Katsumi Midoriya (Katsudeku)

Capitulo 5: Felicidadess

Miro sus manos llenas de cicatrices y a una de ellas encenderse seguido de su brazo, estaba activando su Quirk lo sabía pero cuando levantaba la cabeza para mirar el lugar donde estaba, Izuku notaba que todo se volvía negro y el eco del silencio activando a sus demás sentidos, movía la cabeza nuevamente hacia sus manos y si podía verlas. Era una situación desesperante, hacía años que no tenía una pesadilla, porque definitivamente estaba dentro de una ¿Verdad?

- ¡¡¡DEKU DE MIERDA!!!-escucho el inconfundible tono de voz de Katsuki y como su audición estaba más desarrollada levantó la cabeza hacia arriba, de ahí podía identificar que provenía.

- ¿Kacchan?-preguntó confundido-¡¡¡KACCCHAN!!!-pero no volvió a escucharlo, en cambio escucho más cerca, muy cerca, el llanto de un bebé, un llanto desesperado. Igual a cuando a se había perdido en el centro comercial y no encontraba a su mamá, había sido culpa suya y no de ella, siguió a un sujeto disfrazado de All Might y al notar que no sostenía más la mano de Inko, entró a llorar.-¿Katsumi?-preguntó esta vez, sabía que era su niña, era un llanto inconfundible, ella lloraba porque estaba sola en alguna parte, pero, ¿Que hacía ahí también Katsuki?

-¡¡KATSUMI, KACCHAN, ESPERENME!!-gritó luchando contra la oscuridad y tratando de entender que pasaba. Pese a la oscuridad comenzó a dar algunos pasos dándose cuenta que parecía caminar en el aire, se sentía muy raro, aunque no pudiera ver no estaba sobre tierra firme pero eso no significaba que pudiera caerse.-Tal vez estoy... flotando-razono, no existía otra explicación. Pero también en qué lugar podría flotar y que además estuviera oscuro.

Izuku entonces escucho una risa y nuevamente un llanto, la risa era malévola y el llanto, de Katsumi, se alejaba cada vez más generándose una extraña sensación de desesperación.

La risa malvada se estaba llevando a su hija y no podía hacer nada por evitarlo, se sentía tan real que dudaba que fuera un sueño o pesadilla.

- ¡¡¡Espera, no te la lleves, Katsumi!!!-sintió entonces que chocaba contra algo que lo sostuvo de caerse en el aire.

- ¿Deku?-oyó, movió la cabeza esperando que pudiera ver a la otra persona, pero no pudo-¡¿Deku?!-las manos de Katsuki apretaron sus brazos.

- ¿Kacchan...?-no podía verlo pero si escuchaba su respiración muy de cerca y como lo apretaba entre sus brazos, finalmente escucho de nuevo a Katsumi llorar.-Kacchan debemos evitar que se la lleve, él tiene a nuestra hija-espero que reaccionará de la peor manera, pero escucho claramente.

—Lo sé, lo sé, atraparemos a ese maldito y la recuperaremos...-Izuku comenzó a sollozar, Kacchan lo había aceptado así como así... ¿Era real? Pero no pudo saberlo, repentinamente vio una luz que lo iluminó todo y se levantó de la cama agitado y sudando frío ¿Qué acababa de pasar...?

Acabándose de dar cuenta que habia soñado abandonó la cama tan rápido como pudo sin pensar en nada más y fue al cuarto de Katsumi que estaba de junto, de hecho lo separaba una puerta de este. Trago grueso acercándose a la cuna y la vio dormir plácidamente, cubierta por su mantita y sujetando el peluche de Ground Zero que a esta tanto le gustaba.

- Ese sueño se sentía tan real... pero no puede ser, tu Padre estaba ahí Katsumi y el jamás tomaría tu existencia de la mejor manera y no es tu culpa, no quiero que pienses eso... Si yo no fuera tu otro padre estaría feliz seguramente.

Katsumi se movió un poco le pareció que estaría perturbándola, así que un poco más aliviado abandonó su habitación y fue a la suya propia, aun le quedaban algunas horas para tratar de descansar y en la mañana tenía que ir a hacer su trabajo, además de algunas otras cosas. Su niña cumplía seis meses.

A estas alturas era un poco más difícil criarla sin que, K no estuviera ahí para echarle una mano. Katsumi se había recorrido la casa entera gateando y siempre llevaba una expresión de miedo cuando lo hacía tan concentradamente que no podía más que seguirle el paso detrás, ese carácter era similar a Katsuki pues ponía su mismo rostro de "Te matare" aunque de manera tierna, después de todo era aún un bebé.