Mi Pequeña Humana (Ryujin y tú)

Capítulo 12:🍒

POV RYUJIN.

FLASHBACK (importante leer x2)

-Ryujin, aléjate de mí. Lo hago por tu bien.- Suspiré. ¿A caso no sentía lo mismo que yo?

-Sé que me amas. -Me acerqué a ella. Temerosa de cualquier acción.

Me encontraba en su casa, esa casa que ahora comparte con su novio. La había seguido mientras ella hablaba por teléfono, y ahora estábamos aquí.

En estos dos años las cosas no han cambiado tanto. Ella sigue igual, física y mentalmente. Aunque he podido ver que su pelo ha crecido bastante.

En cambio yo, sólo he crecido algo de altura y la semana pasada me puse tinte rosa en el pelo.

Pero definitivamente, mis sentimientos seguían ahí. La mujer que una vez fue mi mejor amiga. A la que le confesé mi amor, y por la cuál me he dejado arrastrar y golpear.

- ¿Qué te hace pensar que te amo?

-Tus ojos. -respondí casi al momento.

-Ryujin...

-¿Por qué lo amas a él?-pregunté casi a la defensiva.

-No lo amo a él...- Dirigió su mirada al suelo.

-¿ENTONCES?

Repentinamente se oyó una puerta abrir, pero no nos dimos cuenta.

-Te amo a ti...

La miré a los ojos, los cuales se empezaron a cristalizar. Estaba sorprendida, no esperaba esa respuesta.

-Yeji...

Silencio.

-¿A quién amas, amor?

FIN DEL FLASHBACK

Desperté algo alterada. Una fría sudor recorrió toda mi espalda. ¿Qué ha sido eso?

Suspiré, observé a mi pequeña durmiendo a mi lado, abrazada a mí.

Lentamente, mis facciones faciales se relajaron. Giré mi cuerpo hacia el de ella, y la atraje a mí envolviéndola en mis brazos. De una forma totalmente protectora.

-Unnie... -Escuché su dulce voz llamarme, a lo que la miré y acaricié suavemente su mejilla.

-Dime, bebé.- Elevé su pierna a mi cintura, la cuál empecé a acariciar con ternura.

-¿Estarás siempre mi lado?- Preguntó en un susurro. Sus grandes e inocentes orbes se abrieron mirando a los míos.

-¿Siempre?- reí enternecida y empecé a acariciar sus hebras.- Cariño, "siempre" es una palabra muy pequeña. Me hacen falta muchas eternidades para seguir a tu lado. Para seguir enloqueciéndome por ti.

Juro por mi vida, que mientras estés en mis brazos, nadie te podrá tocar. Serás lo último que vea, lo último que bese y lo último que abandone. Y mientras sigas a mi lado, sin necesidad de hablar de más, yo continuaré floreciendo. Me transformaré en una hermosa rosa, en la cuál te enredarás cada noche. Tú serás mi preciosa estrella, mi deseo, y mi luz de cada día. Por favor, no me digas que no.