha cambiado demasiado

Shura se encogió de hombros.

—Ah, ¿quién es ella? —preguntó el chico, ambas reímos

—Es Dai, una amiga mía

—Hola, un gusto, Dai Pheles —extendí mi mano

—Rin Okumura

—Bien, entraré con el profesor Toudou, los veo más tarde

—Claro Dai, nos vemos —exclamo Shura

Cuando llegué el chico de las palabras crueles estaba poniéndose su traje.

—Iré contigo

—¿Y tu quién eres? —preguntó

—¿Importa? —pregunté poniéndome el traje, —dije qué iré y eso haré...

—Okumura-kun, permítame participar

—Pero ¿y su salud? —interrumpí

—Quiero participar, después de todo estaba a cargo de esto

—Está bien, yo iré a la cabeza, Toudou-san en medio y ustedes detrás —dijo el chico de las palabras crueles

Asentimos mientras seguíamos a Yukio, me pregunto, ¿qué edad tendrá? No se ve muy grande, pero si actúa como un viejo amargado, es raro encontrar alguien así de maduro.

¡Dai concéntrate, estamos en una misión!

Disipe esos pensamientos y me puse alerta, escuchando la historia de los ojos del rey impuro, cuando por detrás sale Rin, sin traje, pero sin ser afectado por el miasma, ¿qué?

—¡Hermano! —grita Yukio—¿Qué haces aquí?

¿¡Son hermanos!? No comparten nada, solo los ojos.

—Le prometí a esa mujer que salvaría a su hijo, no me quedaré sin hacer nada, ¿quieres que lleve el pájaro?

—Bien, pero sin hacer nada

—Bien, ¡dejo de cantar! —exclamó mientras todos lo mirábamos

—El hombre de la máscara está cerca—exclamo Yukio

¿Qué? Atiné a ponerme alerta.

•☆•☆•☆•☆•☆•

Akdgjdska no sé si se entienda, pero aquí andamos :p
Manejare 2 lineas temporales jsjs, y la historia iniciará en el arco de Kyoto, la verdad no sé si esta chidO pero este ff nace de que me cansé de leer ff de Yukio en inglés JAJA

—Vi_Seok

ʙʟᴜᴇ ғʟᴀᴍᴇs | ʏᴜᴋɪᴏ ᴏᴋᴜᴍᴜʀᴀ [FINALIZADA]Where stories live. Discover now