El extraño

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Sam entró en su casa jadeando y con el corazón a punto de salirse por su boca, se paró en el pasillo mirando hacia la puerta. Esperaba que aquel animal de descomunales dimensiones entrará y la hiciera picadillo, pero nada de eso pasó, espero durante al menos 15 minutos y notaba como el subidón de adrenalina que le dió la suficiente fuerza y velocidad para escapar se desvanecía por momentos.

Una gota le cayó en la cara y entonces se dió cuenta de el peso muerto que tenía en la espalda. Cada vez derramaba más sangre y su respiración era cada vez más frágil ¿Pero que demonios se suponía que debía hacer con un cuerpo medio muerto que no hace más que sangrar?

"Vamos Sam, no entres en pánico, recuerda las lecciones de primeros auxilios que te enseñaron en la escuela y las cosas que te decía tu padre" Suspiró, aquel cuerpo pesaba cada vez más "lo primero es limpiar la herida, para ver como de grave era"

Sam subío aquel cuerpo al piso de arriba y entro en el cuarto de baño con el, lo tendió sobre la bañera (que agradecía fervientemente que fuera grande) Ahora llegaba lo verdaderamente difícil, podía ver la sangre que emanaba de la su pecho, brazos y piernas, se fijo en la cabeza pero no parecía tener ningún tipo de contusión.

Sam no podía creerse lo que estaba a punto de hacer, iba a desnudar a aquel chico. Ella no había hecho nada parecido en su vida, ni siquiera había dado su primer beso y derrepente tenía que desnudar a aquel tipo. Cogío todo el aire posible y empezó a quitarle la camiseta, más que quitársela tuvo que romperla, sentó aquel cuerpo en la bañera y empezo a desabrocharle el cinturón. Su cara se torno de un rojo tan llamativo que pensó que las demás partes del cuerpo se quedarían dormidas por falta de circulación de la sangre. Cuando dejó el cinturón en el suelo se dió cuenta de que este tenía un cuchillo enganchado, estaba lleno de sangre, lo saco del cinturón y se fijó más en el, era de plata y tan largo como su brazo y tanto en la empuñadura como en la hoja había grabados dos serpientes entrelazadas. Un gemido de dolor la sacó de su ensoñación y siguió quitándole la ropa, le había quitado los pantalones, pero no pensaba quitarles los calzoncillos y aunque no quería fijarse mucho en aquella zona, se fijo lo suficiente como para ver que no tenía marcas de heridas.

Agarró el mango de la ducha y abrío un grifo para que saliera un poco de agua, mientras regulaba el grifo para que el agua no saliera ni muy fría ni muy caliente, aquel muerto viviente escupió varias palabras.

-Debo...matar...so..lo.

-Tranquilo, estas a salvo- le susurro Sam- ya no hay peligro- y ese medio muerto relajo los hombros.

Sam le fue rociando con el agua lentamente mientras limpiaba toda la sangre seca de su cuerpo con una esponja, por suerte él había dejado de sangrar. Ella se fijo más en su cara, su pelo negro y mojado estaba pegado a su frente, su cara tenía unos rasgos muy marcados y unos labios carnosos. Sam no podía dejar de fijarse en su rostro, no era mucho más grande que ella, quizás unos 20 años. Salió de su ensoñación y siguió limpiando el resto de su cuerpo para quedarse más embobada todavía, tenía todos los músculos marcados, pero menos exagerados que el armatoste al que le había dado esa mañana una paliza. Cuando quedo totalmente limpio de sangre se dió cuenta de que todas las heridas eran arañazos en grupos de cuatro "unas zarpas" pensó ella.

Cerró el grifo y volvió a colocar la ducha en su sitio. Puso varias toallas en el suelo y con una rodeándole el cuerpo, le abrazó para sacarlo de la bañera. Debido al peso, él cayó encima de ella con su cara pegada a su cuello, con cada respiración a ella se le erizaba el vello de la nuca y unas especies de corrientes eléctricas le recorrían todo el cuerpo debido a su cercanía. Le tumbó en las toallas como pudo y empezó a secar cada rincón de su cuerpo, no podía creer lo mucho que le llamaba la atención aquel chico, no solo por la circunstancia en la que se lo había encontrado, su cuerpo y complexión hacía que cada parte de ella se sintiera mujer. "¿en qué diablos estás pensando Sam?"

El cazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora