BEACON HILLS (STEREK) ¡¡FINALIZADA!!

-Avance-

Irrumpió en la clínica con su más que amigo en peso e inconsciente.

-ALAN, ALAN-

El druida asomó por la puerta de la consulta al oír como lo llamaban.

Al ver al Alfa con el rostro desencajado, manchado de sangre, las ropas rasgadas y al humano en sus brazos e inconsciente, se preocupó.

-¿Qué ha pasado?-

Scott tragó saliva con dificultad.

-Yo...yo...le he...mordido- contestó.

Alan entró en pánico.

-¡Vamos, vamos, entralo ahora mismo!- le ordenó visiblemente atemorizado.

Scott no pidió explicaciones sino que a toda prisa entró a la consulta siendo seguido por el druida.

-Ponlo ahí- mandó Alan señalando hacia la mesa de metal mientras él se apresuraba a ponerse unos guantes.

Scott, asustado, depositó a su amigo en la mesa.

Viendo cómo Deaton empezó a buscar el mordisco, tragó con dureza para en ese momento decir:

-En...en el brazo-

Alan le miró fijamente.

-Ayudame a quitarle la camiseta- ordenó denotando nerviosismo, cosa extraña en él pues nunca se enervaba o demostraba emociones.

Scott, haciéndole echarse a un lado, agarró la prenda de su más que amigo con ambas manos...

Y la rompió.

Alan descubrió la marca del mordisco en el antebrazo derecho.

"Voy a tener que llamarlo"

Pensó para sí.

No era un secreto para el veterinario cierto sentimiento de cierto hombre-lobo hacia el castaño.

También el castaño lo sabía pero por causas que Alan no entendía, al parecer, le pidió a dicho lobo ir paso a paso.

Sin precipitarse.

Y manteniéndolo en secreto.

-¿A-Alan?-

El druida levantó la mirada hacia el Alfa.

-¿Se...se convertirá en...un hombre-lobo?- preguntó el latino.

Deaton tragó saliva.

-O se convierte en uno o...es muy probable que...muera- declaró.

Scott quiso poder retroceder pero...

No había tenido de otra.

Otra vez habían discutido.

Y por el mismo tema:

Derek.

Scott seguía sin entender el porqué de que su amigo le hubiera dado una oportunidad al lobo y llevaba más de cuatro meses intentando convencerle que Derek no era bueno para él.

Stiles se había enfadado tanto que optó por irse de su casa...

Y fue entonces cuando Scott sintió el terrible deseo de que fuera su Beta.

De ser así, no podría llevarle la contraria.

Y fue tras él.

Lo persiguió muy de cerca, con tan solo esa idea en mente.

Hasta que sin tener control sobre su lobo saltó sobre el capó del Jeep provocando que Stiles se viera obligado a frenar de golpe.

Ignorando que su amigo estaba algo descontrolado, no vio el peligro y salió del coche con la clara intención de increparle.

Pero se asustó cuando vio los ojos rojos de su amigo brillar y sin echarle cuentas se lanzó a correr rumbo al bosque.

Craso error por su parte pues eso provoca a los lobos...

Y Scott se fue tras él.

Se adentraron en lo más espeso del bosque encontrandose con un hombre-lobo nómada y que fue atraído por las corrientes telúricas a Beacon.

Stiles no tuvo ni que pensar sino que metiendo la mano en uno de sus bolsillos esparció un puñado de ceniza de serbal lanzándolo hacia arriba.

Quedó protegido por un perfecto círculo pudiendo ver cómo su amigo se enfrentó al otro lobo...

Hasta que lo dejó más muerto que vivo.

Ignorando la idea de Scott, Stiles rompió el círculo...

Y entonces el Alfa se abalanzó sobre él con una única idea;

Morderle.

En ese momento, el otro lobo regresó en sí y contraatacó a Scott impidiendo que derribara al castaño.

Sorpresivamente, el lobo visitante agarró de un pernil a Stiles y empezó a alejarlo de Scott.

Aterrado por lo que el animal pudiera querer hacerle, Stiles llamó a gritos a su amigo.

Scott no parecía hacerle caso.

Hasta que finalmente lo oyó gritar su nombre.

"SCOTTTT, AYÚDAME"

El Alfa aprovechó el instante y saltó sobre Stiles.

Obsequiando con un zarpazo al otro lobo, consiguió que liberara a su amigo...

Y fue entonces cuando mordió a Stiles.

-¿Qué ha pasado?- preguntó Alan mientras untaba un mejunje que olía realmente fatal en la mordida.

-No...no lo sé- mintió Scott.

No le diría a nadie que habían vuelto a discutir por culpa del lobo nacido.

-¿Me dices la verdad?- indagó Alan.

Scott fijó sus ojos en los del druida.

-Sí- respondió con absoluta seguridad.

Esperaba que su amigo acabara siendo un hombre-lobo sin imaginar lo que acarrearía el haberle mordido por una importante razón.

Ni Alan ni el mismísimo Derek sabía de ello.

Stiles lo llevaba en silencio.

Al haber aprendido a manejar eso que Alan le dijo que tenía, "chispa", él mismo se fabricó un colgante de aconito y serbal para esconder su olor.

¿Por qué?

Muy sencillo.

Averiguó que él, un hombre, estaba...

¡Embarazado!