Primera Parte.

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—Ya sabes, si esto no fuera por una buena causa, no habría forma de que estuviera haciéndolo— le dijo __(tn) a su hermosa perra labrador de color chocolate, Godiva.

Ella medio esperaba que la perra la convenciera para librarse de esto, independientemente de la causa, pero su mascota sólo la miró como si dijera —No me mires a mí, esta fue tu idea.— De hecho, por la sonrisa canina en el rostro de Godiva, casi pensó que al animal le hacía gracia todo el asunto.

—Por supuesto que encuentras esto gracioso— murmuró __(tn). —Nadie te está pidiendo que te quites la ropa.

Godiva le dio una mirada intencionada que decía —Eso es correcto. ¡Y ni pienses en tocar mi collar!

Bueno, tal vez decir que se quitaría la ropa era una exageración. Ella podría hacer un poquitín de exposición artística de los hombros, quizás incluso mostrar un poco de pierna. Nada más que eso. —¿Cierto, Godiva? Trazaremos el límite en los hombros y piernas.

Realmente era para una buena causa. El refugio animal en donde obtuvo a Godiva dos años atrás, estaba organizando una especie de sexy calendario —desnúdate-para-la-causa— con el fin de reunir fondos. __(tn) y las otras mujeres voluntarias, habían accedido a hacer las fotografías.

Hubo una organización de rescate animal en Portland que había hecho lo mismo el año pasado y tuvo un gran éxito, obteniendo miles de dólares para ayudar a apoyar su refugio. Cuando la dueña, en donde __(tn) era voluntaria, le preguntó si lo haría, no fue capaz de decir que no.

Ahora que se encontraba parada frente a la puerta del estudio de fotografía en el centro de Seattle, comenzaba a pensar que en su lugar debió donar algo de dinero. No es que fuera una mojigata o demasiado tímida ni nada de eso. Era sólo que nunca había hecho algo tan atrevido y audaz como posar medio desnuda para un calendario pin-up.

Pero ella había dicho que lo haría, así que no se iba retractar ahora. Nunca podría enfrentar a las otras chicas del refugio si no lo hacía. Todas ya hicieron sus sesiones de fotos y no habían dejado de hablar sobre lo divertido que había sido.

Así que, tirando más de cerca la correa de Godiva, __(tn) abrió la puerta y entró. Una pequeña campana adherida a la parte superior de la puerta tintineó, anunciando su llegada. Miró alrededor del estudio, creyendo encontrar a la fotógrafa esperándola, pero la mujer no se veía por ningún lado. Las otras chicas que hicieron la sesión de fotografía ya la habían descrito como alguien muy fácil con quien trabajar. Eso hizo sentir mejor a __(tn). Posar para una agradable mujer mayor no la haría sentir tan avergonzada.

Después de que unos minutos pasaron y nadie salió desde la trastienda del estudio, __(tn) pensó que la mujer no debió de escuchar la campana. Tal vez se hallaba ocupada preparando las cosas para la sesión fotográfica.

Ordenándole a Godiva quedarse quieta, __(tn) se acercó para tocar la campanilla del mostrador. Era más ruidosa de lo que pensó que sería e hizo una mueca mientras hacía eco entorno a la sala. Le dio una mirada de disculpa a Godiva.

—Lamento eso. Estoy un poco nerviosa.

Godiva le lanzó una mirada que __(tn) tradujo como —Lo que sea— antes que se echara para lamerse las patas. Probablemente quería que sus uñas lucieran bien para la sesión, pensó __(tn), deseando estar tan relajada como su perra.

Sabiendo que sólo iba a ponerse más nerviosa si continuaba pensando sobre las fotografías, __(tn) dejó que sus ojos vagaran por la habitación. Además del sofá de cuero y dos sillas a juego, había una mesita de café y varias plantas en macetas que le entregaban a la habitación un ambiente cálido y acogedor. Pero fueron las fotos montadas en la pared lo que llamaron su atención. De todo, desde niños y animales, hasta bodas y retratos familiares, vida silvestre y paisajes, era una mezcla de color y blanco y negro, hermosas y artísticas. Ella pudo ver porqué los dueños de del refugio habían escogido a este estudio de fotografía para tomar las fotos de este calendario. Si salían la mitad de elegantes como las que se encontraban en la pared, el resultado sería una obra de arte.

El Fotógrafo ||Justin bieber. HOTUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum