Amor Peligroso

Recuerdos

El viento y gotas de lluvia azotaban cada ventana de la enorme residencia. Esa noche de tormenta era similar a la de aquél día, aquel trágico día hace varios años.

Todos en la sala se encontraban atónitos ante lo visto anteriormente, los registros cinematográficos del conde Astre Phantomhive Durless, el último barón y sobreviviente de la familia Phantomhive y Durless, aún no se sabía con exactitud el paradero de Angelina Durless, mejor conocida como Madame Red, se le consideraba ya como muerta, pero hasta confirmar lo contrario el joven Astre sería el único sobreviviente.

-No puede ser... Si el shinigami supremo está incluido en la vida de este niño... Todos aquí peligramos...- Dijo Grell con un semblante serio y que rara vez aparecía en él.

Y tenía razón. Pero a pesar del miedo él cumpliría el encargo de la mujer que amaba. Este sacó algo similar a una cartilla y le concedió al de ojos zafiros el permiso de vivir aún. Una vez hecho esto tomó en sus brazos al joven y aprovechando que todos en la sala estaban paralizados y pensativos, huyó con el chico. Sebastian salió de aquel trance y se percató de que el shinigami había huido.

-Trillizos, vamos tras él, Mey-rin, pide refuerzos con Trancy- Ordenó y de inmediato salieron de la mansión. Los demonios recorrieron todo Londres, pero no se encontró rastro del ojiazul, regresaron a la gran casa Michaelis, su base de operaciones; encontrando a cierto peliblanco.

-Así que mi pequeña presa estuvo por meses frente a tus narices y no lo notaste jamás... El amor sí que llega a cegar... ¿Verdad Michaelis?...- Dijo altanero Undertaker.

El demonio se tensó al escuchar esas palabras, a lo que solo se calló y miró con recelo al ojiverde.

-Bien... ¿Qué le podremos hacer? Te daré una última oportunidad y yo igual seré más colaborativo con la búsqueda, pero antes quiero que tengas esto- Le habló el de cabellos platinados al ojicarmín, sacando de su negra túnica un pequeño cuaderno y dentro de este una pluma al tiempo que escribía algo en una de las páginas.

"Y los verdaderos recuerdos volvieron a los demonios, donde se mostraba a la difunta amada del azabache, la cual jamás fue su amada, sino su amado; un bello doncel omega ojiazul que llevaba por nombre Astre."

-Un pequeño regalo de mi parte, para volver todo más... Interesante- Aclaró el risueño hombre con una sonrisa en el rostro y se marchó de ese lugar. Como si magia fuese el grupo de seres infernales entraron en una fase en donde sus memorias eran cambiadas, sentían como si algo que estuvo bloqueado por años nuevamente surgiera de los rincones más oscuros y apartados de su mente, en especial Sebastian.

Cada recuerdo con la figura borrosa de su querida persona se volvía más visible y en vez de una chica, quien se mostraba era nada más y nada menos que el joven Phantomhive, notoriamente con mayor edad que ahora pero sin dudas se trataba el mismo chiquillo orgulloso, aquellos grandes y azulados ojos... No había duda alguna.

Todo este tiempo estuvo al lado de su difunto amor y jamás lo notó, pero... ¿Por qué? Era la gran pregunta del millón que no lo dejaba tranquilo, el cuaderno y pluma que el albino mostró, seguramente eso tenía algo que ver.

En ese momento solo había alguien a quien podía acudir, a pesar de no querer contactar a ese hombre, debía hacerlo, si de algo estaba seguro era que no volvería a perder a su preciada persona, no de nuevo.

Dejó a cargo de la mansión y búsqueda a Mey-rin, una vez todo listo se marchó y dirigió con quien pensó no volvería a pedir ayuda.

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HOLA PERSONITAS Y PERSONITOS.

Primero déjenme aclarar, me basé en la primera temporada de Kuroshitsuji para lo de la pluma y el cuaderno, si recuerdan Undertaker en cierto episodio pudo cambiar los hechos así que... Tarán.

El capítulo es algo corto pero espero y les disipe algunas de sus dudas *w*

Perdón si tardé en actualizar... Jeje '-.-

Espero y el capítulo haya sido de su agrado, espero y quieran dejar su hermoso ⭐voto⭐ y comentarios :3

Sin más que decir me despido.

Atte: Sam Phantomhive.