¿Qué haces aquí?
Un rubio, caminada de un lado a otro, se podía notar cierta prisa y nerviosismo, buscaba con su mirada, movía libros, macetas, buscando sus llaves. Mientras tanto, nuestra ya adulta azabache, atendía alegremente a su amiga Cloe, mientras reían de cómo en su momento eran enemigas.
– ¿Recuerdas lo difícil que era pedirnos disculpas? – Dijo entre risas la hermosa ya adulta y madura rubia.
– No puedo creer lo mucho que hemos cambiado – Le dijo mientras le entregaba la caja que contenía un delicioso pan recién horneado.
– Yo... he cambiado, miro atrás y me avergüenzo por todo lo que hice, lo que te hice – Dijo cabizbaja Cloe.
– Cloe – Marinette con un tono dulce y suave, consoló a su amiga – Eso quedo en el pasado, además lo que importa es el ahora, quién eres hoy en día – Un lindo abrazo se formó entre las amigas.
– Se lo debo mucho a Ladybug... cuándo me confiaste el miraculous de la abeja, algo en mi cambio... – Miró agradecida a su amiga
– Y lo volvería hacer, eres la mejor Queen Bee – La volvió a abrazar – Pero desde la boda, ya no ha aparecido ningún Akuma, eso en parte me agrada pero a la vez no –
– Lo sé – Dijo en un suspiro – Es duro asimilar que Paris está a salvo y que ya no necesita de nosotros –
Marinette iba a contestar la asimilación de la rubia pero, una voz masculina se hizo presente.
– ¡Amor! ¿¡Haz visto mis llaves!? – Se escuchó desde el piso de arriba.
Ambas se miraron y se rieron, para después despedirse, Marinette cerró la panadería para ir al rescate de su esposo.
Al subir, encontró a su esposo caminando de un lado a otro, mirando por toda la casa, mientras tocaba sus bolsillos en busca de sus llaves, ella solo miró el librero y en él estaba un tazón donde siempre dejaban las llaves. Marinette metió la mano al tazón y de él saco las llaves.
– Amor... – Le dijo en un tono obvio.
Adrien volteo a ver a su amada y no tardó mucho en formarse una cara de vergüenza ya que en el único lugar más obvio, no buscó las llaves.
– Perdón amor, es que estoy muy nervioso – Dijo acercándose a la peli azul.
– Solo es tu padre amor – Le contesto Marinette, mientras acomodaba la corbata de Adrien.
– Precisamente es eso, mi padre, nunca estuvo presente desde que mi madre desapareció y ahora de la noche a la mañana quiere hablar muy seriamente conmigo – Se le escuchaba acelerado y preocupado.
– Puede ser por lo mismo, a lo mejor entendió que alejarse no fue la mejor solución y ya no quiere perder más tiempo, no podrá recuperar el tiempo perdido, pero si puede aprovechar el de ahora, todo estará bien y si no, sabes que estaré aquí, esperando al hombre de mi vida con un delicioso pastel casero – Acaricio el rostro del rubio para después darle un tierno beso en la mejilla.
– ¿Qué hice para merecerte? – La miró enamorado – Tienes razón, en ese caso ya me tengo que ir, nos vemos más tarde – Le dio un rápido beso en los labios – Te amo – Fue lo último que dijo antes de salir.
– También te amo, suerte – Le respondió Marinette,
Se escuchó la puerta cerrarse y unos momentos después se volvió a escuchar el abrir y cerrar de la puerta, pero no se volvió a escuchar ningún ruido. Eso a Marinette le extraño.
Sigilosamente asomo levemente la cabeza, para ver quién había entrado
– ¿Amor? – No obtuvo respuesta – ¿Adrien? –
El silencio era ensordecedor y fue en ese momento en el cuál, una sombra pasó por la vista de la peli azul. Rápidamente Marinette entro a su hogar, cerró la puerta con seguro, rápidamente tomó su celular y buscó entre sus contactos a su esposo, al encontrarlo marcó el número.
– Hola, soy Adrien, por el momento no puedo atender la llamada, deja tu mensaje y te responderé –
– ¿Enserio Adrien? Pero si te acabas de ir... ¡Cloe! – Buscó nuevamente entre los contactos, pero algo la hizo ponerse en alerta.
Unos golpes en su puerta se hacían presentes, sin saber a dónde ir, subió a lo que en algún momento fue su habitación, estando ahí se encontró a Tikki y a Plagg.
– Marinette ¿Qué sucede? – Dijo la pequeña criatura roja.
– Alguien entro a la casa, deben esconderse, ¡Ahora! –
– ¿Qué hay de ti? ¿Qué harás? – Pregunto muy preocupada la Kwami.
– No te preocupes por mí, estaré bien, Plagg saca a Tikki de aquí –
Plagg, hizo caso y se llevó a Tikki, fuera del lugar. Mientras tanto, Marinette marcaba el número de Cloe.
Después de que las criaturas se fueran, un estruendo sonó por toda la casa y los pasos se iban acercando. La puerta del piso se abrió y una capa de humo invadió la habitación.
– ¡¿Quién eres?! – Gritó mientras buscaba a la persona que había invadido su hogar.
– Marinette... que gusto volver a verte –
– No puede ser – Se dijo a sí misma.
Entre la capa de humo una silueta se formó y salió del humo.
– ¿Qué haces aquí? – Miró enojada a la silueta.
– No tengo porque darte explicaciones – Su sonrisa sínica, reflejaba sus intenciones.
Un movimiento, hizo caer a Marinette, un golpe que le quitó toda sus energías, el moverse era doloroso, débil vio por última vez a su oponente y diviso un Miraculous... el Miraculous de la Mariposa, después todo se volvió oscuro.
– Mi querida Marinette, todo va a cambiar, te arrepentirás de haberte metido conmigo – Y desapareció con la capa de nube.
No muy lejos de Marinette estaba su celular y de él se podía escuchar la voz de su amiga preocupada.
– ¡Marinette! ¿Hola? ¡¿Marinette?! – Gritaba su amiga por él celular, mientras que Marinette se encontraba desmayada en el suelo.
Continuará...
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¿Cómo no me dí cuenta antes? 2da Temporada (One Shot)
Fanfiction¿Por que lo bueno dura poco? Algo ha pasado... Hawk Moth ya no es Hawk Moth Una revelación inesperada, que pone a Adrien en una situación vulnerable. Marinette oculta un secreto Los portadores deber regresar a sus vidas de héroes ya que un nuevo vil...