Capítulo 1

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¿Qué haces aquí?

Un rubio, caminada de un lado a otro, se podía notar cierta prisa y nerviosismo, buscaba con su mirada, movía libros, macetas, buscando sus llaves. Mientras tanto, nuestra ya adulta azabache, atendía alegremente a su amiga Cloe, mientras reían de cómo en su momento eran enemigas.

– ¿Recuerdas lo difícil que era pedirnos disculpas? – Dijo entre risas la hermosa ya adulta y madura rubia.

– No puedo creer lo mucho que hemos cambiado – Le dijo mientras le entregaba la caja que contenía un delicioso pan recién horneado.

– Yo... he cambiado, miro atrás y me avergüenzo por todo lo que hice, lo que te hice – Dijo cabizbaja Cloe.

– Cloe – Marinette con un tono dulce y suave, consoló a su amiga – Eso quedo en el pasado, además lo que importa es el ahora, quién eres hoy en día – Un lindo abrazo se formó entre las amigas.

– Se lo debo mucho a Ladybug... cuándo me confiaste el miraculous de la abeja, algo en mi cambio... – Miró agradecida a su amiga

– Y lo volvería hacer, eres la mejor Queen Bee – La volvió a abrazar – Pero desde la boda, ya no ha aparecido ningún Akuma, eso en parte me agrada pero a la vez no –

– Lo sé – Dijo en un suspiro – Es duro asimilar que Paris está a salvo y que ya no necesita de nosotros –

Marinette iba a contestar la asimilación de la rubia pero, una voz masculina se hizo presente.

– ¡Amor! ¿¡Haz visto mis llaves!? – Se escuchó desde el piso de arriba.

Ambas se miraron y se rieron, para después despedirse, Marinette cerró la panadería para ir al rescate de su esposo.

Al subir, encontró a su esposo caminando de un lado a otro, mirando por toda la casa, mientras tocaba sus bolsillos en busca de sus llaves, ella solo miró el librero y en él estaba un tazón donde siempre dejaban las llaves. Marinette metió la mano al tazón y de él saco las llaves.

– Amor... – Le dijo en un tono obvio.

Adrien volteo a ver a su amada y no tardó mucho en formarse una cara de vergüenza ya que en el único lugar más obvio, no buscó las llaves.

– Perdón amor, es que estoy muy nervioso – Dijo acercándose a la peli azul.

– Solo es tu padre amor – Le contesto Marinette, mientras acomodaba la corbata de Adrien.

– Precisamente es eso, mi padre, nunca estuvo presente desde que mi madre desapareció y ahora de la noche a la mañana quiere hablar muy seriamente conmigo – Se le escuchaba acelerado y preocupado.

– Puede ser por lo mismo, a lo mejor entendió que alejarse no fue la mejor solución y ya no quiere perder más tiempo, no podrá recuperar el tiempo perdido, pero si puede aprovechar el de ahora, todo estará bien y si no, sabes que estaré aquí, esperando al hombre de mi vida con un delicioso pastel casero – Acaricio el rostro del rubio para después darle un tierno beso en la mejilla.

– ¿Qué hice para merecerte? – La miró enamorado – Tienes razón, en ese caso ya me tengo que ir, nos vemos más tarde – Le dio un rápido beso en los labios – Te amo – Fue lo último que dijo antes de salir.

– También te amo, suerte – Le respondió Marinette,

Se escuchó la puerta cerrarse y unos momentos después se volvió a escuchar el abrir y cerrar de la puerta, pero no se volvió a escuchar ningún ruido. Eso a Marinette le extraño.

Sigilosamente asomo levemente la cabeza, para ver quién había entrado

– ¿Amor? – No obtuvo respuesta – ¿Adrien? –

El silencio era ensordecedor y fue en ese momento en el cuál, una sombra pasó por la vista de la peli azul. Rápidamente Marinette entro a su hogar, cerró la puerta con seguro, rápidamente tomó su celular y buscó entre sus contactos a su esposo, al encontrarlo marcó el número.

Hola, soy Adrien, por el momento no puedo atender la llamada, deja tu mensaje y te responderé

– ¿Enserio Adrien? Pero si te acabas de ir... ¡Cloe! – Buscó nuevamente entre los contactos, pero algo la hizo ponerse en alerta.

Unos golpes en su puerta se hacían presentes, sin saber a dónde ir, subió a lo que en algún momento fue su habitación, estando ahí se encontró a Tikki y a Plagg.

– Marinette ¿Qué sucede? – Dijo la pequeña criatura roja.

– Alguien entro a la casa, deben esconderse, ¡Ahora! –

– ¿Qué hay de ti? ¿Qué harás? – Pregunto muy preocupada la Kwami.

– No te preocupes por mí, estaré bien, Plagg saca a Tikki de aquí –

Plagg, hizo caso y se llevó a Tikki, fuera del lugar. Mientras tanto, Marinette marcaba el número de Cloe.

Después de que las criaturas se fueran, un estruendo sonó por toda la casa y los pasos se iban acercando. La puerta del piso se abrió y una capa de humo invadió la habitación.

– ¡¿Quién eres?! – Gritó mientras buscaba a la persona que había invadido su hogar.

– Marinette... que gusto volver a verte –

– No puede ser – Se dijo a sí misma.

Entre la capa de humo una silueta se formó y salió del humo.

– ¿Qué haces aquí? – Miró enojada a la silueta.

– No tengo porque darte explicaciones – Su sonrisa sínica, reflejaba sus intenciones.

Un movimiento, hizo caer a Marinette, un golpe que le quitó toda sus energías, el moverse era doloroso, débil vio por última vez a su oponente y diviso un Miraculous... el Miraculous de la Mariposa, después todo se volvió oscuro.

– Mi querida Marinette, todo va a cambiar, te arrepentirás de haberte metido conmigo – Y desapareció con la capa de nube.

No muy lejos de Marinette estaba su celular y de él se podía escuchar la voz de su amiga preocupada.

¡Marinette! ¿Hola? ¡¿Marinette?! – Gritaba su amiga por él celular, mientras que Marinette se encontraba desmayada en el suelo.

Continuará...

¿Cómo no me dí cuenta antes? 2da Temporada (One Shot)Where stories live. Discover now