Sixteen [Regulus Black]

10

🌺🌺🌺🌺🌺

Regulus se removió en la cama. Agradecía haber cerrado las persianas la noche anterior, porque odiaba sentir el sol en sus ojos cuando se levantaba. Cuando abrió los ojos, se encontró con Phoebe a su lado, quien dormía con su cabello pelirrojo tapando su rostro y recostada sobre él. Sonrió y le quitó los mechones de la cara para mirarla. La chica dormía tranquilamente con su cabeza y su mano izquierda reposadas en su pecho, y su tranquila respiración chocaba contra el cuello del mayor.

Intentó deshacerse del agarre que la pelirroja tenía sobre él, pero la chica se aferró aún más, reacia a dejarlo ir.

—¿Phoebe? Despierta, bonita —intentó llamarla Regulus, acariciando su mejilla.

Sin embargo, Phoebe soltó un gruñido, se dio vuelta y se acurrucó debajo del acolchado para seguir durmiendo. Regulus sonrió y comenzó a acariciar su brazo y a dejar besos en su espalda desnuda.

—Basta —murmuró la chica, tapándose hasta la nuca. Regulus no frenó con sus caricias—. ¿Por qué te despiertas tan temprano?

—No es lo mejor que nos vean juntos, Phoebs —le respondió Regulus.

Sabía que la chica odiaba levantarse temprano, pero si alguien la iba a buscar a su habitación y no la veía, o si entraban al cuarto de Regulus y los veían juntos no iba a ser bueno. Sirius y Narcissa ya lo sabían, pero Harry y los demás no sabían nada además de los rumores que comenzaron a correr desde aquel día en el andén, y no querían que se enteraran de esa forma. Al menos Regulus. Sabía que todo era un desastre por la vuelta del Señor Tenebroso y no quería sumarle más estrés a Phoebe del que ya tenía por tener que dejar a su hermano solo en Hogwarts.

—Regulus.

—¿Sí, Phoe?

—Eres insoportable.

El morocho sonrió.

—Lo sé. Ahora levántate —ordenó, besando su cuello.

Antes de que la chica pueda quejarse, el mayor se levantó, abrió las cortinas y se dirigió al baño de su habitación. Se rascó el antebrazo izquierdo e hizo una mueca de molestia. No había dicho nada antes para no preocupar a la menor, pero desde hacía días que su Marca Tenebrosa no dejaba de picarle.

—¡Regulus, ni siquiera ha amanecido! —escuchó quejarse a la pelirroja, pero sólo rodó los ojos y se metió a la ducha.

Se frotó con fuerza el brazo con jabón, pero lo único que logró fue que su piel enrojeciera. Suspiró y terminó de ducharse rápidamente, para luego vestirse asegurándose de taparse la Marca. Cuando salió del baño, descubrió que Phoebe se había vuelto a dormir, pero esta vez las sábanas apenas la cubrían. Él sonrió, sabiendo que aquello de dormir desnuda lo había hecho a propósito.

Aún no podía creer cómo había caído ante los encantos de las mayor de los Potter, incluso después de que había intentado todo para mantenerse alejado de ella, fallando en el intento. Esa chica tenía algo que lo hacía desear estar con ella a cada minuto, y honestamente no se arrepentía de la decisión que había tomado.