BEACON HILLS (STEREK) ¡¡FINALIZADA!!

-16-

-Tranquilo Stiles, el mordisco al que yo me refiero no tiene nada que ver al que Scott te dio- calmó Derek, sin soltar su cintura.

-¿A-a no? ¿En-entonces a cuál te...refieres tú?- preguntó temeroso el castaño.

El moreno torció una de sus comisuras hacia arriba en un amago de sonrisa, inclinó su rostro hacia el suyo y en un ronroneo, dijo:

-Al mordisco que te daré cuando estés a punto de correrte...ésta noche-

No supo porqué pero aquellas palabras le sonaron increíblemente calientes pues todo su cuerpo se agitó entre los brazos del lobo, amén de activarse cierta parte de él.

-Y en cuanto a ti...- Derek giró el rostro hacia ambos druidas para fijar sus ojos en la emisaria -Si vuelves a atacar a Stiles, te separo la cabeza del cuerpo-

-¿Querías que nos hiriera?- encaró Morín.

-¡Stiles nunca haría daño a NADIE!- rugió la última palabra el moreno.

Stiles calmó al lobo paseando sus manos por sus antebrazos.

-No sé si ha sido buena idea que mi padre vaya solo a ver a...Scott-

Derek le miró.

-¿Quieres que vaya?- preguntó soltándolo de la cintura y agarrandole de la cara.

-Si no te es mucha molestia...-

-No- obsequiandole con un beso, caminó hasta la puerta del loft.

-Os lo advierto a los dos- señaló Derek a ambos hermanos -Como cuando vuelva me diga Stiles que Morín casi le hiere...le arrancó la garganta...con los dientes- amenazó.

Luego desapareció del loft.

Alan se volvió al castaño, se cruzó de brazos y dijo:

-Creo que lo mejor sería irnos a un lugar abierto para tus primeras...lecciones para aprender a controlar tu...nuevo poder-

Stiles miró el ventanal sin cristales.

Después la mesa, destrozada y contra la columna donde la había hecho impactar.

A continuación regresó la vista a ambos.

-Yo también lo creo- apoyó al druida.

Quien fuera llamaba incesantemente a la puerta.

Malia se apresuraba a ir a ver quién era cuando al abrir se topó de frente con el sheriff.

-¿Sheriff?-

-¿Qué tal Malia?- saludó aunque un tanto reticente el hombre.

-Embarazada- respondió ella.

Noah bajó la mirada hacia el vientre de la Coyote.

Estaba muy avanzada, casi podría decirse que a punto de caramelo.

Levantando la mirada, Noah preguntó:

-¿Está Scott?-

-Sí- asintió ella.

-¿Y se me permite pasar?-

-Por supuesto que sí- echándose a un lado, Malia le permitió entrar -Pase al salón, enseguida voy a avisar a Scott de que ha...-

-Ya lo he olido- interrumpió el susodicho apareciendo ante ellos.

Noah vio el rostro del Alfa oscurecido y en absoluto mostraba ni una pizca de culpa aunque sí un pelín de arrepentimiento.

-Explícamelo- mandó el sheriff.