Dark sky [Dean Winchester y tu]

Capítulo 47

Al final todos estábamos tan cansados, y con la borrachera que llevábamos que Sam acabó durmiéndose. Yo y Dean seguíamos bebiendo, éramos prácticamente iguales, si empezábamos ya nos costaba mucho acabar. Julia también estaba con nosotros pero ella no bebía, solo nos miraba.

-¿Y te acuerdas de aquella vez cuándo tu y yo estábamos.. y Sam vino.. –Dean empezó a reírse y yo con él, ambos estábamos borrachos y no nos enterábamos de lo que pasaba.

-Quizás deberías dejar ya de beber, creo que estáis suficiente borrachos para ver a ese.. monstruo o lo que sea –dijo Julia haciéndose responsable.

Cogió la botella y se la acercaba para que nosotros no bebiésemos  pero yo la detuve a tiempo y se la quité. Entonces me puse más a mi vaso y al de Dean. Levantamos los vasos, brindamos y hasta el fondo. Golpeamos la mesa con el vaso y en ese momento oímos un ruido. Dean se levantó a mirar mientras yo despertaba a Sam.

Él se levantó y cogió la espada, que ya la teníamos bendecida y todo. Solo faltaba que el Shojo apareciera.

A Sam, al haber dormido un rato ya se le habían pasado los efectos del alcohol, pero aún seguía viendo algo. Dean y yo éramos los que la veíamos al completo.

-Apenas puedo verla! –dijo Sam.

-_____ ves con Julia y enciérrate en la habitación, si la ves clávale la espada –dijo Dean.

Sam me dio la espada y yo seguí a Julia hasta el dormitorio. Allí nos encerramos y yo me puse enfrente suyo para protegerla. Mientras esperábamos oí como alguien chocaba contra la pared y seguidamente escuché como Sam decía la palabra ‘Dean’.

Había sido él. Quería salir, ver si estaba bien pero no podía dejarla sola así que esperé. Y en unos segundos la vi, en frente mío. Intenté clavarle la espada pero ella lo esquivaba y se movía de un lado al otro. Al final oí chillar a Julia, me giré y le clavé la espada. El Shojo le había hecho unos rasguños pero ahora, estaba muerto.

-¿Estás bien?

Ella se tocó la herida y asintió con la cabeza. Yo salí corriendo y vi a Dean en el suelo, Sam estaba allí de pie mirándole sin hacer nada. Yo dejé la espada y corrí hacia Dean, me agaché y intenté que volviera.

-Hey Dean –le movía, pero no abría los ojos- Dean! –poco a poco los abrió y yo sonreí.

Él con esfuerzo consiguió ponerse de pie, se arregló un poco la ropa y sonrió, como si nada hubiese pasado.

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-Muchas gracias por todo, me habéis salvado.

-No hay de qué –dijo Sam.

-¿Estarás bien? –pregunté yo.

-Sí, mientras nadie intente matarme -dijo riéndose un poco.

-Bueno, si necesitas cualquier cosa llámame. ¿Vale? –dije ofreciéndole mi tarjeta.

-Lo haré.

Después de despedirnos volvimos al hotel, había sido un día muy largo y estábamos muy cansados. Dean y yo nos fuimos a nuestra habitación, y mientras él se quitaba la corbata yo aproveché para llamar a Eric. Le echaba de menos.

*Llamada telefónica*

-Hola Bobby.

-¿Cómo va?

-Bien, por aquí va bien. ¿Y allí?

-Genial, tu hijo es un cielo. Me hace caso en todo.

-¿Sí? Vaya, pues sí que ha cambiado. Tienes mano para los niños.

-Tampoco te flipes eh _____ –hizo una breve pausa- Pareces cansada..

-Acabamos de cargarnos a un Shojo, ¿Cómo crees que iba a estar? –respiré y miré a Dean- ¿Está Eric?

-No, hace un rato que se fue a dormir. ¿Querías hablar con él?

-Sí, pero ya llamaré mañana. Muchas gracias por todo.

-De nada, y dile a esos idiotas que tengan cuidado.

-Con mucho gusto, adiós.

*Fin llamada telefónica*

-¿Era Bobby?

-Sí –me senté en la cama y resoplé.

-¿Qué pasa? –se sentó a mi lado.

-Estoy muy cansada, solo quiero dormir hasta el fin de los días.

-Sí.. yo también.

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Por la mañana nos levantamos y como ya estábamos con las pilas a tope hicimos las mochilas y nos preparamos para irnos. Pero faltaba Sam así que mientras Dean recogía lo que faltaba yo fui a avisar a su hermano pequeño.

Llamé a la habitación y entré, entonces le vi hablando con alguien. Alguien que no había visto nunca.

Espero que os guste:3 ¿Quien creeis que és? Venga va, quién lo adivine tendrá premio.