Feliz San Valentín •YohaRiko

Marca de Amor

Una animada noche llegó llena de emoción, ahí estaba yo, siendo supervisada por mi madre para evitar quemar la cocina. Aproveche que mañana era San Valentín, un día en que los humanos se vuelven más débiles y en secreto desean que alguien les dé una carta o un chocolate, así que estoy haciendo chocolates para entregárselos a la mayor cantidad de mortales y todo con el pensamiento de "Si logras enamorar su estómago ya está listo, será tu little demon". Soy una genio, Dios se lo pierde al exiliarme de esa forma. Cuando me esté rogando me burlare de él en toda su cara. Unas horas después y ¡Terminé! Chocolates hecho con el amor del ángel caído Yohane, imposible de resistirse.

Ahora sólo debía ducharme para estar presentable para mañana y a dormir temprano por esta única ocasión.

꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡

La alarma comenzó a sonar, cubrí mi cabeza con la almohada esperando que dejara de sonar... ¡Cierto, es hoy!
Rápidamente me levanté de la cama cosa que no debí hacer porque me mareé y tuve que quedarme quieta por unos segundos, me puse el uniforme y arreglé mi cabello, esta vez decidí maquillarme ¡Yuya y Sailorfag fueron de mucha ayuda! Cuando regrese de clases les haré un altar. Miré el resultado en el espejo y nada mal, estaba todavía más hermosa de lo que ya soy. Preocuré que todo estuviera en orden y no hubiera fallos, desayuné y recordé que no me había lavado los dientes ¡Era la más importante! Una vez hecho todo, partí al centro de información innecesaria o como los humanos lo llaman "escuela".

Miré a dos de las mejores humanas que he encontrado en la tierra, creo que les dicen amigas. Corrí hacía ellas- ¡Zuramaru, Ruby, esperen! - Aceleré el paso y estaba a punto de llegar pero ¿No les pasa que todo les sale tan bien que les asusta? ¡Eso me pasó! Todo fue perfecto en la mañana y ahora aquí estoy, tirada en el suelo boca a bajo. Levanté el rostro y miré a todos lados por si alguien me había visto caer torpemente y si ¡Era esa pianista guapa pelirroja oscuro que causa tanto en mi! Vino en putiza corriendo a donde estaba y me extendió su mano, la cual por cierto acepté porque es muy suave.

— ¿Tas bien? - Me preguntó cuando quedamos frente a frente, asentí intentando eliminar cualquier rastro de vergüenza.— Ten más cuidado donde pisas, Yocchan.

Entrelazamos nuestras manos y comenzamos a caminar con el mismo destino, olvidando que quería entregarles chocolates a las otras dos humanas. Un viaje callado para nada incómodo, sólo disfrutando de la compañía de la otra. ¡Tremenda suerte tenía Lily de ser la amante del ángel caído! Rompí el silencio y le conté mi magnífico plan, me miró, la miré y nos miramos.

No sé cómo pasó que ahora estamos en un callejón besándonos a lo desgraciado, como si fuera lo único importante en la Tierra y como si fuera la última vez.

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— ¡Hey humano, Yohane te hizo estos chocolates con todo su amor! —Extendí el dulce a la chica que pasaba por la entrada, un poco confundida y asustada lo tomó. Y así estuve hasta que los chocolates se terminaron, después fui con la intención de encontrar a mi little demon dorado y ahí estaba ella concentrada y con las pupilas dilatadas fingiendo repasar con el libro de alguna de sus materias pero a mi no me hace pendeja, andana leyendo alguna de sus marranadas.— Cristal reluciente, la luz de las estrellas está brillando en ti y en la dulce oscuridad eres lo único que busco. —Me senté al lado de ella y deje caer mi cabeza en su hombro, deposita un beso en mi frente, cierra el libro y se dedica a prestarme atención.

—¿Qué tal te fue tu misión?

— Excelente, muchas de las chicas aceptaron mi chocolate ¡Hasta descubrí que le gusto a una de ellas y malinterpretó todo! —Explique con pena por la chica, no era mi intención que pensara algo que no era ¡Yo ya estoy con Lily y no romperé el contrato!— ¿Te llegó algo hoy? —Siento como ella en empuja su bolso lejos de mi y comienza a negar, sus mejillas se tiñen de un leve rojizo y puedo notar su nerviosismo.

Sin ninguna expresión y con un movimiento rápido me lanzó directo a ese bolso como si fuera mi presa, Lily intenta que no lo abra pero ya era bastante tarde, vacíe todo el contenido del bolso dejando que varios chocolates calleran al suelo y con una mirada molesta la miro en busca de explicaciones ¿¡Porqué acepta chocolates de alguien que no soy!?

— Cuando llegamos a la escuela varias chicas se me lanzaron y no te diste cuenta por estar ocupada con lo que estabas haciendo, no podía rechazarlas y tuve que esconderme. —Explicó. Me sentí culpable.

¿¡Qué clase de novia soy!?

— Yo sólo quería tu chocolate, Yocchan...—Confesó mirándome y acercándose a mi, abrazándome con firmeza. Estuve ocupada en mis cosas que no atendí como se debía a mi little demon de élite.

— ¿Tan difícil era decir que ya estabas formalmente con el ángel caído a esas simples humanas? —Sonrió inocente e inevitablemente imite la acción.

— Tal vez deberías dejar alguna marca que diga que soy tuya. —Sugirió acercándose a mi rostro, entendía perfectamente la intención con la que dijo aquello.

— ¿Siempre estarás donde puedas contactarme? —Pregunté y ella asintió para así unir nuestros labios en un beso. Un beso lento y suave, que con el tiempo comenzaba a subir de tono.

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— ¡Riko-Chan! ¿Qué le pasó a tu cuello? —Cuestión You inspeccionando el cuello de mi chica quien ya tenía su lindo rostro sonrojado. Kanan y Chika sonrieron pícaramente, Dia cubrió los ojos de su hermana y Zuramaru observaba la situación.

— ¡Waoh! Maybe it was a ... mosquito? Creo que fue uno llamado Yoshiko-Chan. —Mencionó Mari fijando su mirada en mi, no dije nada y sólo guiñe el ojo acompañado de una orgullosa sonrisa.

Estoy feliz con lo que hice, así sabrán que es propiedad del ángel caído Yohane.

|<02/08/20>|