🌸 Stressed out 🌸

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Era época de comeback, lo que conllevaba muchas cosas, entre ellas el hecho de que papá estuviera poco en casa, ausente en el colegio, durmiera poco, se ejercitara mucho y casi no volteara a verlo por falta de tiempo. Algo medianamente común y casi costumbre en la vida de un pequeño de cinco años con un papá ídolo mundial, lo que no quería decir que estuviera feliz con ello, su papá estaba muy ansioso y estresado, podía sentirlo y no le gustaba para nada.

Era como si otro cuerpo se hubiera apoderado del de su papi. Espantoso.

Esa mañana papá se había despertado más tarde de lo que debería, haciendo que su humor no sea el mejor, eso desató una "pequeña" discusión entre sus papis haciendo que se fuera sin despedirse.

¿Qué podía hacer? No le gustaba que se fuera así, necesitaba algo bonito para hacer que su papá vuelva a calmarse y sonreírle bonito.

Con una idea en mente el pequeño buscó sus crayones, acuarelas, algunos pinceles y lápices de muchos colores, pero le faltaba el elemento principal, no podía hacer un bello dibujo sin una hoja. Hurgó por todos los rincones buscando una sin tener éxito, se tomó su tiempo para recordar donde guardaban hojas blancas y en silencio se dirigió hacia donde sabía que habrían muchas muchas.

Con todos sus materiales en el suelo se dispuso a decorar la pálida hoja con lo que parecían ser montañas, nubes, césped, árboles y un gran sol amarillo, pero lo más resaltante del bosquejo eran dos personas, una más pequeña que la otra, sonriendo y tomados de la mano. Un resultado perfecto sumándole un reluciente "Te amo".

Transcurrieron un par de horas, las suficientes para que su papá volviera a casa. Escuchando el ruido de la puerta principal abrirse, el niño fue a esconderse debajo del escritorio dentro del estudio, donde guardaban algunos instrumentos, micrófonos, parlantes, partituras y demás papelerío importante.
Escuchó los pasos, a su parecer gigantes, de los zapatos de su papá mientras contenía la risa antes de gritar sorpresa y salir corriendo a sus brazos con el regalo en sus manos. Pero las cosas a veces no funcionan como se espera.

Rapidamente salió de su escondite cuando sintió que los pasos cesaron, pero el grito de sorpresa quedó en la nada cuando vio unos ojos furiosos y un dedo acusador señalando su bonito dibujo, sin saberlo había ocupado la hoja que tenía escrita la letra de una nueva canción junto a algunas anotaciones dispersas en ella.

Los pequeños ojos comenzaron a empañarse mientras escuchaba los insultos al aire que su padre daba, un puchero inminente salió a relucir cuando comenzaron los regaños fuertes en voz alta y finalmente estalló en llanto al ver y escuchar el golpe seco y duro que fue directo a la superficie del escritorio.

Su papá nunca se enojaba con el, su papá nunca le gritaba y jamás jamás jamás había golpeado algo, nunca se ponía furioso.

ㅡNo tengo tiempo para estupideces -fue lo último que dijo antes de que su hijo saliera corriendo de la habitación dejando en el suelo la colorida hoja ya un poco arrugada y con gotas de agua salada corriendo los detalles de la acuarela.

Sólo en la habitación se dio tiempo de respirar, una, dos, tres y mil veces, subió la mirada encontrándose con el camino que había recorrido su hijo al salir corriendo, probablemente asustado, y se sintió aún más miserable al ver el dibujo que yacía en el suelo.

Una patética canción de amor no tenía valor alguno si su amor más puro estaba tambaleándose.

Salió del estudio en busca de su retoñito, a los pocos pasos, más específicamente en la sala lo encontró siendo consolado en el regazo de su chica, a quien también le debía unas sinceras disculpas. No podía ver el pequeño rostro, pero la visión de su espalda al hipar de llanto era suficiente para imaginarlo.

bangtan and babyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora