Sinopsis.
Ryujin murió a causa de un accidente automovilístico hace 10 años, viendo antes de fallecer los ojos de una niña pequeña asustada, pidiendo que no muriera. Desde entonces, Ryujin, decidió cuidarla a medida que ésta crecía, siendo un fanta...
Sonreí ampliamente al ver a Ryujin con el ceño fruncido, mirándome a los ojos.
Volteé para observar a mis padres conversando con Chaeryeong.
-Papis, mi amiga ha venido a ayudarme. ¿Podríais darnos un poco de privacidad?
Hubo un pequeño silencio, Namjoon por su parte me observó de forma pícara.
-Si lo vais a hacer en la cocina, preferiblemente hacedlo en el suelo o en un lugar fácil de limpiar.
Miré a Ryujin, apretó su mano en forma de puño enfurecida.
Repentinamente, por unos segundos, la luz se apagó y volvió a encender.
-Vaya, parece que la bombilla está empezando a fallar.- comentó Namjoon.
Definitivamente pensaría lo mismo que él si no supiera que se trataba de mi querida Ryujin entrando en un ataque de celos.
-Bueno, emm... ¿Empezamos, TN?-asentí con una sonrisa y Namjoon y Jin salieron de la cocina para dejarnos en nuestra intimidad.- Oh, veo que ya has hecho la masa del pastel.
Asentí con una sonrisa, fui a alcanzar los potes de colorante pero al ver que mi altura no era suficiente, miré a Chaeryeong acercarse a mí.
-Tómame de las caderas y elévame. - coloqué suavemente sus manos sobre la zona de mis caderas acercando su cuerpo al mío.
Gran silencio, tensión.
-¿Así? - Ella habló en mi oído para empezar a elevar mi cuerpo, quedando mis muslos a la altura de su cabeza.
-Sí, bu. Gracias~ -sonreí para alcanzar los colorantes y Chaeryeong me volvió a bajar al suelo. Me volteé mirando nuestra cercanía y la expresión tímida de Chae y rocé su nariz con la mía de forma juguetona hasta llegar a su mejilla y besarla.
-D-de nada...
La mañana se hizo larga, acabamos el pastel y estábamos limpiando la cocina. Una vez acabamos, me senté sobre la mesa y suspiré.
-Voy al lavabo... - asentí, ella se fue y yo sólo sonreí de lado.
-Vamos, Ryu. Ya puedes salir, deja de esconderte. ¿Vas a castigarme?
Reí entre dientes y sentada en la mesa, abrí mis piernas y con las yemas de mis dedos levanté mi falda.
-¿Lo quieres?- cerré los ojos, sentí la presencia acercándose a mí. Abrí más las piernas. Se empezó a colocar entre medio de ellas y suspiró en mi oído.
-Bebé...- Sin más, abrazó mi cuerpo al suyo, ella temblaba.- Deja de hacer eso... No juegues así... ¡Haz eso conmigo, no lo hagas con ella!
Abrí los ojos y la miré, ella miró al suelo.
-Daddy girl, soy tuya. - reí por la forma en que la nombré. - Sólo tuya, mi cuerpo es tuyo y mi corazón también.-puse su mano sobre mi pecho.
-¿De verdad?- asentí.
-Soy tan tuya como tú mía.
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Holii
Si os habéis dado cuenta Lia y TN siempre cierran los ojos cuando su fantasma hace algo. Primera pista.
