Sinopsis.
Ryujin murió a causa de un accidente automovilístico hace 10 años, viendo antes de fallecer los ojos de una niña pequeña asustada, pidiendo que no muriera. Desde entonces, Ryujin, decidió cuidarla a medida que ésta crecía, siendo un fanta...
-¿Ryujin?- hablé una vez más entrando en mi habitación con Puppy en mis brazos.- Perdóname...
Silencio.
-Ryujin... Ryujin, por favor... Llevo una jodida semana llamando tu nombre... Ryujin...
Sentí un golpe en la puerta en lo que callé mis palabras para voltearme y ver a Jin con una gran sonrisa.
-Hola, cariño. Vamos a ir con las madres de Lia y Taehyung a la montaña. ¿Vienes?
-Y-yo... Claro.
Recordé a Taehyung. Él es el hermano de Lia. Me acuerdo que lo conocí en la fiesta con Jaehyun y su novio Jungkook.
-¿Cómo está taehyung... Después de la muerte de su hermana?
-¿Él? Según Jennie no habla con nadie. El otro día me dijo que lo único que hace es ejercicio y a penas come.
-Entiendo... -miré a Jin unos segundos.- Papá... ¿Soy guapa?...
Escuché una risa de su parte.
-Claro que lo eres. Eres la niña más guapa del mundo. Te lo digo yo, tu padre más gay que la bandera LGBT.
Carcajeé y lo abracé. En ese momento necesitaba sus brazos. Cuando se fue, volteé a verme al espejo.
Mi piel rosada, mis labios finos y blancos, mis redondos ojos marrones, mi redonda nariz, mi (ahora) corto pelo a la altura de los hombros... ¿Mi cuerpo? Nada fuera de lo común. Nunca he sido muy delgada, tampoco gorda.
Suspiré para finalmente recoger mi pelo en una coleta, ponerme unos leggins y una chaqueta, y unas botas de montaña.
Bajé para salir de casa encontrando mis padres y a la familia de Lia.
Me puse junto a taehyung en silencio. Viendo nuestros padres y madres conversando.
-¿No me darás el pésame?- dirigí mi mirada a él confundida.- Vaya, menos mal. Desde lo ocurrido, lo primero que hace la gente al verme es recalcarme una y otra vez la muerte de mi hermana pequeña.
Incómodo...
-A mí tampoco me gusta hablar de eso...- miré al suelo mientras caminábamos.- A mí también me duele.
-¿Por qué iba a dolerte algo así? Ni siquiera la hablabas.
-Ese es el problema. Nunca pude abrazarla... Nunca lo hice... No pude pasar más tiempo con ella. Y mientras ella me pedía perdón, yo la ignoraba.
-Triste. -Habló sin más, acelerando el ritmo de sus pasos.
Suspiré.
-Deja de encerrarte, Kim Taehyung. Ya sabes lo que ha ocurrido. Tu hermana no está. Pero tus madres sí. Disfrútalas, el mundo te quita todo lo que le apetece.
E l m u n d o t e q u i t a t o d o l o q u e l e a p e t e c e
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