-¿Hay más lecciones? Me muero por aprender- dijo la elfa llena de sarcasmo, levanto sus cuchillas nuevamente.

Callum estaba a punto de darse por muerto hasta que sintió algo viscoso subir a la Palma de su mano derecha, entonces recordó su segunda arma.

Magia oscura.

Aplastó al insecto, palabras de su boca empezaron a salir, dejando a Rayla bastante confundida, entonces las cadenas y adornos que Callum traía en las muñecas empezaron a cobrar vida y empezaron a enredar a Rayla como serpientes. Los ojos de Callum se ttiñeron de negro, mientras que la elfa cayó al suelo totalmente inmovilizada, en su rostro no había más que furia y horror.

Callum se puso de pie, tomó su espada, las cadenas dejaron de moverse y los ojos del chico volvieron a su Estado normal y miro a Rayla de manera sería.

Rayla lo miro de la misma manera, observo como el príncipe comenzo a levantar la espada para entonces enterrarla en su cuerpo y robarle hasta el último aliento de vida. Callum la miraba, estaba dispuesto a matarla si era necesario pero al verla a los ojos.

Quizás su expresión facial no decia mucho, pero sus ojos si ¿como podría matarla? Si, ella lo había atacado primero pero el hacer exactamente lo mismo que ella quería lo haría... Igual de despreciable ¿cierto?

Callum cerro los ojos, con la esperanza de que eso ayudará aunque no fue así, solo lo empeoro, pues al cerrar sus ojos vio la expresión del rostro de su madre, lleno de horror ante lo que el estaba a punto de hacer.

-argh- suspiro el príncipe, bajando la espada mientras Rayla lo veia, claramente confundida.

"¿Que rayos hace?"

Callum, sin soltar su espada, se empezó a alejar de la elfa, quien fruncio el ceño.

-oye! ¡¿Que pasa contigo?! ¡Se supone que debes matarme!- exclamo Rayla aturdida.

Callum levanto una ceja.

-no lo vales- dijo Callum serio, para entonces luchar con otros elfos, claramente más confiado que al principio de la batalla.

Rayla negó con la cabeza, no tenía la más mínima idea de a que se refería el príncipe, de cualquier manera otro humano que la encontrará así no dudaría en matarla, gracias al cielo llegó un elfo de solo y junto con una cuchilla de sol, fue desatada de sus cadenas.

Su primera batalla había sido rara, muy rara.

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El rey de Katolis regresaba y con el, el príncipe Callum, quien habían sobrevivido lo cual era un milagro para la mayoría de personas que lo conocían. Hablaban de la batalla con Ezran mientras sus heridas y moretones eran sanadas.

-entonces utilice magia oscura, ella ya no se podía mover- mencionaba Callum- fue ahí cuando decidí empezar a pelear contra otros elfos y ¡pude hacerlo!

-wow!- exclamó Ezran con sus ojos llenos de entusiasmo.

-hiciste un buen trabajo Callum, fuiste un guerrero digno- dijo Harrow con una pequeña sonrisa

-gracias, señor- menciono el chico.

-varias vidas se perdieron hoy, por eso tendremos que entrenar aún más, para poder derrotarlos en la siguiente batalla

Callum asintió con la cabeza, estaba consciente de ello, casi muere ese día a manos de un elfo de Luna y aunque lo había derrotado, no había sido fácil. Tenía que entrenar en la lucha con espadas, tenía que estudiar más magia oscura.

Todo para ganar.

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-tienes que entrenar- mencionaba Runaan con dureza- hoy fallaste en tu misión, la próxima vez no tendras la opción de fallar

Rayla escuchaba con una clara expresión de amargura en su rostro. Había matado a unos 3 o 4 humanos pero ninguno era el objetivo que le habían asignado, lo cual era una decepción para su mentor.

-¿quedo claro?

Rayla miro a Runaan sería.

-entrenare hasta que se me rompan los huesos

La próxima batalla probablemente sería pronto, El príncipe esperaba que su entrenamiento sirviera para vencer a Xadia, mientras que la elfa estaba dispuesta a acabar con el príncipe mayor de Katolis y entonces exterminar la plaga mejor conocida como "humanos"

Pero ¿Que decide el destino?

¿Peleamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora