｢ 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄 ｣ | 𝐊𝐢𝐦 𝐍𝐚𝐦𝐣𝐨𝐨𝐧

｢ 𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄 ｣

[Se recomienda leer con River, bishop briggs. No es obligatorio]

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La noche era espesa, densa, pesada, con un tono ultramar, pero mezclada con la elegancia del tinte negro que yacía en el ambiente. La luna era brillante, junto a nubes adornándola, justo como cuando los lobos la enaltecen.

La peculiar dama andaba al ritmo de una melodía sensual, moviendo a un solo son sus caderas, los firmes tacones resonaban en el salón, indicando la presencia de alguien mucho más que una persona, el exceso de maquillaje llamaba la atención y la corona de flores sobre su cabello recogido la hacía merecedora de las miradas curiosas que recibía. Su rostro era oculto por la cadavérica mascara de maquillaje, simulando a la perfección un rostro en huesos. El color rojo de sus labios, la sombra mate de color morado mezclada con roja y matizada con negro afilaba su mirada, su barbilla alineada con su hombro al verla de perfil, la hacía la mujer que cualquiera de los universitarios de ahí quisiera hablar con ella, ni si quiera a los ojos de NamJoon puedo ser la excepción.

Con elegancia llevaba la copa de cristal a sus labios y con finura la reposaba en sus delicadas manos, era la exquisita imagen que podía mostrar simple placer con verla. La finura y elegancia que emanaba tan solo era la cereza del pastel.

NamJoon la miró desde la lejanía, de pies a cabeza, como se observa a una presa, con atención, analizando sus movimientos, frío, calculador, los detalles que nadie se atreve a observar. Llevo el vaso a sus delgados labios con sutileza, mientras bebía el liquido ámbar de un sorbo, los hielos tocaron con sus labios, adormeciéndolos por el contacto, pero eso no le quitó el vaso del lugar.

Sus ojos tras el antifaz de color dorado y blanco admiraban con curiosidad el color rojo del vestido ceñido al centro de atención de aquella fiesta de disfraces de una noche de octubre. Se acercó con cautela, tomando con fiereza la cintura de la chica que lo miro con curiosidad, buscando aquellos ojos tras el antifaz sofisticado; una sonrisa surco sus labios, poniendo ambas manos en el pecho de aquel misterioso joven, mientras el contrario se aferro a su cadera con fuerza.

-¿Bailamos? -pregunto con un acento de un inglés extranjero, junto a una voz ronca y con toque de sensualidad

La chica no dio una palabra alguna, al contrario de ello, tomo una de sus grandes manos y la otra la dirigió a uno de los varoniles hombros del chico, él moreno daba por entendido la respuesta, dirigiéndola en un baile clásico, junto a un paso firme hacía ella, haciéndola retroceder mientras ella elevaba su barbilla, encontrando esos oscuros ojos tras el antifaz, aquellos que la miraban con curiosidad, atención y un derroche de sensualidad.

-Parece que bailas muy bien -indicó, cuando cambiaron el curso hacía la derecha, sin perder el contacto visual que comenzaba a estremecer ambos cuerpos

-Quizá un talento, quizá demasiada práctica, no lo sé -respondió, con una sonrisa ladina, la chica le sonrió con ojos coquetos, agachando la mirada con ligero rubor ocultado por el color blanco en su rostro

Un ligero sonido, seguido de una risa inundo los oídos del moreno, quien se confundió.

-Te gusta el control ¿eh? -cuestionó-, pero parece que no esta vez, cariño

El moreno no entendió del todo las palabras de la chica de rostro cadavérico, hasta que sus delicadas manos se envolvieron alrededor de su cuello, atrayéndolo a ella en un beso sensual, lleno de deseo, el éxtasis producto del alcohol que corría por su sistema no podía ofrecerles.

NamJoon se sorprendió por la repentina acción de aquella pelinegra escondida en una cadavérica mascara de maquillaje, pero no se negó ante el repentino beso, una ligera sonrisa de ambas partes antes de afianzar un beso comprometedor frente a todos los jóvenes que ahí había, quedando impresionados por la repentina tensión sexual con la que el ambiente estaba siendo decorado por parte de un chico de apuesto traje azul y una chica de rostro adornado con colores lúgubres y cadavérico maquillaje.