Pero, al principio, llegaste a mí vida sin previo aviso, llegaste sin excusas ni pretextos, llegaste sin dobles intenciones ni mentiras.
Me hiciste que creyera en tí
No quería enamorarme ni amarte, pero me hiciste sentir que valías cada maldita cosa, cada jodido sentimiento y cada puta acción que hacía por ti.
YOU ARE READING
Restos de Ti
Short StoryA veces, le dedicamos el insomnio a alguien que ya se durmió; pero, ¿no te parece que pensar de más es la enfermedad terminal de los sentimientos?. Yo en sus modos, encontré mi modo favorito de morir.