Dark sky [Dean Winchester y tu]

Capítulo 88

Me levanté de la cama, apenas podía moverme pero con esfuerzo conseguí llegar al baño. Necesitaba agua, así que me lavé la cara y me miré al espejo. Por primera vez en mucho tiempo me paré a pensar en qué punto estaba mi vida. Luchando contra monstruos mientras intento sacar adelante una familia. ¿Una locura verdad?

Me levanté la camiseta y miré cada una de las heridas, apenas había un centímetro en mi cuerpo que no estuviese cubierto por una de ellas. Me giré y me fijé en la del costado, parecían zarpazos. En ese momento a través del espejo vi a Castiel detrás mío, mirándome como si esperara una respuesta.

-¿Te ha llamado Dean? –pregunté sin dejar de mirar la herida.

-Sí –respondió él.

Oí sus pasos acercándose a mí. Se puso a mi lado y se miró al espejo.

-¿Qué ves? –le pregunté.

Y sin dejar de mirar al espejo me contestó.

-A una mujer desesperada.. –yo agaché la mirada- y a un ángel perdido.

Giré lo suficiente para verle de perfil, y pude notar su sufrimiento. Entonces, se giró y puso su mano en mi costado. Unos segundos después la herida había desaparecido.

-Tenía mala pinta –comentó.

Yo sonreí un poco y le abracé. Me salió ese impulso, ambos lo necesitábamos.

-Dios Cas.. –dije separándome de él unos centímetros mientras posé mi mano en su hombro- Estoy tan perdida.. al igual que tú no sé qué hacer.. mi vida es como un profundo y oscuro agujero en el que por mucho que intente subir acabo cayendo.

Caminé hacia la cama, pero como me costaba Castiel me ayudó. Me senté y le asentí dándole las gracias.

-Una vez me dijiste que era un peón de mi padre y que no tenía opinión ninguna.. –hizo una pausa- Que nos estaba utilizando para divertirse.

Yo volví a mirar al suelo, acordándome de que se lo dije el mismo día que Sam dio su vida para acabar con el diablo.

-Cas, lo dije porque estaba cabreada.. –solo decir eso él empezó a hablar.

-Tenías razón –solo decir eso le miré interesada-Durante siglos he estado rezando, y estando al lado de mi padre.. haciendo cosas por él de las que me arrepiento cada día. ¿Y todo para qué? Para que nos desprecie, a nosotros.. a sus hijos.

Yo pasé mi mano por su espalda y le acerqué a mí.

-Me rebelé contra el cielo y contra mi padre con la esperanza de que así me diera una señal.. una señal de que me estaba equivocando o que estaba haciendo lo correcto. Y nada, absolutamente nada –miró al frente- Mi padre me ha decepcionado.. a todos nosotros y aun así siguen habiendo ángeles que van detrás de él.

Yo pensé en lo que debía estar sufriendo, porque él también tenía sentimientos y lo estaba pasando mal.

-Bueno, siempre te quedaremos nosotros. Tu familia –le dije con una sonrisa, pero él seguía igual- Cas, soy tu sobrina ¿recuerdas? La hija de Lucifer.. ¿hola?

Le chasquee los dedos en frente suyo y ni se inmutó, hasta que vi cómo se formaba una leve sonrisa en su rostro.

-¿Puedo hacerte una pregunta? –dije cambiando de tema. Él me miró y me asintió con esa sonrisa que le había provocado- Ayer, cuando el leviatán me atacó yo intenté defenderme.. con todas mis fuerzas pero no pude, estaba débil.

Castiel me miró como si no entendiese nada de lo que le estaba diciendo. Yo me mojé los labios.

-Me refiero a que había bebido sangre de ángel y en teoría tenía que estar a tope de batería.. Así que no entiendo que pudo fallar.

El ángel apartó la mirada de mí y supe que algo iba mal.

-¿Cas? –seguía sin pasar nada- Sé que sabes algo, así que ya lo estás soltando ahora mismo.

-Me lo temía –murmuró con algo de miedo.

-¿El que te temías? Joder, me estás asustando.

Supe que iba a decir algo que me iba a doler, a mí y a los hermanos.

-Cuando estás embarazada y bebes o comes cualquier cosa, parte de ello va a parar a la placenta para alimentar al bebé.

Yo abrí la boca sorprendida, intentando buscar una respuesta.

-Tú ya llevas sangre angelical en tus venas pero no la suficiente para que tu hijo sea como tú, por ejemplo, Eric es un chico normal.

-¿A dónde quieres llegar con esto? –no respondió- ¿Me estás diciendo que mi hijo, del cual estoy embarazada, va a ser como yo?

-No –dijo, yo respiré con tranquilidad- Va a ser mucho más poderoso que tú.. y que algunos ángeles.

-¿Qué mi hijo será un X-Men? –dije sorprendida pero a la vez irónica.

-No entiendo esa referencia.

‘Si no puedes volar, corre.

Si no puedes correr, camina.

Si no puedes caminar, arrástrate.

Pero haz cualquier cosa para seguir adelante.

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